Era el primer partido de la
NBA el año 2001 en Los Ángeles, cuando anunciaron de repente que U2 actuaría en el intermedio desde Boston.
Las cámaras conectaron en ese momento y descubrieron a su cantante Bono, de rodillas orando, mientras comenzaba a recitar las palabras del Salmo 116 ante la televisión nacional :
¿Cómo podré pagar al Señor todo el bien que me ha hecho? El cantante de la banda más popular de
rock del planeta hacía suya así una vez más las palabras de David:
Levantaré la copa de la salvación e invocaré su nombre, cumpliré mis promesas al Señor.
Tal expresión de adoración no deja de sorprender en un músico de
rock, que es especialmente conocido por su lectura de la Biblia, pero también por la agresividad y el lenguaje obsceno de muchas de sus declaraciones. La espiritualidad de Bono es algo difícil de entender para alguien que examina su fe desde una perspectiva tradicional religiosa.
Hijo de un católico y una protestante, el cantante de U2 se crió yendo con su madre y su hermano a una pequeña capilla de la Iglesia de Irlanda (miembro de la
Comunión Anglicana ), mientras su padre iba a misa a la parroquia que había algo más arriba en el barrio de Finglas, al norte de Dublín.
Al recordar esos días en su prólogo a la edición de los
Salmos de la llamada
Biblia laica (publicado el Día de la Reforma por el diario
The Guardian el año 99)
, Bono confiesa que no sólo le fascinaban las vidrieras de aquella iglesia o la hija del pastor, sino las palabras del
Salterio y el himnario que cantaban, así como la música del
Salmo 23 según la conocida melodía protestante que venía de la Reforma en Escocia. ¡Es obvio que alguien con esa educación jamás podía ser un buen nacionalista republicano! Ya que la fe que refleja U2 no tiene que ver en realidad con ninguno de los dos bandos en los que está dividida la religión organizada en Irlanda.
"Tengo éste hambre en mí", dice Bono. "Por todas partes veo la evidencia de un Creador, pero no lo veo como la religión, que ha cortado mi pueblo en dos". De hecho, "no veo a Jesucristo como parte de una religión", dice el cantante de U2. "La religión para mí, es casi lo que hay cuando Dios ya no está y la gente inventa una serie de reglas para cubrir ese vacío".
Bono solía visitar mucho entonces a unos vecinos que eran de una
Asamblea de Hermanos, los Rowans. Su hijo era uno de sus mejores amigos, junto a Gavin Friday. Los dos serían luego parte de un grupo
punk de vanguardia llamado
Virgin Prunes. El hermano pequeño de Rowan ha llegado a ser también conocido en todo el mundo por ser el niño que aparece en la portada de dos de los primeros discos de U2,
Boy y
War. Bono solía ir a estudios bíblicos y reuniones de avivamiento con esa familia de
Hermanos , a la vez que iba a la
Asociación de Jóvenes Cristianos (
YMCA). ¿POR QUÉ EL DIABLO HA DE TENER LA BUENA MÚSICA?
U2 nace en un colegio de Dublín llamado
Mount Temple. Era la única escuela no confesional en un país completamente dominado por el catolicismo-romano. Algunos profesores sin embargo eran cristianos. Una de ellas, dice Bono, "realmente nos mostró lo que Dios puede hacer en la vida de una persona". Más de cien alumnos se reunían para orar cada mañana y a la hora de comer. Otro profesor creyente llegó a ser luego pastor de la
Iglesia de Irlanda y haría la boda de Bono en 1982 con una de sus compañeras, Alison Stewart, con la que está todavía casado.
El guitarrista del grupo es un inglés conocido por el apodo de
The Edge, se interesó por el cristianismo a raíz de un curioso episodio en un
McDonalds , en el que un
Hare Krishna empezó a ridiculizar a un hombre que estaba leyendo una Biblia. Es así cómo empezó a asistir junto al batería, Larry Mullen, a las reuniones de la comunidad cristiana evangélica carismática
Shalom, donde Bono iba ya a estudios bíblicos y encuentros de oración, Los dos llegaron pronto a la fe por su testimonio. El bajista del grupo sin embargo, Adam Clayton, nunca se ha declarado como creyente y ha asistido siempre algo extrañado a las declaraciones de fe de sus compañeros.
