Los conferenciantes todos conocidos como Jack Hayford, Pat Robertson, Stefhen Hill, John Kilpatrick, Cindy Jacobs, John Arnott, Steve Strang, Richard Roberts, Michael Scanlan, Tom Forrest, Thomas Trask, y Rick Joyner.
El punto fundamental del encuentro giraba en torno a la unidad ecuménica y reflejaba ese microcosmos de ideas e ideales que además de hacerlo atractivo, se hace también extremadamente peligroso por su “confusión”. Esta es quizás la gran preocupación actual del Neopentecostalismo, porque una definición sobre “evangelio” o “salvación” con la necesidad de nacer de nuevo, podría destruir la unidad ecuménica con decenas de denominaciones participantes.
Debemos tener en cuenta que
los orígenes del pentecostalismo en la Iglesia Católica de Norteamérica tienen su origen de la experiencia del derramamiento de los dones del Espíritu, en un retiro que tuvieron profesores y estudiantes en la Universidad de Duquesne, en Pittsburgh en 1967. En muy corto tiempo se extendió a la Universidad de Notre Dame, en Indiana, y a la Universidad del Estado de Míchigan. Según Adele González, “él liderazgo de estos grupos se estableció en South Bend, en Indiana, y en Ann Arbor, en Míchigan. A partir de ese momento, un grupo de sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos formaron un equipo promotor nacional encargado de organizar actividades y diseminar información sobre el movimiento carismático católico. Su crecimiento comenzó a atraer la atención de los líderes eclesiásticos, entre ellos al cardenal Joseph Suenens, de Bélgica, quien habló con gran entusiasmo de la experiencia carismática, y escribió el libro ¿Un nuevo Pentecostés? El papa Pablo VI reconoció oficialmente la Renovación Carismática cuando recibió a los 10,000 participantes del Tercer Congreso Internacional, en Roma. A partir de estos años, y a pesar de su reputación como un movimiento de origen pentecostal y protestante, el movimiento carismático comenzó a echar raíces profundas que siguen dando frutos.
Uno de los conferenciantes al Celebrate Jesús 2000 fue el sacerdote católico Tom Forrest, que vive en Roma y ha estado al lado del recientemente fallecido Juan Pablo II colaborando en los planes de evangelización. La descripción de evangelismo que este sacerdote tiene, ilustra la confusión que rodea al movimiento ecuménico-carismático ya que él manifiesta evangelizar a través de las calles de Roma “rezando el rosario” para las personas con las que se cruza. También decía que él alaba a Dios por el Purgatorio, porque no podría entrar en el Cielo sin haber purgado sus pecados. ¿Qué significa para él la obra expiatoria de Cristo? Lo ignora olímpicamente, porque no puede entender que el sacrificio de Cristo ha hecho perfectos para siempre a los santificados, como se encuentra en Hebreos. El no entender esto hizo que la mitad de los asistentes se pusieran de pie a la pregunta de si no eran salvos, hiciesen con él una oración a Dios por el perdón de sus pecados y ser salvos. ¿Es que acaso no eran salvos en Cristo ?
Sin embargo
en esta Conferencia se buscaba la unidad por encima de todo . Los católico-romanos en una proporción del 50% frente al resto de las denominaciones eran un frente importante pero inimaginablemente confuso. La unidad anhelada en las palabras de Cristo, tenían diferentes intérpretes. Algunos como Pat Robersón dijeron : “Nosotros necesitamos tener algunos Católicos carismáticos viniendo en nuestras iglesias Bautistas para enseñarnos como adorar” Otros se manifestaron con estas expresiones: “Necesitamos recibir todos los grupos: Católico, Episcopal, Bautista. Yo admiro al papa. Nosotros no estamos reconciliados con Dios a menos que aceptemos a otros sin importar su denominación" (Obispo Samuel Green, Iglesia de Dios en Cristo) “Una poderosa palabra profética en Kansas City en 1977 nos ha motivado todos estos años. Ella fue, “Llorad y enlutaos, porque el cuerpo de mi hijo está quebrado”. “Debemos confesar nuestros pecados por cómo hemos quebrado el cuerpo de Cristo a través de la división" (Nancy Kellar, monja Católica Romana).”Yo no me fijo en las denominaciones. Hay únicamente una iglesia . . . . 100 y más denominaciones han concurrido al avivamiento en Brownsville" (Steve Hill, Evangelista, Asambleas de Dios). “Cuando el avivamiento viene, Dios sacude hasta arriba nuestra teología” (John Arnott, Pastor, Iglesia Aeropuerto de Toronto). “Dios quiere jugar con vuestra teología. . . . Yo no criticaré a nadie nunca más” (John Kilpatrick, Pastor, Asamblea de Dios de Brownsville, Pensacola, Florida).
Algunas expresiones pueden ser válidas pero en general se rebaja el contenido y la doctrina, para exaltar la unidad
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