“El tesoro de David”: texto completo de los Salmos de Spurgeon

Yo debo mucho al trabajo literario de Eliseo Vila.

Hace cinco años me envió el primer tomo de esta monumental obra que acaba de salir comentando 61 Salmos escritos por Charles H. Spurgeon. Aquel tomo tenía 2480 páginas, 72 menos que este segundo volumen.

Quiero decirlo alto y claro. A lo largo de estos últimos cinco años el primer volumen de los Salmos ha sido para mí como el pan y la tierra que canta Serrat a su novia. En mi trabajo como predicador en iglesias locales, conferenciante en centros culturales y congresos, escritor en medios de comunicación he venido utilizando ese primer tomo como poderosa herramienta de trabajo. Dos últimos sermones predicados en diferentes iglesias han estado basados en la música en los Salmos y la alegría en los Salmos. El verano de 2018, en un congreso en Cuba al que asistieron 250 jóvenes, les expuse tres conferencias inspiradas en el primer Salmo del volumen citado. Charles Spurgeon y Eliseo Vila han estado hablando a través de mí a miles de personas en estos cinco años. Todo porque fui consciente como predicador y como escritor del manantial de ideas que ofrecen obras como estas. Es posible que quienes resten importancia a este poderoso instrumento de trabajo para toda clase de líderes evangélicos les ocurra lo que anticipa Job en el 37:19, que no puedan ordenar las ideas a causa de las tinieblas mentales.

Ahora aparece el segundo volumen de El tesoro de David. En sus 2.552 páginas se tratan 42 Salmos. Comentario especial merece el Salmo 119, al que se dedican 33 páginas. Antes de explicar el largo texto versículo por versículo los autores del volumen escriben notas aclaratorias sobre el título y el tema del Salmo, un elogio del mismo, un bosquejo de los 176 versículos, así como la estructura del largo escrito.

En este segundo volumen interviene Spurgeon como autor principal. Pero a continuación de lo suyo, la obra se enriquece con comentarios a cada Salmo de hombres eruditos, teólogos, conocedores a fondo de la Sagrada Escritura, hombres espirituales que nos descubren enseñanzas que habíamos pasado inadvertidas en nuestra lectura de los Salmos.

Charles Haddon Spurgeon nació en Kelvedon, Reino Unido, el 19 de junio de 1834. Tanto su padre como su abuelo fueron pastores congregacionalistas de origen puritano. En 1851, a los 17 años, asumió el pastorado de una pequeña Iglesia Bautista. Tres años después fue nombrado pastor de otra iglesia más numerosa en Londres. De aquí pasó a pastorear a la congregación que se reunía en el Tabernáculo Metropolitano, templo al que acudían 6.000 personas los domingos. En el Tabernáculo ejerció durante 15 años. Estuvo reconocido como el predicador evangélico más elocuente del Reino Unido. Además de sus comentarios a los Salmos escribió otras obras de carácter bíblico. Falleció el 31 de enero de 1892 a los 58 años. “Alrededor de 60.000 personas acudieron al Tabernáculo para rendirle un último homenaje”.

Eliseo Vila nació en Tarrasa el 3 de julio de 1944, segundo hijo del conocido escritor y líder evangélico Samuel Vila y de su esposa Lidia.

Es economista, periodista, escritor y teólogo. Como periodista ha escrito en España cristiana, Página abierta, El libro cristiano y Alternativa 2000. Como escritor es autor de una biografía de José Cardona, La defensa de una fe y ha traducido 80 libros del inglés al español. Como economista es doctor en Ciencias Económicas y Master en Derecho Tributario. Como teólogo ha presentado conferencias sobre temas bíblicos ante grupos parlamentarios y en diversas universidades de América Latina.

Es presidente de la Editorial Clie, fundada por su padre.

Su trabajo en El Tesoro de David es colosal.

Ha traducido 103 Salmos.

Ha traducido largos comentarios de diferentes autores.

Ha escrito centenares de notas aclaratorias procedentes de investigaciones y de ideas propias. Especialmente las investigaciones le llevarían días, semanas, meses. Hablo como escritor, por experiencia propia.