Su segundo disco,
October (1981) fue recibido como "un LP cristiano" por la principal revista musical irlandesa (
Hot Press ), que ha seguido siempre especialmente de cerca su carrera. Títulos como
Gloria y
Rejoice son verdaderos cánticos de alabanza, mientras que
Tomorrow o
With A Shout (
Jerusalem ) proclaman la cruz de Cristo. Hasta entonces eran muy pocos los artistas en el mundo del
rock que declaraban su fe cristiana ante al gran público. Sólo Cliff Richard, el equivalente británico a Elvis Presley, era conocido por ser evangélico desde los años sesenta. Aunque Bob Dylan había anunciado su conversión dos años antes, con su álbum
Show Train Coming, para muchos esto no era más que el clavo que faltaba ya para cerrar el ataúd.
Es cierto que se había creado toda una subcultura, que mantiene todavía una floreciente industria en el mundo cristiano, bajo la etiqueta del
gospel o el
rock de Jesús, como se le llamó a principios de los años setenta. Pero afortunadamente U2 no conocía nada de ese
ghetto en su ámbito de Dublín, por lo que nunca se plantearon si ellos iban a hacer
rock como una forma de testimonio.
Su presencia en el festival cristiano de Greenbelt el año 81 sirvió en ese sentido no sólo para confirmar su fe, sino para mostrar su identificación con la filosofía de este encuentro conocido en todo el mundo por su separación del arte de toda forma de evangelización. U2 por eso realmente nunca ha querido utilizar su música como un medio para propagar su fe.
Esto creó finalmente una serie de tensiones en la comunidad de
Shalom , cuando uno de los miembros de este grupo carismático en el norte de Dublín dijo que había tenido una profecía, por la que Dios les decía que disolvieran la banda. Bono, Larry y The Edge tenían apenas veinte años, por lo que no sabían muy bien que pensar al respecto. Alguien relacionado con el grupo entonces, Andy McCarroll tenía una banda parecida en Belfast, con la que había grabado un disco de
new-wave, bajo el nombre de
Moral Support, después de hacer un par de álbumes de
folk. El pastor de su comunidad logró que abandonara la música, después de haber empezado a tener cierto éxito. Esto confundió mucho a The Edge, que solía pasar tiempo con él en Dublín.
¿UN CRISTIANISMO SIN IGLESIA?
La dirección de muchas comunidades carismáticas empezó a tomar una forma cada vez más estricta y controladora a partir de los años ochenta. En muchos de estos grupos, el pastor dice todavía hoy a los miembros todo lo que tienen que hacer, por lo que no pueden tomar ninguna decisión personal sin consultarle antes a él. Algunas de estas iglesias en casas tienen incluso un sistema por el cual cada persona ha de dar cuentas a otra de todo lo que hace. Esto ha favorecido un clima enormemente autoritario, que ha llegado a conocerse en inglés con el nombre de heavy sheperding. Este pastorado pesado ha dañado tanto la imagen del movimiento carismático, que ha pasado para muchos de ser un ámbito de libertad, para convertirse en una atmósfera tan opresiva, que parece más propio de una secta que una iglesia.
Esto no explica la contradicción de un cristianismo sin iglesia, pero ayuda a entender el distanciamiento que los tres miembros creyentes de U2 tuvieron de su comunidad a partir de
October. El ejemplo de sacrificio que para The Edge supuso el que alguien como McCarroll abandonara su carrera, hace que el guitarrista se plantee seriamente en abandonar el grupo en la época de
War (1982). Ya que para él, "era reconciliar dos cosas que parecían excluyentes". The Edge aún le confiesa al escritor Bill Flanagan el año 95, en su libro
U2 At The End of The World que: "nunca resolvieron la contradicción, esa es la verdad, y probablemente nunca lo logremos".
Es evidente que la fama trae ciertos peligros a nivel espiritual, ya que va unido a todo un estilo de vida lleno de tentaciones, donde uno puede quedar fácilmente atrapado en un mundo de drogas, sexo sin compromiso y un terrible materialismo . El problema es que cuando Dios da unos dones, esto supone riesgos, pero también una responsabilidad. No es mejor discípulo aquel que sacrifica sus dones, sino el que los usa para el Reino (
Mateo 25:14-30), evitando no perder su alma, al intentar ganar el mundo.
U2 ha vivido desde entonces en el borde del abismo que separa lo profano de lo sagrado . Nadie negará que en esa delgada línea que divide el cielo del infierno, no hay veces que han sido quemados por las llamas, pero hay pocos ejemplos de músicos contemporáneos que hayan logrado mantener su fe, viendo su trabajo como algo más que una mera forma de entretenimiento. The Edge decía en el año 95: "Supongo que hemos cambiado mucho de actitud desde entonces, pero la fe central y el espíritu de la banda sigue siendo el mismo". Aunque cree que ahora tiene "cada vez menos paciencia con el legalismo", lo que mira es "simplemente si vives una vida de fe".
