El presbiterianismo en Tabasco según Cuauhtémoc Angulo (I)

El pasado 31 de enero se presentó nuevamente el extenso volumen de Cuauhtémoc Angulo Pineda, Los presbiterianos en Tabasco: historia de una revolución silenciosa, impreso en julio de 2014 bajo el sello de Sinergia Presbiteriana Reforma 500, un organismo surgido con la intención de celebrar y promover los 500 años de la Reforma Protestante desde ahora hasta 2017. Este enorme libro (462 pp.), escrito contra viento y marea, ha corrido la suerte de otros insignes esfuerzos por rescatar las raíces eclesiales del presbiterianismo mexicano, es decir, ha tenido que ser elaborado prácticamente como una “edición de autor”, un fenómeno muy común en el interior del país, pues las editoriales, eclesiales en este caso, y para ser más concretos, Publicaciones El Faro, la casa de publicaciones oficial de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México (INPM) muestran muy poco interés en llevar al público obras como la que aquí reseñamos. Inmediatamente vienen a la memoria los libros históricos dados a conocer por Alberto Rosales Pérez, quien costeó su edición sin recibir el apoyo de las instancias correspondientes.

Angulo Pineda, licenciado en Teología con estudios de posgrado, pastor presbiteriano y profesor de larga trayectoria, ha sido recientemente ministro de Educación de la INPM y últimamente está impulsando las celebraciones y los estudios relacionados con el 500º aniversario de la Reforma Protestante. “No soy historiador”, dijo en la presentación llevada a cabo en la Biblioteca Gregorio Méndez de Villahermosa, la capital tabasqueña; no obstante, el esfuerzo realizado para describir la llegada, desarrollo y establecimiento de la iglesia presbiteriana en esa entidad implicó una investigación ardua en las fuentes directas. Tal como lo afirma Moisés Zapata en el prefacio: Cuauhtémoc “no ha ahorrado esfuerzos […] con tal de localizar y entrevistar a los protagonistas o, a falta de ellos, a las personas que los acompañaron o escucharon de viva voz el relato de los acontecimientos”. Por ello, podría decirse que se trata de una sólida reconstrucción de “historia oral” sobre los fenómenos descritos, basados todos en la persistente idea de rastrear a conciencia el extendimiento de las iglesias presbiterianas.

Hay que puntualizar, sobre todo para los lectores del extranjero, que Tabasco y Chiapas, entidades del sureste mexicano, son algo así como el bastión de la presencia presbiteriana en México, debido a muchas causas, pero en el caso de Tabasco, a su peculiar historia que quedó marcada por la gubernatura del caudillo Tomás Garrido Canabal (entre 1923 y 1935), colaborador directo del presidente Plutarco Elías Calles (1877-1945), quien debió enfrentar fuertes conflictos con la iglesia católica debido a su anti-clericalismo, los cuales desembocaron en la llamada “guerra cristera” (1926-1929). Mucho de esta historia la contó el escritor católico inglés Graham Greene, enviado por una publicación confesional para documentar la problemática del momento. Fruto de ese trabajo son sus libros Lawless ways (Caminos sin ley, 1938, reeditada en México por el Conaculta en 1997), prohibida durante mucho tiempo en el país, y la magnífica novela El poder y la gloria (1940, de la cual hay una versión cinematográfica, El fugitivo, 1947, protagonizada por Henry Fonda), que describen la persecución religiosa.[1]

