Partimos de la idea de que el matrimonio es un increíble “invento” que nos complementa como seres humanos.
Un fragmento de “Creciendo más juntos- Una guía para las parejas de hoy”, de Ester Martínez más Eduardo Bracier; Víctor Mirón más Cesca Planagumà (Clie, 2022). Puede saber más sobre el libro aquí.
El trabajo que os presentamos es un libro un poco diferente. Partimos de la idea de que el matrimonio es un increíble “invento” que nos complementa como seres humanos y que, en la mayoría de los casos (para los que no tenemos el don del celibato), nos lleva a sentirnos acompañados, idealmente, hasta que la muerte nos separe.
[ads_google]div-gpt-ad-1623832500134-0[/ads_google]
Mencionamos en páginas interiores que en la Creación todo fue “bueno en gran manera” (Gn 1:31), excepto una cosa: La soledad (Gn 2:18) y Dios quiso paliar ese problema tan importante y “creó al otro ser humano”, muy diferente al resto de seres vivos, creados también por su mano.
Nuestro Creador tuvo un plan maravilloso y una parte muy importante era la unión del hombre y la mujer y todo lo que se desprendería de ese hecho.
Hemos querido Cesca, Víctor, Eduardo y yo, desde la más absoluta humildad, pero también desde la experiencia de muchos años, dejar unos consejos bastante prácticos para poderos ayudar, un poco, en vuestra vida matrimonial.
Como veréis empezamos desde el noviazgo y seguimos hasta los últimos días de la vida en esta tierra. Es un recorrido rápido y hemos intentado hacerlo desde las diferentes estancias del hogar, empezando por la entrada....
Por otro lado cada uno de los diez capítulos constan de tres partes bien diferenciadas: Una parte más teórica y psicológica, una segunda en la que Eduardo hará, con un relato bíblico, una aplicación teológica del tema y, por último, Cesca y Víctor tendrán a su cargo un apartado práctico que os hará trabajar un poco.
[ads_google]div-gpt-ad-1623832402041-0[/ads_google]
Deseamos, de corazón, que Dios use las tres secciones para que muchos matrimonios podáis crecer en todos los aspectos de la vida:
Que las cuestiones espirituales, muchas veces olvidadas o semi abandonadas, tomen nueva relevancia. Sabiendo distinguir entre lo urgente y lo importante. Deseamos que las páginas de este libro sean, en un sentido, un manual de instrucciones en cuanto a lo verdaderamente urgente: La relación con Dios, el conocerle a Él de forma personal y que vuestro cometido sea, sobre todo, el darle a conocer especialmente en el seno de vuestra familia.
Que la relación entre vosotros se haga más fuerte cada día, llegándoos a conocer muy profundamente. Que ese conocimiento os lleve a ser los mejores amigos que hayáis podido imaginar jamás, y también que os conduzca por caminos de aceptación de lo que el Señor os ha dado, incluyendo cada uno a su cónyuge, desde los adjetivos del amor que San Pablo nos deja en 1 Cor 13.
Que vuestro ejemplo como matrimonio sea seguido por vuestros hijos que quieran tomar el modelo que habéis sido para ellos, viendo siempre el cuidado del uno hacia el otro y la felicidad con la que habéis vivido los años juntos, aunque os hayan visto pasar también por momentos de dificultades y problemas. Teniendo a Cristo permanentemente en vuestra unión podréis demostrar que “todo lo habéis podido superar porque Él os ha dado las fuerzas” (Flp 4:13).
Que el placer en la relación pueda ser una realidad visible cuando se cumplan las directrices del que inventó esa unión tan especial e íntima entre hombre y mujer que se ha venido a llamar matrimonio.
Os deseamos pues una lectura interesante pero, sobre todo, que os lleve a vivir vidas que valgan la pena, siendo ejemplo a todos los que os rodean.
Iniciando la obra de construcción
1. Una primera aproximación a la relación matrimonial
“Amar es celebrar que lo amado está presente, cerca de uno” ( Joseph Pieper).