Desde entonces es evidente que no han dejado de leer la Biblia. Sus citas se repiten una y otra vez a lo largo de sus canciones, pero a la vez han tomado un papel cada vez más claramente político . Comenzó con su oposición a lo violencia en Irlanda del Norte en
War , pero continuó con un compromiso creciente con la lucha por la justicia social en el mundo. Esto preocupó a muchos cristianos, que los veían cada vez más lejos del corazón del Evangelio. Su discurso se hacía cada vez más violento y no desaprovechaban ninguna oportunidad de criticar el cristianismo norteamericano.
FUEGO INOLVIDABLE
Su álbum del año 84,
The Unforgettable Fire, fue el primero que hicieron después de dejar la comunidad.
Este disco representa todo un salto de madurez, al hacer un misterioso trabajo lleno de carga poética y sonidos impresionistas. Su tema sigue siendo la esperanza, el calor del hogar y el amor que se entrega, pero
sobre todo resalta el impacto de otra forma de entender la fe, inspirados por el ejemplo de Martin Lutero King. El titulo mismo viene de una exposición que vieron en el
Museo de la Paz de Chicago, donde una serie de recuerdos de los supervivientes de Hiroshima acompañaba un homenaje a la figura de este pastor protestante. La canción que le dedicaron (
MLK ) cierra el disco de una forma similar a como lo hace el
Salmo 40 en
War. Es un tema intrigante, lleno de profunda tristeza al recordar su muerte, que contrasta con la celebración de su vida que hacen en
Pride.
"Si voy a América y pongo la televisión", dice Bono el año 87, "empiezo a sudar enormemente cuando veo a esos tipos que han convertido la fe en una industria". Cuando el cantante de U2 piensa en el evangelismo norteamericano, recuerda la mano de esos predicadores que pretenden hacer sanidades con una mano que parece salirse literalmente de la pantalla. "¡Es terrible!", dice Bono, "soy cristiano, pero a veces me siento tan lejos del cristianismo". Puesto que "el Jesucristo en que yo creo fue el hombre que tiró las mesas en el templo y echó a los que cambiaban el dinero, que eran como los
televangelistas de hoy". Es contra estos predicadores que habla Bono en el concierto grabado en la película
Rattle and Hum, que "roban dinero al enfermo y al anciano", ya que "el Dios en que yo creo, no le falta el dinero", dice el cantante.
Si hay algo que te desarma siempre en las declaraciones de U2 es su honestidad. Bono se muestra a veces avergonzado por ser considerado un ejemplo de fe cristiana. Dice en una entrevista del año 88: "La razón por la que me atrae la luz de las Escrituras es porque muestra otro lado de mí que permanece oculto". Aunque tiene grandes ideales y aspiraciones de paz, se siente capaz de la agresión más brutal. "Me gustaría poder vivir al nivel que exige el cristianismo, pero soy como un aficionado", dice Bono.
Es por eso que la mejor declaración de fe que ha hecho U2 es tal vez su canción
Todavía no he encontrado lo que busco. Este tema de
The Joshua Tree (1987) es "una canción evangélica para un espíritu inquieto", dice Bono. En él canta: "
Rompiste los lazos / soltaste las cadenas / llevaste la cruz / y mi vergüenza / sabes que lo creo. La redención, la expiación y la muerte vicaria de Cristo en una declaración teológica sin precedentes, llena de esperanza, en el espíritu de
Filipenses 3:4-16. La fuerza escatológica de esta oración representa en ese sentido lo mejor del espíritu del
gospel.
Es evidente que el estilo de vida de un grupo con el éxito de U2, no beneficia por supuesto su integración en la Iglesia. Ya que su fama hace que algo tan sencillo como sentarse en un banco y pasar desapercibidos, sea para ellos algo casi imposible. Como ha dicho Bono, si un día pudiera y quisiera asistir a una iglesia regularmente, sería aquella a la que más gente fuera en Dublín, pero no por algo que Dios hiciera, sino simplemente porque él estaba allí. Esa falta de compromiso y responsabilidad le hace verse en ese sentido como un
Acróbata, en su canción de
Achtung Baby (1991). Aunque asegura: "Me uniría al movimiento / si hubiera uno en que pudiera creer / Sí, partiría el pan y el vino / si hubiera una iglesia que me recibiera". Dios conoce la realidad de su fe, pero la pregunta para nosotros es: ¿Somos nosotros esa iglesia?
