Andavert y el X Premio Borrow, según Rubén Lugilde

Comparto mi blog con Rubén Lugilde, presidente de la Asociación Cultural  Evangélica Jorge Borrow, quien el pasado sábado entregó este preciado reconocimiento. El acto se celebró en el Aula Magna de la Facultad de Filología de la Universidad de Salamanca y se enmarco dentro del X Encuentro de Literatura Cristiana, que tuve el privilegio de coordinar. Este encuentro contó con el apoyo de TIBERÍADES, Red Iberoamericana de Poetas y Críticos Literarios Cristianos (A. P. A.)

ENTREGA DEL X PREMIO JORGE BORROW DE DIFUSIÓN BÍBLICA A D. JOSÉ LUIS ANDAVERT ESCRICHE

Querido José Luis, queridos amigos de la Palabra que sana, en esta mañana quiero compartir con todos vosotros una frase que uno de los mayores escritores cristianos de todos los tiempos, el antiguo rabino Saulo de Tarso, dirigió a una de las primeras comunidades de seguidores de Jesús, el Mesías: “que la palabra del Señor corra y sea glorificada” (2ªTes. 3.1)

Qué expresión más inspirada, que metáfora tan vívida: la Palabra desbordada y alcanzando a todo ser humano para transformar el mundo como ninguna otra cosa podría hacerlo. Esa visión ha impulsado a incontables generaciones a lo largo de la historia para dedicar sus vidas a la transmisión de la Palabra del evangelio. Y el reconocimiento a los hombres y mujeres que en nuestra generación son portadores de este testigo es el sentido del premio que desde hace diez años entrega la Asociación Jorge Borrrow.

¡Diez años ya! Quién podría haber adivinado la repercusión que esta iniciativa eficazmente coordinada por nuestro querido Alfredo ha llegado a alcanzar. Somos afortunados por poder honrar y reconocer a las personas que han recibido nuestro premio, a las que hoy se une D. José Luis Andavert Escriche, quien con todo merecimiento concentra en su labor la esencia de lo que Pablo escribía a los tesalonicenses: “que la Palabra del Señor corra”, ¡y sin duda José Luis ha contribuido para que corra, y mucho!

Diez años. Las efemérides nos deben ayudan a mirar hacia atrás no con nostalgia, sino para tomar impulso. La nuestra nos emociona, pero es una celebración menor en comparación con las que se condensan en este año, y que se entrelazan con la biografía de nuestro premiado.

Andavert y un ejemplar faccímil de la Biblia del Oso (foto MGala)

Hace 450 años un antiguo monje sevillano que había redescubierto el mensaje reformador de la Palabra, Casiodoro de Reina, conseguía culminar la obra de toda una vida: la publicación de una Biblia completa traducida de los idiomas originales. ¡Y la suya fue una vida para ser novelada o convertida en una serie de éxito! Esa traducción de Casiodoro, la llamada “Biblia del Oso” que aquí nos acompaña, se ha convertido en el símbolo más representativo del cristianismo evangélico de España e Hispanoamérica. Y sigue siendo la base de las traducciones bíblicas más difundidas en castellano. Afortunadamente ya no estamos en los tiempos recios de reformas, contrarreformas e inquisiciones. Nuestro premiado no ha tenido que bregar con obstáculos como los de Casiodoro, pero seguro ha conocido las dificultades y desafíos de promover la revisión, traducción a diversas lenguas y distribución de la Biblia desde su tarea al frente de la Sociedad Bíblica en España durante más de tres décadas (1986-2018). Gracias a Dios por ello. ¡Cuánto necesitamos personas con esa vocación!

Al igual que Casiodoro, José Luis no ha sido solo un destacado “difusor”, lo cual ya sería bastante, sino un estudioso, un pastor y maestro en las diferentes iglesias en las que ha podido desarrollar su labor. Porque la Biblia no es un producto editorial, sino un agente transformador y central en la vida de cada persona que se acerca al Señor de la Palabra. Tu formación teológica y vocación pastoral así lo acreditan.

Pero hay más que celebrar: hace 150 años en España se hizo realidad la promesa que el general Prim hizo al pastor y posterior primer obispo de la IERE Juan Bautista Cabrera: “Desde hoy en adelante habrá libertad en nuestra patria, verdadera libertad: ya concluyó la tiranía. Cada hombre será dueño de su conciencia, y podrá profesar la fe que mejor le parezca. Ustedes … están en libertad de entrar en España con la Biblia bajo el brazo, y predicar las doctrinas en ella contenidas.” (Algeciras, 23 de septiembre de 1868). La primera revolución verdaderamente democrática, la gloriosa, abrió las puertas a que la Palabra corriera y fuera glorificada, portada bajo el brazo y en alto por los muchos colportores que al amparo de la efímera libertad de cultos de la constitución de 1869 recorrieron España, siguiendo las huellas que décadas antes iniciaran personas como Jorge Borrow y los sucesivos agentes de la Sociedad Bíblica. Fue efímera, sí, pero imparable. Y ello a pesar de que hace ahora ochenta años de nuevo la libertad se evaporó entre sangre y fuego. Y con su ausencia la Palabra dejó de correr, pero no de caminar. Las iglesias evangélicas sufrieron entonces el regreso de la intolerancia, que siempre acecha no lo olvidemos, con diferentes signos y colores.

Alencart, Lugilde, Andavert y Miguel Elías, tras la entrega del reconocimiento (Foto MGala)

La Biblia bajo el brazo, que imagen tan descriptiva. No es la Biblia idolatrada, como algunos han malinterpretado en ocasiones. Son los portadores de la Palabra, los que saben que entre sus frágiles páginas se encierra el tesoro que nos conduce a la Vida. Así te imagino José Luis, con la Biblia bajo el brazo, defendiendo el derecho de los protestantes a ser y estar en esta España democrática, representando institucionalmente a esta diversa y compleja familia de cristianos durante tus años de presidente de la FEREDE (2011-2015). ¿Darán esos años para un libro de memorias? No debieron ser fáciles, pero sin duda tampoco fueron estériles.

La convicción de que esa Palabra cambia las vidas se muestra también otras tareas como tu dedicación a la defensa de la libertad religiosa, el conocimiento teológico o la implicación en la justicia social a través de la ONG World Vision (2011-2015) entre otras iniciativas. Pero permíteme concluir con unas palabras tuyas en una entrevista con motivo de tu despedida al frente la Sociedad Bíblica: Mi pasión es pastoral. Soy un pastor bautista que fue invitado a dirigir la Sociedad Bíblica sin saber mucho donde me metía, pero me he dedicado a todo el pueblo evangélico español, e incluso más. He trabajado también entre parroquias y comunidades católicas animándoles a descubrir la Palabra de Dios. Ha sido la pasión de estos 32 años, que la Palabra de Dios corra y sea glorificada. (Protestantedigital)

Querido José Luis, por esa pasión, por toda una vida dedicada a la enseñanza y divulgación de la Palabra, y en este aniversario de la Biblia del Oso, nos complace hacerte entrega de este décimo Premio Jorge Borrow de Difusión Bíblica.

Rubén Lugilde Yepes, presidente de la Asociación cultural evangélica Jorge Borrow.

Aula Magna de la Facultad de Filología

Salamanca, 6 de Abril de 2019