Defender la verdad

Stevie Wonder compuso una canción para la cantante Charlene titulada Used To Be (“Solía ser”). La melodía va describiendo algunas de las situaciones que han ido sucediendo en los últimos años y cómo todo está cambiando, para terminar con una sorpresa impresionante. Fíjate en las últimas líneas de la composición:

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“Superman fue asesinado en Dallas (...)

Tus padres no saben dónde o con quién estás. (…) 

Dignidad y valor eran la medida de un hombre (…) 

Los niños son salvajes, no podemos disciplinarlos 
¿Tenemos el derecho a culparlos?

Les dimos todas nuestras indecisiones,

Hemos destruido sus mentes con la televisión (…)

Pero creo que el amor puede salvarnos.

Creer que la verdad nos puede hacer libres …

Alguien intentó decirlo, pero lo hemos clavado a una cruz”.

Vivimos días difíciles. Momentos complicados en nuestra sociedad: la desconfianza, la indecisión, el no saber qué hacer ni hacia dónde ir, la falta de significado, el no defender la verdad, el haber abandonado al amor verdadero… Todo eso hace que vivamos en días malos. ¡Tenemos que aprender a resistir!

Somos atacados en muchas ocasiones, no sólo por las circunstancias o por las personas que no nos quieren, sino también desde dentro de nosotros mismos, cuando no sabemos qué hacer y nos culpamos de lo que está pasando, cuando reaccionamos de una forma insoportable, simplemente debido a que la maldad anida en nuestro corazón y nuestra mente. Tenemos que tomar la armadura de Dios para resistir en los días malos (Efesios 6:10-12), porque el día de la batalla puede ser terrible.

“Sólo el amor puede salvarnos, pero nosotros lo clavamos a una cruz”, Esa es la “sorpresa” del final de la canción pero, aunque es la verdad, no lo es del todo. ¡El Amor venció a la muerte y ya no está atado a esa cruz! Está vivo para fortalecernos y pelear a nuestro lado.

Recuerda que el Señor Jesús está contigo para ayudarte en todo momento, pero sobre todo, en esos días difíciles ¡No lo olvides nunca! “El puede compadecerse de nuestras debilidades, porque también estuvo sometido a las mismas pruebas que nosotros (…) Acerquémonos, pues, con confianza al trono de nuestro Dios lleno de amor, para que tenga misericordia de nosotros y en su bondad nos ayude en la hora que lo necesitamos” (Hebreos 4:15,16).