Mucha gente está cansada ya de oír a
estrellas del rock hablar de los problemas de este mundo, mientras exhiben su estilo de vida millonario, haciéndose fotos con la gente más miserable de todo el planeta. La imagen que daba el grupo irlandés U2 a principios de los noventa producía esa impresión patética de tantos personajes de moda que se llenan la boca de discursos de justicia social, entre expresiones obscenas mientras exhiben su último modelo, en medio de los excesos del alcohol y la droga. ¿Qué había quedado de aquellos chicos sanos de Dublín de los años ochenta, llenos de grandes ideales y fervor cristiano?.
A pesar de los esfuerzos apologéticos de autores como Steve Stockman (un pastor presbiteriano irlandés que ha escrito un interesante libro sobre el itinerario espiritual de U2, llamado
Walk On ), hay momentos en la carrera de este grupo que son difíciles de justificar. Por lo que el amor que algunos sentimos por esta banda no nos ha de hacer tan ciegos que acabemos defendiendo lo injustificable…
Bono, como suele decir la prensa, ha sido siempre un gran bocazas y sus declaraciones oscilan a menudo entre lo sublime y lo ridículo, en apenas una frase. Su lenguaje es tan sucio como el de la mayor parte de la gente hoy, aunque también es cierto que lleva más de un cuarto de siglo hablando de cosas de las que poca gente habla hoy. Ya que sus intereses no se limitan a la música, la sociedad o la política, sino a realidades espirituales trascendentes como el cielo o el infierno, ángeles y demonios, liberación y redención, gracia y paz. De hecho es raro el artículo o la entrevista que no mencione las palabras fe, mística o religión.
LA AVENTURA AMERICANA
La relación de U2 con América viene ya desde su primer concierto en Nueva York en 1980. Algo lógico, teniendo en cuenta que hay más irlandeses viviendo en Estados Unidos que en Irlanda. Las inmigraciones masivas desde la época del hambre han hecho que millones de norteamericanos tengan ascendencia irlandesa. La fascinación de Bono por la literatura americana tiene que ver con la llamada generación
beat de los años cincuenta. Algunos de aquellos poetas han tenido una influencia fundamental en la historia del
rock, pero
Allen Ginsberg y su
Aullido interesaron especialmente a Bono por las raíces bíblicas que encontró en este autor judío, convertido luego al budismo. Al leer su poesía descubrió que “en los
Salmos las ideas riman más que las palabras”.
La otra gran inspiración que U2 encontró en la cultura norteamericana viene de la escritora Flannery O´Connor. Esta gran narradora del profundo sur de Estados Unidos es conocida por el tema que ha apasionado más a Bono desde su adolescencia: la irrupción de la gracia en medio de un escenario de terrible violencia. Su muerte de cáncer a los 39 años elevó a mito a esta autora convertida al catolicismo, que tan bien ha retratado la otra cara del sueño americano. Canciones como
Exit muestran el giro característico de las historias de O´Connor, que acaban con ese final trágico, en que la luz apenas logra emerger en medio de una profunda oscuridad.
Rattle And Hum (1988) recopila en un sentido todas las influencias del
rock´n´roll. Desde la reivindicación del
Helter Skelter de los
Beatles (hasta ahora asociado a los crímenes de la secta de Manson), la guitarra de Hendrix (parodiando el himno nacional) o la visita a la mansión y los estudios de Elvis,
pasando por el
jazz (en el homenaje a la trágica vida del
Ángel de Harlem, Billie Holliday), el
blues (más espiritual que nunca, tanto en su sonido callejero con la pregunta del Éxodo, como en la interrogación de la Cruz, por la que confiesa con B. B. King,
Estaba allí cuando crucificaron a mi Señor) y la referencia explicita al
gospel de
I Still Have Not Found What I Am Looking For. Dylan no sólo es evocado en directo con su
All Along The Watchtower (añadiendo la frase de
Todo lo que tengo es una guitarra roja, tres acordes y la verdad), sino que firma con Bono una canción (
Love Rescue Me), basada en el
Salmo 23. La definición de Dios de Lennon
(“un concepto para medir el dolor”) encuentra su respuesta es
God Part 2, que añade el particular
no credo de U2, encabezado por el diablo y sus mentiras.
