En 1956 Coe impuso las manos a un niño poliomielítico y la madre quitó las abrazaderas que sujetaban sus piernas. Al hinchársele las piernas ella lo llevó al doctor quien ordenó poner de inmediato las abrazaderas y mas tarde Coe sería acusado de practicar la medicina sin licencia, aunque al final el juez desechó el caso. Luego de la muerte de Coe, su viuda publicó una serie de artículos exponiendo el fraude en las campañas evangelísticas de sanidad.
Otro de los hombres importantes y famoso evangelista de la teología de la lluvia tardía y por tanto también sanador fue Charles Price (1880-1947). Una vez recibido el “Bautismo del Espíritu” comenzó en 1922 las cruzas de sanidad por todo el mundo. En 1923 un grupo de profesores, médicos, abogados y ministros siguieron cuidadosamente a Price las cruzadas de sanidad en las que se decía habían sido sanadas mas de 350 personas. De este total, e 301 sanados no experimentaron ningún cambio físico y por tanto seguían con la enfermedad, 31 habían muerto en el espacio de seis meses a estas cruzadas, 5 llegaron a estar locas y otras 5 parecían o aparentaban estar curadas de “trastornos nerviosos” (D. Richard Wolfe, “Sanidad de Fe y Fe Sanadora)
Pero en la década de los 50, los evangelistas de sanidad Pentecostales manejaban cifras de centenares de sanados en las reuniones de Jamaica, del mismo modo que se repetían a África, Asia y Sudamérica. En 1962 G.H. Montgomery, junto a la viuda del sanador Jack Coe, Juanita, expuso el fraude con detalles como este. “Algunos de esos mismos evangelistas reportaron que literalmente cientos de personas sordas fueron sanadas y recibieron su audición en las reuniones de Jamaica. Ahora bien, sucede que nosotros tenemos una hija misionera en Jamaica que trabaja exclusivamente con personas sordas. En cinco años de trabajo con esas personas, ni ella ni sus colegas han encontrado siquiera una sola persona que fuera sanada de sordera total” (Harrell,
All Things Are Possible, p. 142).
En 1984 el evangelista Duncan Leigton, siguió al equipo de Dereck Prince a través de Zambia donde miles de milagros de sanidad se habían realizado, pero por mas esfuerzos que Leighton hizo por documentarlas todo resultó infructuoso. Ya un misionero doctor por los años 40 había seguido los relatos de sanidades milagrosas en África había comentado: “Yo no he encontrado un simple caso de indudable cura probada por examen médico de la condición clínica antes y después de la supuesta sanidad” ((Leighton,
Señales, Uno se Maravilla, citado en
La Epidemia de Sanidad p. 219).
LA RENOVACIÓN CARISMATICA CATOLICADavid Duplessis (1905-1987) es un hombre clave en la historia del movimiento pentecostal al hacer que los católicos romanos pudiesen ir juntos en un ecumenismo ejemplar. Duplessis había aprendido en cabeza propia como sus padres habían sido excluidos de la iglesia Reformada Holandesa en Sudáfrica por haber aceptado las doctrinas del avivamiento milagroso de la “lluvia tardía”, la sanidad en la expiación , el bautismo del Espíritu Santo y la evidencia de las lenguas.
Los padres de David Duplessis no solo eran predicadores pentecostales, sino que vivían la sanidad rehusando a los médicos y aún a los veterinarios para sus animales, llegando ser encarcelado por causar la muerte innecesaria a ganado contagiado.
En 1936 Smith Wiggleswoth profetizó que él sería uno de los instrumentos de Dios en el ecumenismo mundial y en 1950 ya estaba inmerso en esta tarea ecuménica. Viajó extensamente y llegó a ser amigo de líderes modernistas del Consejo Mundial de Iglesias, llegando a participar en la segunda asamblea del Consejo en 1954 y en 1961. Fue al Vaticano a hablar personalmente con el papa Juan XXIII y fue el único pentecostal invitado a la clausura del Concilio Vaticano II.
En su autobiografía él da testimonio de que su corazón se quebró y literalmente lloró durante una misa católica. (
Un hombre llamado Mister Pentecostés) También que en un encuentro con 24 líderes ecuménicos modernistas en 1956 sintió tal amor y compasión por esos líderes eclesiásticos “que yo mas bien habría muerto por ellos que dictarles sentencia”.
También comenta de las poderosas experiencias en una misa en el Vaticano II y de cómo fue depurado de la suspicacia sobre la doctrina católica. Ya de joven había pretendido ser guiado por Dios a través de las “lenguas” hacia el movimiento ecuménico “... la luz se encendió. Yo estuve hablando a Dios en lenguas, y Él estuvo hablándome de vuelta en mi mente. Comencé a encontrar bellas revelaciones de ese modo. ....Orar en lenguas probó ser un maravilloso paso en abrirme paso hacia afuera de tal punto muerto [en no ser hábil para discernir la voluntad de Dios]. Yo meramente oraría en lenguas, y si la idea se mantenía firme, entonces yo sabría que ella era real”.
No sabemos si es inocencia o ignorancia espiritual lo que le fue guiando de engaño en engaño y de la confusión acerca del ecumenismo radical que el practicaba, pero no sería hasta 1980 que las Asambleas de Dios no rehabilitaron su ministerio y le hicieron entrar en cordura.
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