Tomás Bertran i Soler

Nació en Barcelona en el año 1791. Se desconoce la fecha de su muerte, aunque debió ser posterior al año 1859. Era de familia burguesa. En uno de sus viajes a Londres se convirtió al protestantismo. Otros autores amplían el dato a que “había sido educado en el protestantismo”. Hacia el año 1835 estaba considerado como uno de los dirigentes del partido liberal, teniendo como compañeros más directos a Pascual Mádoz y Ramón Xauradó.”

Los protestantes nacidos en esta época, muchos de ellos conocieron el evangelio en exilio de Londres y estaban formados en el liberalismo, pero no eran exacerbados anticlericales aunque diga Cesar Alcalá (1) que Tomás Bertrán i Soler era: protestante, anticatólico, moralista liberal y francmasón. “Su pensamiento político –sigue diciendo- puede sintetizarse con cinco palabras: libertad, tolerancia, igualdad, instrucción y justicia”, lo cual implica un sentido moderado y tolerante hacia el catolicismo. Cierto es que la mayoría eran masones según afirma Jose A. Ferrer Benimeli, por lo que hay siempre un alo de misterio en estos protestantes del siglo XIX a los que ya había señalado Menéndez y Pelayo y Juan Bautista Vilar ha continuado su estudio.(2)

Según un artículo de Albert Ghanime (3), Bertran ya había sido un personaje literario en la pluma de Pío Baroja y ahora objeto de estudio historiográfico por el profesor Carlos Seco Serrano en los documentos de la Diputación General de Cataluña de la que fue el primer presidente. También se ha publicado un trabajo de Joan Camps i Giró sobre “La guerra dels Matiners i el caatalanisme politic (1846-1849) sobre la reflexión catalanista de Bertran, que sin tapujos era independentista, pero pacífica. Así lo expresa Bertran en el “Itinerario descriptivo de Cataluña”(1847): “El carácter de los habitantes (de Catalunya) es naturalmente pacífico y entusiasta por la libertad: todos tienden a la independencia, y sólo la necesidad o el miedo de experimentar mayores perjuicios les indujo a sufrir un yugo extraño. La Cataluña se halla en la misma posición que los irlandeses” Y también hace un retrato de los catalanes, aunque lo haga en castellano, bastante ajustado a los tópicos actuales. “Tienen los catalanes pasiones violentas, y se arriesgan para satisfacerlas: el amor a las riquezas y el deseo de su bienestar dirige su industria, y con ella consiguen en parte su independencia; y los obstáculos que les opone el concurso de muchos les obliga a emigrar de su país natal (...). Aman los catalanes con vehemencia; y agradecidos a los beneficios son temibles en sus venganzas cuando se les agravia injustamente: estiman mucho su honor y su palabra; y entusiastas por la libertad, que es la pasión que domina al hombre industrioso y activo, han tenido que sostener terribles luchas: porque, puestos en la necesidad de sucumbir bajo el yugo extranjero, desde que perdieron su nacionalidad (...) siempre se han adherido a aquellos príncipes que mayores garantías les prometían. Su odio es implacable; y en los asuntos políticos, cuando se pronuncian por un partido, no es fácil obligarles a ceder”

El 24 de septiembre de 1848 se constituye la Diputación General de Cataluña, de la que se puede decir que representa el sentido de su acción política, aunque esta reivindicación nacionalista estuviese animada por el pensamiento político contra la España colonial y mas concretamente por las luchas de los pueblos de África situados al sur del Sahara. En este pensamiento, no solo antiesclavista, (desde el que lucho el gran orador Antonio Carrasco, evangélico español de primera fila) sino el llamado pensamiento “progresista” es en el que insistió Bertran i Soler contra la empresa colonialista española en Marruecos y Cuba.

Sin embargo sobre su pensamiento religioso y su conversión en Londres, hay pocas referencias hasta ahora. Eran tiempos de superstición de los que el reformita Jovellanos criticaría duramente en “El Censor” y de los que Bertran i Soler también escribiría en estos términos: "Son innumerables las fábulas que imaginó la poesía y aceptó la credulidad con respecto al profundo lago que se halla á la mitad de la altura de esta última montaña; y autores graves y los mas, eclesiásticos, han tenido la debilidad de estampar en sus escritos el relato de estupendos prodigios, que el vulgo inventó, suponiendo que debajo de aquella laguna hay un palacio que habitan los demonios, que no sirvieran poco para embrutecer y aterrorizar á los sencillos habitantes de aquella comarca".(1847)

En 1843 Jaime Balmes se opondría con dureza al sentimiento independentista, “el cual siempre aparecía en tiempos de desesperación”, pero lo cierto es que la Diputación de Bertran i Soler fue el órgano de gobierno representativo de Cataluña, aunque no fuese apoyado por todos los partidos, siendo solo un mero intento de gobierno independiente de España.

---

(1) Revista ARBIL nº 80 La Diputación Catalana de Tomás Bertran i Soler
(2) Hemos buscado estas referencias en Historia de los heterodoxos españoles de Menéndez y Pelayo y en obras de Juan Bautista Vilar como Un siglo de protestantismo en España, y no hemos hallado ninguna referencia, sobre el protestante Tomas Bertran i Soler, aunque Benemeli haga esta alusión
(3) Según su libro “PENSAMENT POLÍTIC I ACCIÓ REVOLUCIONÀRIA DE TOMÀS BERTRAN I SOLER, 1835-1840”

	Artículos anteriores de esta serie:
	1		Luis Vidart Schuch (1833-1897)