Aquí tenemos el resultado. 103 Salmos a nuestra disposición para disfrutar de su lectura y poder utilizar en el ministerio de la predicación. Si en los años que le quedan de vida en la tierra Eliseo Vila no tradujera ni escribiera nada más, podría presentarse feliz en los umbrales del tercer cielo que encandiló al apóstol Pablo.

En la Biblia hebrea que tengo ante mí traducida al inglés en Nueva York, los Salmos ocupan un lugar preferente. Por otro lado, el eminente teólogo jesuita Rafael Arconada, doctor que fue en Sagrada Escritura, ya fallecido, dejó escrito en el cuarto tomo de La Escritura Sagrada estos pensamientos: “Es muy dudoso que exista en hebreo el uso inmediato de la rima. Lo que se presenta como tal son otras figuras del lenguaje”.

El primer volumen de El Tesoro de David tiene un prólogo de José María Martínez, ya vecino de San Pedro en las moradas eternas. Martínez fue un pastor consagrado, muy querido, autor de obras memorables, líder cristiano reconocido dentro y fuera de España. En dicho prólogo evalúa el libro que prologa con estas acertadas palabras: “El Tesoro de David es mucho más que un comentario sumamente apreciado. Puede decirse que constituye “una antología teológica” de la verdad cristiana, en la que se exponen las grandes doctrinas bíblicas relativas a Dios, sus atributos, su Palabra, su obra de redención, la resurrección y la segunda venida de Cristo, entre otras. A los propios comentarios de Spurgeon se añaden los de figuras de la Iglesia cristiana tan ilustres como Agustín, Crisóstomo, Atanasio, Lutero, Calvino, Bunyan, etc.

Dicen que dar consejos cuesta poco. Pues que poco cuestan voy a concluir este artículo con consejos prácticos a dirigentes de Iglesias.

A pastores. En los dos tomos de El Tesoro de David tienen ustedes un caudal de ideas que pueden serles de mucha ayuda en la guía de sus congregaciones.

A los ancianos de Iglesias. También ustedes están llamados por la Biblia a pastorear la grey que Dios ha puesto a su cuidado. Estos dos tomos pueden ser muy eficaces en el conocimiento de la psicología humana.

A los predicadores. Llega el jueves y aún no sabe de qué va a predicar el domingo. Los volúmenes de El Tesoro de David le solucionan el problema. En sus páginas encontrará los más completos bosquejos para sermones. El domingo usted brillará en el púlpito.

A los diáconos. ¿Tienen ustedes a su cargo clases de la Biblia en su Iglesia? ¿Le invitan a predicar de vez en cuando? ¿Se encuentra perdido, escaso de ideas? Abra cualquiera de los dos volúmenes de El Tesoro de David y hallará los mejores pensamientos para solucionarle el problema.

A todos los cristianos, miembros de nuestras iglesias. Puede que a ustedes les gusten los Salmos. Pero de una simple lectura no pueden penetrar la profundidad de su contenido. Estos dos volúmenes que estoy comentando les hará comprender el significado de cada uno de ellos.

A pastores, ancianos, diáconos y miembros en general de las iglesias les digo: En su biblioteca, sea escasa o numerosa, no deberían faltar los dos volúmenes de El Tesoro de David. Si su presupuesto no le permite el desembolso económico que supone, ahorre, pida prestado o negocie con su librería el pago en varios plazos.

Por ser Palabra de Dios los Salmos tienen un contenido espiritual de tal magnitud que enriquecen la vida del creyente. Tanto el dolor que sienten los perseguidos como el arrepentimiento que les taladra el alma son vividos por los cristianos de todos los tiempos como el anhelo de Dios y el deseo de una comunión más íntima con Él.

La poetisa chilena Gabriela Mistral, Premio Nobel de Literatura en 1945 escribió un emotivo poema a los Salmos, en el que confiesa: “¿Cuántas veces me habéis confortado? Tantas como estuve con la cara en la tierra”.

La lectura de los Salmos atrae al corazón el deseo de cultivar a fondo la vida espiritual, de rendir el alma a los pies del Eterno.