FLIRTEANDO CON EL DIABLO
El primer disco sencillo de U2 en los años noventa es el desconcertante
The Fly (La Mosca). El sonido industrial de
Achtung Baby (1991) nos presenta la voz distorsionada de Bono y unas fotos en actitud de clara provocación sexual. La lujuria se mezcla con el romanticismo de un canto hedonista, difícil de relacionar con cualquier concepto de pureza o santidad. Se hace pública entonces también la noticia del divorcio de The Edge y todo parece anunciar la traición a Cristo evocada en
Hasta el fin del mundo. Jesús aparece todavía en
One, pero ¿cómo entender el espíritu divino femenino al que Bono canta en la banda sonora (que hace con su amigo, educado en los
Hermanos, Gavin Friday) para la película
En el nombre de Padre (1993)?
Para todas estas cosas hay por supuesto muchas explicaciones, pero no deja de ser como mínimo confuso como reflejo de la fe de un artista cristiano.
Zooropa (1993) nos presenta la misma ceremonia de la confusión. U2 parece haberse convertido en una banda de
glam-rock, al mostrar entre los mareantes
flashes a un Bono vestido de cuero apretado y reluciente, mientras pantallas de televisión disparan todo tipo de mensajes subliminales contradictorios, en toda una exhibición tecnológica. Y ante tal espectáculo, algunos críticos se preguntan si se puede caer todavía más bajo. Algunos ven sin embargo aquí una burla de la post-modernidad, pero la ironía resulta demasiado sutil, para ser captada por la mayoría de la gente.
Los exegetas de U2 hablan aquí de un divorcio de personalidad en las figuras con las que Bono se presenta como un actor ante los medios de comunicación. Pasa así de
La Mosca a ese cruce de una estrella del
rock como Jerry Lee Lewis con su primo el
televangelista Jimmy Swaggart (que atiende al nombre de
Mirroball Man), para convertirse finalmente en una nueva versión de Mefistófeles llamada
McPhisto, luego transmutado en un Elvis diabólico
. Todo un poco esquizofrénico, la verdad… Es así como Bono decide vestirse de diablo
, con lo que acaba ya de entusiasmar a sus oyentes cristianos… Aunque una vez ha dicho que sacó la idea de las
Cartas del diablo a su sobrino del escritor cristiano C. S. Lewis, como aparece incluso en unos dibujos animados que aparecen en uno de sus videos. El problema como siempre es su inmensa egolatría, que ahora parece cada vez más acompañada de un tono cínico, que da a todo ello un aspecto de frivolidad.
VANIDAD DE VANIDADES
A mediados de los noventa U2 está ya cansado de jugar el papel de estrellas. Las promesas de fama y fortuna, que anuncian los placeres de este mundo, no esconden detrás del neón más que la medianoche. La verdad es que “hace frío afuera, aunque esté muy iluminado” (
Zooropa ). Bajo las calles está “la piel y los huesos de una ciudad sin alma” (
The Wanderer ). Bono ve la futilidad de una vida sin Dios en esta canción, llamada originalmente
El Predicador , por estar basada en
Eclesiastés: “Salí allí fuera / en busca de experiencia / probar y tocar / y sentir lo más posible / que el hombre pueda / antes de arrepentirse”.
Este motivo es el que hace que una canción tan extraña como Papá va a pagar por tu coche roto parezca una nueva versión del hijo pródigo, que quisiera desvelarnos el asombro de la gracia . Esa misma idea de parábola puede haber también en una canción como
La primera vez, en la que protagonista tira las llaves del Reino, para salir por la puerta de atrás. Según el libro de Niall Stokes, Bono estaba pensando en este caso en el pastor Al Green, convertido en famoso cantante de
soul. Es evidente que parece inútil “buscar al bebé Jesús bajo la basura” (
Mofo ). El álbum
Pop (1997), cierra la trilogía de esos inquietos noventa, algo discotequeros, pero llenos sobre todo de un vacío de la esperanza y verdad, que vibraba en sus canciones de los ochenta.
