Un simple CD

Durante una de mis giras por Francia, me encontré con un evangelista, (cristiano totalmente iluminado que va anunciando el Evangelio por todos los rincones…), y su mujer.

Cuando por casualidad les digo mi nombre en medio de la conversación, se quedan callados (eso sienta muy bien, pero es inquietante…) Sus miradas fijas en mí retienen una viva emoción que no me explico:

- ¿Tú eres el tipo del CD? ¿De verdad eres tú?

- Pues … Sí que tengo tengo un CD con mi testimonio, pero...

- ¡¡¡SÍ, Es él!!!

Insiste la esposa de mi interlocutor mostrando el CD que encuentra en mi stand.

Ahora solemne, el hombre me mira fijamente a los ojos:

- Hace años que doy testimonio a los rechazados de la sociedad, a drogadictos, homosexuales, parias, prostitutas, vendedores de coches, violadores, etc.…

Les hablo de lo mucho que Dios les ama y siempre les doy tu CD… ¡Muchos se han convertido! (convertido: es recomenzar la vida de cero con Jesús; vaya, como hacer un reset).

Me cuenta que hará como unos cuatro años, en la ciudad de Argenta (en Normandía), le regaló el CD a un vendedor de droga. Después de escucharlo, todas las lágrimas de su cuerpo se escaparon de su prisión emocional y con una sencilla oración, dio su vida a Dios.

Tomó los 50 kilos de droga que le quedaban y fue a entregarse a la comisaría de policía más cercana y les entregó también 25.000 € que tenía en su cuenta corriente. Los policías no creían lo que estaban viendo. ¡Le aconsejaron que contratara un abogado porque corría el riesgo de ser condenado a seis años de prisión! pero él les contestó:

- No, Jesucristo será mi abogado.

Le condenaron a tres meses de libertad vigilada…

El juez, impresionado también se convirtió.

Hoy el joven es un cristiano comprometido con una iglesia de otra ciudad de Francia.

Qué locura ¿verdad?

Historia del CD

Le di a un chico que estaba de paso por mi taller, uno de los 10 ejemplares del CD que me dieron a la salida de una iglesia en donde había hablado, (tuvieron la rara ocurrencia de grabarme). Lo escuchó en su coche y en cuanto llegó a su casa, me llamó:

- ¡Me ha hecho reír y llorar, quiero que mucha gente también lo pueda escuchar!

Y financió la edición de 5000 CDs.

(Y es así como un simple CD con el testimonio de un simple tipo se ha convertido en una semilla de vida).