El sermón de Rickie Lee Jones

¿LIBRE COMO EL VIENTO?
Si crees,
eres tan ligero como el aire.
Si crees,
volarás…
(Seventh Day)

Hay algo etéreo en la vida de Rickie Lee Jones. Nacida en Chicago en 1954 de una relación algo volátil, recorre todo el país, siendo expulsada de varios colegios, cuando era todavía adolescente. Tiene serios problemas con la bebida y se establece en la Costa Oeste, hasta llegar a Los Ángeles a mediados de los años setenta. Trabaja allí como camarera y empieza a cantar en algunos clubs, inspirada por los poetas beat. Conoce entonces a Tom Waits, que la presenta como la sucesora natural de Joni Mitchell. Rickie Lee Jones vive con él su etapa más tormentosa, acabando incluso en la cárcel por sus continuas broncas a la puerta de los bares. Sus problemas con el alcohol y las drogas, no le impiden sin embargo lograr un relativo éxito con su primer disco, que presenta una curiosa mezcla de folk, jazz y rhythm & blues.

A lo largo de estos treinta años ha emergido una y otra, cuando parecía finalmente que había acabado su carrera. Su espíritu inquieto se muestra constantemente en continuos cambios de estilo y múltiples experimentos, que le han llevado a grabar algunos de sus últimos discos de una forma casi improvisada. Las canciones de Sermon On Exposition Boulevard tienen ese carácter de boceto no acabado, llenas de emoción y ese tono dramático, que va del susurro a la explosión de una voz desgarrada, que resulta a veces sobrecogedora. Este trabajo que aparece ahora en una compañía independiente llamada New West, es para muchos, su mejor álbum…

¿UN CRISTIANISMO SIN IGLESIA?
¿Cómo oras en un mundo como éste?
Tú sabes, mira a la gente en televisión
Cierran los ojos e inclinan sus cabezas,
diciendo: “Vamos a orar.
Y todo parece tan frío y sin sentido...
(Where I Like It Best)

La traducción de las palabras de Jesús que ha hecho su compañero, Lee Cantelon, agrupa sus frases temáticamente, para dar otra impresión de su enseñanza. Se le desliga así de su contexto histórico en el Nuevo Testamento, para acercarlo al mundo post-moderno, librándolo de connotaciones religiosas. Las Palabras de Jesús se presentan así al lector ajeno a la religión y el cristianismo organizado de una manera algo radical. El proyecto incluye por eso pinturas y grabaciones como ésta, hechas por artistas del mundo alternativo, que no se consideran cristianos, pero que se ven de algún modo inspirados por las palabras de Jesús.

Todo recuerda un poco por la edad y apariencia de sus promotores a la llamada gente de Jesús, el fenómeno californiano por el que muchos hippies se interesaron por el cristianismo a principios de los años setenta, en la llamada revolución por Jesús. Muchos se bautizaron entonces en las playas y llegaron a formar parte de ese cristianismo underground, que llevó a algunos a la Iglesia, pero a otros a formar parte de sectas, lejos de la fe bíblica y dependientes de cualquier gurú, que llegaba incluso a explotarlos sexualmente. La Historia parece que se repite y muchos son de nuevos atraídos a un cristianismo sin Iglesia, desvinculado de todo compromiso ético…

¿QUIÉN ES JESÚS?
Ahora ando entre ellos y les canto,
abro mis muñecas
y nadie sabe mi nombre.
(Nobody Knows My Name)

Hay una cierta ironía en las palabras de Rickie Lee Jones, al reflexionar sobre un mensaje que parece perdido en medio de las generaciones. Este no es desde luego un disco que vaya a agradar al público cristiano, ya que no es el testimonio de alguien que ha nacido de nuevo. Su Jesús parece más el espíritu universal del hombre. Es una espiritualidad que pretende acercar la fe a la altura de la calle, alejándola del dominio de los púlpitos del poder y la prosperidad de las mega-iglesias. Tiene un tono místico, pero su Cielo tiene más que ver con Janis Joplin y el Cadillac de Elvis que con la relación con un Dios supremo. Jesús es para Rickie Lee Jones, por eso alguien más fácil de encontrar en un bar californiano, que en el interior de una iglesia…

Este disco de Rickie Lee Jones recuerda algo a las Semanas Astrales de Van Morrison y a esa confusa espiritualidad, que viene más de la perplejidad de la mente que de la cultura psicodélica. Su música tiene más que ver sin embargo con alguien como Lou Reed, en canciones como Circle In The Sand. Sus brumosas guitarras, generalmente acústicas, rodean una voz de contagiosa languidez y desmayada devoción, pero sus letras tienen algo de la sensibilidad punk, con toda su provocación. No hay aquí llamamientos al altar, ni un dogma al que vincularse, sino más bien una denuncia de la hipocresía del evangelismo que uno puede ver por televisión. Aunque a veces parece vislumbrar algo de la grandeza de ese Gran Desconocido…

UN ABISMO DE LUZ
Porque has estado viajando por muchos universos y te manifiestas aquí.
Es difícil ver quién eres.
Hermano, no me dí cuenta que me estabas hablando,
Hasta que partiste el pan y ví quién eras,
¿Dónde has estado que no sabes lo que ha ocurrido aquí en Jerusalén?
¿No has oído?, ¿no has escuchado sobre el Nazareno?,
Sabes, nosotros pensamos que íbamos a librar a Israel...
(I Was There)

“Sería maravilloso si uno pudiera palpar con su mano un camino espiritual y darse cuenta lo que hay realmente allí”, dice Lee Jones. “La gente hoy no puede oir el nombre de Jesús sin ponerse nerviosa, porque está asociado con tele-evangelistas y ese tipo de gente”. Ella intenta por eso descubrir una fe más real. “Si sólo tienes fe e intentas creer, sin manipulaciones, se hará evidente y revelará por sí mismo”. Se esfuerza por ponerse “en la piel de Cristo y esos personajes que andaban con él sobre la arena”. Una tarea nada fácil: “Es algo difícil para mí, después de dos mil años, llegar a este material, a estas ideas y leerlas”. Pero le ha gustado tanto, que le han parecido pocas sus palabras, ya que ha encontrado en él un Maestro, donde buscar sabiduría…

Jesús sin embargo es mucho más que un Maestro. Es el Salvador que ha venido a hacer, lo que nosotros no podemos hacer por nosotros mismos. Su cruz no es por lo tanto una simple señal del rechazo de la humanidad a su mensaje, sino el medio de salvación, por el que podemos ser libres de todo aquello que nos esclaviza. Hábitos destructivos, como ha sido la bebida para Rickie Lee Jones, pero también la confusión que en nuestra mente nos lleva a mezclar la imaginación con la realidad. Porque Él vive, nosotros también podemos nacer de nuevo y empezar a ver las cosas como Él las ve. Su luz pone de manifiesto nuestra oscuridad. Lo que produce una extraña sensación de atracción y rechazo. Pocos lo han expresado tan bien como el escritor judío checo Kafka: “Jesús es un abismo de luz, que si no cierras los ojos, te puedes caer dentro…”