Don Audelino González Villa(2) mas conocido y recordado que Moisés Calvo y mas próximo a nosotros, tendrá otra semblanza aparte en protestante digital. Estos nombres citados han vivido intensamente su profesión veterinaria y han hecho de ella un estilo de vida que reflejaba el ser cristiano y morir si es preciso por ello. Por eso encerrar en unas líneas la peripecia humana de estos creyentes, resulta casi un oprobio sino fuera que lo hacemos con todo el aprecio.
La biografía que resumen Miguel Cordero del Campillo y José Manuel Pérez García dice que “Moisés Calvo Redondo (Madrid, 1883-1954), hijo y hermano de veterinario, terminó sus estudios en la Escuela de Madrid (1900), ejerció algún tiempo en la provincia de Toledo y como Inspector de Carnes de Hortaleza (Madrid).
A partir de 1904 inicia su carrera docente, logrando la plaza de Prof. de Fragua en la Escuela de Zaragoza (1908), la cátedra de Patología quirúrgica, Cirugía y Obstetricia de Santiago de Compostela (1917), la de Histología normal, Patología general y Anatomía patológica de León (1921) y la misma cátedra de la Escuela de Zaragoza (1923), desde la que pasó a la de Patología médica, Terapéutica y Medicina legal (1926).
En 1931 fue nombrado Consejero de Fomento y en 1932 disfrutó de una pensión de la Dirección General de Ganadería, para estudiar el cooperativismo agrario en Dinamarca y otros países.
Al comenzar la guerra civil (1936) fue desposeído de su cátedra, por ser republicano y pertenecer a la Iglesia Evangélica Española, se refugió en León y sobrevivió dando clases preparatorias a alumnos de bachillerato y con el apoyo de sus correligionarios y de algunos veterinarios. Se le concedió la pensión al llegar a la edad reglamentaria (1950).
Don Moisés mantuvo sus creencias con absoluta fidelidad, sin aceptar componendas que le hubieran llevado a la recuperación de la cátedra, y gozó del respeto de cuantos lo conocieron.
Publicó un volumen de
Materia médica veterinaria (Zaragoza, 1929), una monografía sobre el
Desarrollo del cooperativismo en Dinamarca (Madrid, 1931),
Cooperativismo integral en el porvenir Cuenca, 1935) y trabajos originales y traducciones de artículos aparecidos en revistas francesas, inglesas y alemanas, en las revistas veterinarias españolas”.
Sin embargo lo que mas nos interesa es la historia netamente evangélica. Los datos que nos aporta Rodolfo González, que vivió en contacto con don Moisés y doña Regla su esposa, resultan interesantísimos. El padre de Moisés Calvo, Teodoro Calvo y Alonso nacido en Coreses (Zamora), se convirtió a la fe evangélica tras escuchar la predicación del ex-sacerdote católico Cipriano Tornos, confesor de Isabel II, que abrazó la fe evangélica, alcanzando fama de brillante orador, particularmente con su sermón sobre “Las Siete Palabras de Jesús en la cruz”. Cipriano Tornos abrió colegios que alcanzaron alta reputación, a los que acudieron los hermanos Calvo Redondo”
Su carrera como docente llegó a las máximas cotas, pero la Guerra Civil supuso para Moisés Calvo un duro golpe al ser republicano o, de no serlo, al estar próximo al político y profesional Félix Gordón Ordás. Estaba en esos días en Zaragoza y tuvo en verdadero peligro su vida, hasta el punto de que fueron los jefes de la escuadrilla aérea de la Legión Cóndor con base en Zaragoza, los que acudieron en su defensa. En Zaragoza su esposa, Doña Regla, estaba al frente de las Escuelas Evangélicas y ambos tuvieron que dejar su obra y venirse para León.
En León encuentran el cariño y la ayuda que necesitaban, aunque las apreturas económicas fueron muchas. Su amigo Audelino y la Iglesia Evangélica le suponen un descanso en medio de la presión política. La presión religiosa hace lo mismo conminándole a retractarse de ser evangélico pero su fe no vaciló ni un instante. Cuando doña María Regla Franchêlli Martín enfermó y perdió la memoria, se trasladaron a Madrid, falleciendo ella en 1953 y don Moisés en 1954.
(1) http://www.colvet.es/aehv/pdf/Libro%20de%20actas%20Olivenza.pdf
(2) Misma Web: Audelino González Villa(1901-1984) Un veterinario evangélico ejemplar Miguel Cordero del Campillo
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