En el libro de Proverbios 25.2 se dice que
“Es gloria de Dios ocultar una cosa y gloria de los reyes escrutarla” Podríamos decir que no solo los reyes, sino todos los hombres pueden entender a Dios por las cosas creadas y muy especialmente los científicos. Estos, como dice el astrónomo Chet Raymo, con la nueva Historia de la Ciencia podrán conocer el mundo y anticipar su futuro, porque “hemos abandonado la época de los milagros, pero no la capacidad de sorprendernos por el misterio. Nuestra pretensión de encontrarnos con lo Absoluto va de la mano de nuestra búsqueda de respuestas. Somos científicos peregrinos, encaramados al pretil de la eternidad, curiosos y atentos”.
Según Enrique Miret Magdalena, mas conocido como teólogo, pero también biólogo, “la reflexión científica hace más razonable que uno piense que existe Dios que lo contrario” porque “no hay ninguna competencia entre las leyes naturales y la existencia de Dios, porque Dios no hace, no crea, no interviene, simplemente es el fundamento del universo”. Miret Magdalena, como vemos en estas palabras suyas, deja a Dios inactivo, inerte, sin preocupaciones creadoras, aunque lo coloque como fundamento del universo. Pero este sería un mal menor que corre parejo al concepto de la teoría de la evolución que la iglesia católica ha aceptado. Lo que los científicos en su mayoría reconocen es que el avance y conocimiento del cosmos conduce inexorablemente a Dios.
El físico de la Universidad de Adelaida, Paul Davies considera simplista el desterrar de un plumazo la creencia en la inteligencia creadora y dice mas “Pertenezco al grupo de científicos que no suscriben ninguna religión convencional, pero niegan que el universo sea un accidente incuestionable. Creo que el cosmos está ensamblado en una dosis de ingenio tan sorprendente que no puedo aceptarlo simplemente como un hecho brutal. Ha de haber un nivel más profundo de explicación. Si uno quiere llamar Dios a ese nivel, es una cuestión de gusto y de definición.”
Tambien
es cierto que muchos investigadores no creen en Dios, aunque algunos, que dicen no creer, lleguen a entender a Dios como fundamento creador solamente y no como un Dios personal. Algunos como Matthieu Richard biólogo famoso del Instituto Pasteur, han tenido una conversión de la ciencia a la religión, (mas concretamente en el caso de Matthieu convertido al budismo, dejando la investigación para hacerse monje budista,) porque “la carrera científica fue el resultado de mi pasión por el descubrimiento pero creo firmemente que por sí misma es incapaz de resolver las cuestiones fundamentales de la existencia”
El mismo Dalai Lama se ha involucrado en el saber científico y ha compartido con investigadores eminentes en mecánica cuentita o neurobiología y aunque no comparta ese poder de la ciencia, ha dicho que existen elementos muy fuertes de incertidumbre y no esencialidad.
Pero el que mas se ha involucrado como defensor del método científico y en contra de “ los prejuicios religiosos” es Richard Dawkins, biólogo evolucionista, que ha considerado superflua y funesta toda intromisión de misterios como los creados por las religiones.
Su posición es que el universo ya tiene las suficientes dificultades de comprensión como para crear otras nuevas. Dice Dawkins: “ Es genuinamente misterioso, bello e imponente, mientras la visión cósmica de las religiones tradicionales me parece endeble. El suyo es un universo medieval, estrecho y limitado. La vida o bien es darwiniana o bien es algo desconocido, pero Dios no sirve para explicarla”.
El conocido Carl Sagan, en una ocasión que se reunió con la creyente de grandes conocimientos cientificos, Joan Campbell, Presidente del Consejo Nacional de las Iglesias de Estados Unidos, le preguntó: “Usted que es tan inteligente... ¿cómo es posible que crea en Dios?”.
Ella, tras mostrar su asombro por la forma en la que los astrónomos se convencen de la existencia de cosas invisibles como los agujeros negros,
contestó: “Usted, señor Sagan, que es tan inteligente... ¿cómo es posible que no crea en Dios?”.
Sin embargo podemos darnos cuenta que el Dios de los cientificos, no es tanto un ateismo razonado sino militante para forzar y dar a entender que su Dios no es antropomórfico, pero que es digno de adoración y seguir siendo significado y consuelo para las vidas de los hombres.
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