“Buscando salvar mi alma / buscando en lugares donde no crecen las flores / buscando llenar lo que Dios hizo completo” (
Mofo ). Aparece en Bono la nostalgia por la madre perdida a los 14 años (cuya búsqueda se mezcla con la de Dios ya en una de sus primeras canciones,
I Will Follow) . Está claro que está intentando encontrarse a sí mismo. En sus conciertos de
Popmart, el cantante grita: “Fui buscando el espíritu y encontré alcohol; fui en busca del alma y compre algo de moda; quería encontrar a Dios, pero me vendieron religión”. Por lo que ¿dónde está Dios entonces? Si el cristianismo se ha comercializado y “han puesto a Jesús en la industria del espectáculo / ahora es difícil encontrar la puerta” (
Si Dios enviaría sus ángeles) . Pero hay hambre de eternidad en temas como
Wake Up Dead Man o
The Playboy Mansión.
SED DE ETERNIDAD
El amor de
Pop “es duro / no es lo que tú piensas / es grande / mayor que nosotros”. Si te preguntas incluso cómo se ha mantenido el matrimonio de Bono a lo largo de tanto tiempo? La respuesta es que están “unidos por el pegamento de Dios”
(Staring At The Sun). Son muchas las canciones dedicadas a su esposa Ali, con la que se casó a los 22 años, después de estar con ella desde los 16 años. Ella no sólo ha criado a sus cuatro hijos, sino que también se ha licenciado en la Universidad y fundado una ONG para los niños de Chernobyl. Ese fundamento divino es el que ve también en la base de la ansiada paz de
Peace On Earth, por la que clama a Jesús: “¿Puedes tomarte el tiempo / de echar una cuerda a un hombre que se ahoga?”
El disco que abría este nuevo milenio,
All That You Can´t Leave Behind (2000) anunciaba una vuelta a lo básico, regresando a la simplicidad los orígenes en su gira
Elevation. Su honestidad muestra ahora sin embargo una vulnerabilidad desarmante. Salman Rushdie recuerda una comida con Bono y su nuevo colaborador, el director de cine alemán Wim Wenders, con el que ha hecho ya varias películas. En ella comentó que “el artista ya no debe usar la ironía”, porque “ahora hace falta hablar claramente”. Emprende así la campaña por el
Jubileo en el año 2000, en la que se reúne incluso con el Papa, aunque dicen que preguntó antes si sabía que él no era católico (a pesar de que lleva un rosario colgado del cuello, que es una copia del que le regaló). La canción
Gracia, que cierra el álbum, vuelve a ser una declaración de fe, al estilo de sus primeros discos: “Es el nombre de una chica / pero es también una idea que cambió el mundo”.
Se anuncia un nuevo día de esperanza (
Beatiful Day ). “Haciendo las maletas para un lugar en que ninguno de nosotros ha estado / un sitio que se tiene que creer para ser visto” (
Walk On ). Por lo que “toda tu moda / todo lo que haces / todo lo que construyes / todo lo que rompes / todo lo que mides / todo lo que robas / todo esto puedes dejarlo atrás”. Esa sed de trascendencia reaparece en la conversación con su amigo muerto en
Stuck In A Moment. Busca la
elevación de ese amor redentor, en un deseo de volver a casa, emocional y espiritualmente. La esperanza ha sido siempre el gran tema de U2.
La muerte de su padre le lleva a escribir varias canciones de su nuevo disco,
How To Dismantle An Atomic Bomb (2004), particularmente
Sometimos You Can´t Make It On Your Own. Hablando de su partida con Noel Gallagher de
Oasis, preguntándose que habrá después de la muerte, nace
Un paso más cerca. La vida está llena de grandes preguntas, pero la más importante tiene que ver sin duda con esa realidad eterna. Por eso
Bono acaba su disco con una oración: YAHWEH . En su entrevista con la revista
Rolling Stone, cuenta como alguien de su compañía le preguntó: “¿Quién es ese Yahvéh?”. Cuando el cantante de U2 le contestó que era “uno de los nombres de Dios, que los judíos no pueden escribir ni decir”, le miró con desaprobación y dijo: “Preferiría que no me lo hubieras dicho, ¿no puedes ponerle otro nombre?”...
Toma estas manos
Enséñalas que llevar
Toma estas manos
No hagas de ella un puño
Toma esta boca
Tan rápida para criticar
Toma esta boca
Dale un beso
Yahvéh, Yahvéh,
Siempre hay dolor antes de que un niño nazca
Yahvéh, Yahvéh,
Todavía estoy esperando el amanecer
Yahvéh, dime ahora,
¿Por qué está tan oscuro antes del amanecer?
Toma esta ciudad
Una ciudad que debería brillar sobre un monte
Toma esta ciudad
Si es tu voluntad
Lo que ningún hombre puede poseer, ningún hombre
puede tomar
Toma este corazón
Y haz que se rompa
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