Estos sucesos contribuyeron, ciertamente, a fortalecer la presencia protestante en el estado y un fuerte triunfalismo en las comunidades evangélicas con el paso del tiempo, el cual ha evolucionado a formas no ajenas al comportamiento institucional de las mayorías religiosas advertido por los sociólogos en otros países. Angulo ha venido a sumarse y a complementar, con este libro, el trabajo de Charles Bennett, quien indagó la misma historia y publicó el volumen Tinder in Tabasco: A study of church growth in tropical Mexico (Eerdmans, 1968), cuya versión abreviada apareció en español bajo el título Pantano ardiente: la iglesia presbiteriana en Tabasco, 1881-1960, en 1989. El historiador alemán Hans-Jürgen Prien, por su parte, se refirió a dicho crecimiento numérico como sigue: “Es un fenómeno bastante único en América Latina el que una iglesia protestante histórica como la de los presbiterianos conozca un crecimiento mediante las conversiones en masa entre la población sencilla, como es el caso de los ladinos de Tabasco, Chiapas y Yucatán, hasta el punto de que, sólo en Tabasco, hay 5 000 miembros comunicantes y el Sínodo del Golfo, con 19 000 miembros, constituya más de la mitad de los miembros totales de la iglesia”.[2] Estos datos corresponden a fines de la década de los 60.

Jean-Pierre Bastian también ha hablado en incontables ocasiones de las causas del crecimiento evangélico en la Chontalpa tabasqueña, ubicando esta región como parte de la geografía de la heterodoxia religiosa en México a fines del siglo XIX en el marco de la oposición a la dictadura de Porfirio Díaz.[3] Por ello, en este nuevo libro se echa de menos un intento de reconstrucción histórica del contexto tabasqueño en la primera mitad del siglo XX, aun cuando los datos eclesiásticos se ubican cronológicamente y eso permite cierta apreciación de los mismos. También debe decirse que, sin lograr salir de una visión casi hagiográfica, sobre la que tantas veces ha advertido Bastian como un riesgo para escribir la historia de estos grupos y movimientos, es posible advertir la manera en que personajes como el general Ignacio Gutiérrez o el pastor y misionero José Coffin contribuyeron a configurar un nuevo rostro religioso para la sociedad tabasqueña, especialmente en la cuarta parte del libro, pero sin conseguir salir del esquema eclesiocentrista.

El día de la presentación del volumen, Ariel Corpus mostró las estadísticas más recientes sobre la presencia presbiteriana en Tabasco: “Tabasco brinda la segunda mayor cantidad de presbiterianos en el país (88 740) tan sólo por debajo de Chiapas (223 707)”.[4] En la siguiente entrega pasaremos revista a las cinco secciones de este libro singular: Los primeros presbiterianos en América y Tabasco; Los presbiterios en México, el Presbiterio de Tabasco y las instituciones presbiterianas; Los pastores tabasqueños; Líderes presbiterianos y su influencia social; y Algunas iglesias presbiterianas del siglo XX.

[1] Cf. Tomás Bernal Alanís, “Dos miradas sobre México: Graham Greene en el horizonte”, en Tema y variaciones de literatura. La mirada extranjera sobre México. México, Universidad Autónoma Metropolitana, núm. 11, semestre 1, 1998, pp. 83-98, http://espartaco.azc.uam.mx/UAM/TyV/11/221786.pdf.

[2] H.-J. Prien, Historia del cristianismo en América Latina. Salamanca-São Leopoldo, Sígueme-Sinodal, 1985, p. 778.

[3] Cf. J.-P. Bastian, “Una geografía política de la oposición al porfirismo. De las sociedades de ideas al origen de la revolución de 1910”, en Manuel Miño Grijalbo, dir., Cincuenta años de investigaciones históricas Cincuenta años de investigaciones históricas en el Centro de Estudios Históricos de El Colegio de México. Mexico, El Colegio de México, Centro de Estudios Históricos, 1991, pp. 397-422 (especialmente la p. 407). Cf. Carolina Rivera Farfán, “Abriendo brecha con la palabra de Dios. Cristianos no católicos en el sureste de México”, en Travesías de la fe. Migración, religión y fronteras en Brasil/México. México, Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, 2009, pp. 19-64, http://repositorio.cesmeca.mx/bitstream/cesmeca/123/1/Traves%C3%ADas%202.pdf

[4] Ariel Corpus, “La ubicuidad de la religión, lo religioso y la religiosidad en México: los escenarios rumbo a los 500 años de la Reforma Protestante”, texto inédito presentado en el Simposio religión y sociedad en México. Perspectiva reformada, Villahermosa, Tabasco, 31 de enero de 2015, pp. 2, .