Esta frase es muy bonita y es muy cierta, pero amar, como veremos en este libro, es mucho más que estar cerca. Veremos que implicará también un gran esfuerzo para construir una estructura fuerte a fin de que la relación se sostenga y sea de crecimiento para ambos cónyuges que, necesitarán, desde el principio de la relación, autoconocerse a fondo y conocerse también el uno al otro de forma muy profunda.
Antes de entrar en materia de todo lo que pretendemos dejar en este trabajo, es muy importante reconocer y recordar que, para conseguir ese crecimiento deseado y la conservación del matrimonio, tendremos que luchar contra un “adversario” que “busca a quien devorar a toda costa” (1 P 5:8).
Aunque en este capítulo hablaremos de la “entrada en el matrimonio”, lo importante será saber que el trabajo que tendrán que hacer los cónyuges será a largo plazo y la necesidad de confiar en Dios y en su ayuda, tendrá que mantenerse a lo largo de toda la vida.
Por lo tanto, al iniciar mi parte en esta publicación, quisiera hacerlo exponiendo muy brevemente mis ideas en cuanto a la importancia de la seriedad del matrimonio, para que los que estén pensando en entrar en él, o los que ya sean marido y mujer, vivan con mucho cuidado su relación, valorando lo que implica, o puede implicar, vivir juntos apoyándose mutuamente y confiando en Dios a fin de que la relación empezada dure, idealmente, para siempre.
Posteriormente, en capítulos sucesivos, estaremos estudiando distintos aspectos de este fantástico invento de Dios (el matrimonio) y expondremos casos que nos han ayudado a entender, mucho más, lo difícil que es vivir y mantener correctamente la relación conyugal.
Hoy no podemos negar que estamos padeciendo una pandemia en cuanto a rupturas de parejas. Esta triste realidad también nos hace conscientes de que no vamos bien y de que nuestra sociedad, sin familias fuertes, se desmorona.
Además, existe, debido a la falta de compromiso en muchas de las parejas actuales, una sensación de gran inseguridad y provisionalidad en una unión que debería ser la más estable y perdurable de todas.
2. El cuestionamiento en cuanto a los absolutos y a los valores
Todos somos conscientes de que, en occidente, la posmodernidad nos está dejando como herencia una lucha contra todos los valores tradicionales en general y especialmente los que tienen que ver con la familia y, por extensión, con el matrimonio. Las nuevas corrientes de opinión nos han llevado a vivir momentos históricos de gran confusión en cuanto a las relaciones en el seno familiar: ¿Quién compone la familia? ¿Cómo se relacionan sus miembros? ¿Qué papel ha de tener cada miembro de la pareja? ¿Es el matrimonio una institución que ha de durar para siempre? ¿Por qué?
Todo el mundo reconoce lo difícil que es dar respuesta a las preguntas mencionadas sin encontrarnos con serios ataques si nos posicionamos dentro de los parámetros bíblicos. Incluso, y debido a las nuevas formas de actuar y pensar, se hace difícil explicar el término matrimonio, y es curioso también escuchar las múltiples acepciones que se dan actualmente a la relación entre un hombre y una mujer, que intentan sustituir al concepto de relación matrimonial que contempla la Biblia.
En las últimas décadas el ser humano se ha preocupado más por rendir intelectual y económicamente que por elaborar afectos y sentimientos duraderos en las áreas sensoriales, vitales, psíquicas y espirituales (Clasificación de Max Scheler). En ese encuentro integral, hombre y mujer, se complementarán y ambos encontrarán la “complitud”, siendo el amor, manifestado en todas esas áreas, la base para la estabilidad del matrimonio.
Digo en “todas las áreas” porque amar de verdad no consiste en quedar atónitos ante la belleza, la inteligencia o, incluso, la espiritualidad de alguien. Esto puede ser solo el comienzo de un interés, que nos lleve a una ilusión en cuanto a esa persona concreta, pero el amor que viene para establecerse definitivamente requiere de absolutos que incorporarán no solo las emociones sino también el razonamiento y la espiritualidad porque “¿andarán dos juntos si no estuviesen de acuerdo?” (Am 3:3).
