¡¿!Casete!?!
Aquella mañana, durante mi paseo matutino en el bosque, tenía al pueblo chino atrapado en un rincón de mi corazón (¡ni más ni menos!) Esto me sucedió al escuchar el relato conmovedor de la vida cotidiana de un viejo misionero chino quien arriesgó su vida compartiendo apasionadamente la buena nueva del amor de Jesús.
Lo que más me habló fue el amor que tenía por su pueblo, o mejor dicho eso me gritó. La historia la encontré en un casete* (
www.puertasabiertasal.org) tirado en el alboroto de mi taller.
(*información para los jóvenes: un casete es algo así como un CD** pero con cintas…) (**información para los niños: un CD es algo así como un MP3*** pero super voluminoso …) (***información para los recién nacidos: un MP3 es algo así como Xyzblbl pero con menos opciones)
Es demasiado, es demasiado…
Alivio mi carga a los oídos del Señor:
– ¿No podrías conseguir que se publique mi comic en China?
Lejos de todo
No sé si se dan cuenta, pero ¡es una locura pedir eso! Pues la ambición de los constructores-saqueadores quienes modelan los gustos de nuestra sociedad moderna no afectó (por el momento) mi pequeño rincón del Jura suizo. ¡Aquí estoy a un mundo de distancia de los poderosos editores que detienen el oscuro y “mágico” poder de publicación en China!
Aquí, en mis caminatas campestres, desde lo alto de sus años de vida, los pinos observan el paso del tiempo totalmente indiferentes ante nuestras preocupaciones efímeras (lograr publicar en China ¡jajaja eso les causa mucha risa!). La naturaleza destila una sabiduría sutil e infinitamente más rica, sino que pocos transeúntes tienen el privilegio de notarlo, porque para ello, tendrían que pararse. Pero todos corren hacia las ciudades, buscando atrapar el viento.
Aquí cerca del bosque, los más virulentos debates tecnológicos con los que me pueda cruzar son aquellos del viejo Simón quien vive en una caravana en los bosques, buscando entender este misterio irresoluble: ¿!?Cómo un buzón logró encajarse en el espacio tan reducido de su teléfono?!? (y encima ¡ni siquiera tiene cable!).
Pero, si yo estoy lejos de todo, Dios (con quien comparto todo, precisamente) Él por su parte conoce a mucha gente influyente…
Escucha
Conmuto mi atención en modo “escucha”… (He entendido que las voces graves y estruendosas para oídos sordos acompañadas con focos de 1000 Watts en plena cara no es lo suyo... hasta sospecho que Él sea un poco tímido…)
El milagro
De regreso en el taller, salgo de un bosque para entrar en otro (tengo una cantidad de plantas ahí). Riego una palmera o dos, me riego a mi mismo con un buen café, luego me abro un camino hacia mi mesa de trabajo, en medio de la creatividad que flota en el aire como una neblina tropical.
Enciendo la computadora, una cantidad de correos electrónicos se escapan de ella y se derraman en mi escritorio. (¡Qué bruta esa computadora! ¿!en qué selva electrónica se fue de parranda otra vez en la noche pasada?!). Entre los correos:
– Buenos días, soy china, me gustan mucho sus comics…
Momento de silencio…
– aaaah… te reconocí… eres tú Señor, cierto?
En fin, me puse en contacto con ella y el comic fue publicado en China.
Si, ¡pero no!
En China… ejem más precisamente en Taiwán.
Para ser honesto mi comic todavía no pasó la frontera de la gran China popular. Las ventas son super bajas y lo único que gano es la alegría de imaginar que pueda tocar algunas personas por allá… Sin embargo sigo con la esperanza de que pase la segunda frontera, de que el viejo siga en vida y que mi libro realmente llegue a tocar su pueblo…
Nueva oportunidad
Hace poco, un joven misionario de China llamó tocó en a la ventana de mi computadora, informándome que iba a presentar mi comic a un editor de Pekin. Casí simultáneamente llegó una visita inesperada: ¡La china Hélène con su familia en el umbral de mi puerta! (viven en París, pero de todos modos ¿¡es una locura verdad?!)
Ante el correo electrónico, se pusieron a orar, provocando la apertura de una nueva puerta para toda una nación en el mundo invisible.
Me sumerge la emoción; una vez más, puedo testificar que para sus proyectos los más espectaculares (¡porque lo va a ser!) mi Creador usa gente común y corriente. Ahora a esperar… Sé que de costumbre los editores contestan que no, pero me aferro, y quiero creer…
La joven China me escribió últimamente otro mensaje para Ustedes; me conmovió descubrir los detalles de las circunstancias… eso simplemente viene a demostrar que nada nuevo sucede sin un paso de fe.
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