Los relojes se retrasaron una hora en Europa este fin de semana y las celebraciones de Halloween comenzaron, extendiéndose durante varios días.

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El mismo día de Halloween, este martes, último día de octubre, los protestantes conmemoran el dramático inicio de la Reforma por parte de Martín Lutero. Al día siguiente, los fieles católicos encenderán velas y rezarán por las almas de los difuntos para conmemorar el Día de Todos los Santos.

Lo creas o no, todos estos eventos tienen una conexión común. De hecho, ¡incluso podríamos decir que Halloween desencadenó la Reforma!

Hace una generación, Halloween era una celebración estadounidense, no europea. La globalización ha cambiado eso. Esta semana en toda Europa, las empresas aprovechan con entusiasmo las oportunidades de obtener réditos que ofrecen los fantasmas, los esqueletos y la muerte. Los amantes de la diversión ven una ocasión para disfrazarse, salir de fiesta y coquetear "inofensivamente" con el espeluznante inframundo.

Pocos sabrán o se preocuparán por los orígenes paganos-cristianos de la fiesta. Tampoco indica algo que los secularistas se esfuerzan por ignorar: que la cultura europea ha sido moldeada fundamentalmente por el cristianismo, para bien o para mal.

Porque el nombre Hallowe'en proviene de All Hallows' Eve en el calendario tradicional de la iglesia, la víspera del Día de Todos los Santos: cuando se honra a todos los santos y mártires, conocidos y desconocidos a lo largo de la historia cristiana. Era un día para asistir a la iglesia y descansar, un día santo (de donde derivamos "día festivo"). Originalmente celebrado en mayo, este día se trasladó al 1 de noviembre, posiblemente para absorber el festival celta pagano de Samhain (en gaélico, "noviembre" o "fin del verano"), cuando comenzaba la "mitad oscura" del año. En vísperas de Samhain, la frontera entre este mundo y el Otro Mundo se hacía más delgada, invitando al contacto con el mundo espiritual. Dado que comienza esta 'mitad oscura' del año, este fin de semana hemos retrasado nuestros relojes.

Después de la Víspera de Todos los Santos y luego de Todos los Santos o Día de los Santos, llega el Día de los Difuntos, el 2 de noviembre. Es entonces cuando se ofrecen oraciones por los recién fallecidos que aún se encuentran en el purgatorio, según la doctrina católica, donde los muertos expían los pecados menores antes de llegar al cielo.

Pasteles de alma

El truco o trato puede haber surgido de la costumbre de los niños de "dar alma" en el Día de Todos los Difuntos. Los niños iban de puerta en puerta recogiendo 'pasteles del alma', pequeños pasteles redondos y especiados marcados con una cruz para representar a los muertos por quienes los niños prometían orar durante todo noviembre. Estas prácticas todavía siguen vigentes en algunas partes de Inglaterra y Portugal, por ejemplo.

Máscaras y disfraces recuerdan las almas muertas que buscan venganza antes de pasar al otro mundo. Las calabazas talladas, con velas en su interior que representan a las almas en el purgatorio. A veces, los niños encendían velas en cráneos humanos en los cementerios.

Había otra forma de acortar las agonías de las almas de los difuntos en el purgatorio: las indulgencias (una concesión papal de remisión del castigo temporal en el purgatorio que todavía se debía por los pecados después de la absolución). Lo cual resultó ser también una buena manera de recaudar dinero para construir la Iglesia de San Pedro en Roma.

Y aquí está la conexión con el Día de la Reforma.

Porque después de leer la carta de Pablo a los Romanos, Martín Lutero se convenció de que la compra y venta de indulgencias era pura tontería. Así que elaboró su lista de tesis, la mayoría de ellas razones por las que las indulgencias eran una farsa. La tesis 27, por ejemplo, dice: "Sólo predican doctrinas humanas que dicen que tan pronto como el dinero tintinea en el cofre, el alma sale volando del purgatorio".

En la víspera de Todos los Santos, o Halloween, cuando se esperaba un buen negocio en materia de indulgencias, el corpulento monje las clavó en el tablón de anuncios de la ciudad, en la puerta de la iglesia del castillo de Wittenberg. Al menos eso es lo que cuenta la historia y la película de Joseph Fiennes sobre Lutero. El propio Lutero nunca escribió sobre ese incidente. Pero, caray, es una imagen gráfica. Los historiadores pueden ser quisquillosos. De todos modos, sabemos que publicó sus famosas 95 Tesis en Halloween, también conocido como el Día de los Reformadores.

Ese fue el acto que condujo a la división de Europa occidental aproximadamente en el norte protestante y el sur católico. Los protestantes de todas partes rechazaron la doctrina del purgatorio por considerarla antibíblica, y con ella todas las actividades de Halloween.

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Con las manos en la masa

Así, después de que Inglaterra se hizo protestante, Halloween no se celebró más. Pero los ingleses sí encontraron un motivo para festejar con hogueras y fuegos artificiales. El 5 de noviembre de 1605, un complot católico para volar el Parlamento y su realeza y nobleza fue frustrado. El desafortunado experto en pólvora, Guy Fawkes, fue sorprendido con las manos en la masa en la bóveda con 36 barriles de pólvora. Los conspiradores fueron torturados y ejecutados. El Parlamento estableció el 5 de noviembre como día de acción de gracias público conocido como Día de Guy Fawkes. Los niños coreaban: “Recuerda, recuerda el 5 de noviembre, pólvora, traición y complot; porque hay una razón por la cual la pólvora y la traición Nunca deberíamos olvidarlas”. Las efigies del pobre Guy seguirán ardiendo en hogueras en toda Inglaterra el próximo domingo, acompañadas de fuegos artificiales.

Los católicos insatisfechos de Escocia e Irlanda emigraron más tarde a Estados Unidos, llevándose consigo sus costumbres de Halloween, que florecerían en todos los estados. Mientras tanto, Guy Fawkes ha resucitado como un icono populista a través de la película V de Vendetta y como el héroe del Movimiento Occupy que lucha contra las injusticias del estado.

Todo lo cual ilustra lo que dijimos anteriormente: la cultura europea ha sido moldeada fundamentalmente por el cristianismo, para bien o para mal.

Jeff Fountain, Director del Centro Schuman de Estudios Europeos. Este artículo se publicó por primera vez en el blog del autor, Weekly Word.