3. Una primera aproximación al verbo amar
La palabra “amor” tiene muchas acepciones y no es lo mismo que “desear” a una persona ni “convivir” con ella. El “ágape” cristiano, del que hablaremos en otros capítulos, tiene la connotación de compartir la vida de forma profunda y comprometida. Para llegar ahí necesitamos, como hemos mencionado al principio, conocernos y conocer al otro, de verdad, porque no se ama realmente si no sabemos muy bien cómo es el ser amado.
Además, ese amor se tendrá que ver en la convivencia que requerirá de un sacrificio continuado que hoy, desgraciadamente, no está de moda. Se tratará de “no tirar la toalla” a la primera de cambio, dejando el hedonismo y el narcisismo, tan propios de nuestro siglo, para construir algo juntos, sin egoísmo, a fin de que los hijos puedan ver modelos válidos en valores, en formas de vida, en altruismo, con metas muy determinadas en cuanto a tener algo valioso por lo cual vivir.
Alguien dijo que los niños y adolescentes de hoy están muy perdidos porque los padres tampoco saben dónde van.
Cuando los psicólogos atendemos a niños, una de las primeras cosas que les pedimos es que nos dibujen a sus padres y a su familia. Actualmente muchos de los niños responden con dibujos o preguntas de lo más curioso: “¿A quién dibujo?”. “¿Pongo a mi padre también?”. “¿Tiene que estar el marido de mi madre?”. “¿Dibujo a los que vivimos en casa?”. “¿A todos?”. “¡No quiero dibujar a mi madre/padre!”. Y un largo etcétera que nos inquieta y nos sorprende.
Pero nosotros los cristianos, seguimos pensando que la unión entre hombre y mujer fue una gran idea de Dios y como todo lo que Él “inventó” fue, y sigue siendo, “bueno en gran manera” (Gn 1:31) y hay que cuidar el amor y “regarlo” continuamente, recordando que la hierba no es más verde en el otro jardín, es más verde donde se riega cada día. Si no lo hacemos así, los vientos, las tempestades y el sol abrasador de las circunstancias exteriores, conseguirán secarlo, un día detrás de otro, en la difícil convivencia que, debemos aspirar, sea para siempre.
Lo que ocurre es que tenemos que ser muy conscientes de que el objetivo claro del Enemigo es luchar contra ese gran invento divino; ha luchado, desde el principio por destruir esa unión y sigue engañando a hombres y mujeres para que busquen otras formas de vivir en pareja, sin contar, en absoluto, con las leyes del Creador; resultando que la idea de Dios en cuanto a la indisolubilidad ha sido tirada por la borda y tenemos hoy, en ocasiones, múltiples rupturas y familias en las que los hijos viven, en muchas ocasiones, las dificultades que conllevan las nuevas relaciones de los padres, con el consiguiente desgaste en cuanto a la custodia parental: con quién vivir y dónde vivir, problemas económicos, dificultades en cuanto a los pactos hechos entre los padres biológicos, su trato después de la separación, las posibles “reconstrucciones” familiares y muchísimas otras cosas que ponen a toda la familia en una situación muy poco cómoda y con graves inseguridades casi permanentes. […]
Como habéis podido ir vislumbrando parto de la base de que la Palabra de Dios tiene la autoridad y la clave para ayudar en la perdurabilidad y estabilidad del matrimonio. Hemos dicho que es el mismo Creador quien lo inventó y es Él mismo que dicta Su voluntad para los cónyuges para que eviten las rupturas y recordemos que, cuando Jesús da permiso para que se den, es debido a “la dureza del corazón humano”, no porque sea lo ideal para la familia. (Mr 10:5).
La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.
Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.
Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.
Analizamos las noticias más relevantes de la semana.
Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.
Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.
Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.
José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.
Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.
Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.
Si quieres comentar o