Dios nos dejó infinitas maneras de divertirnos y sentirnos aceptados sin tener que caer en la destrucción.
James Hunt fue de los campeones del mundo de Fórmula 1 que más seguidores acaparó en los años 70. Su conducción y destreza eran impresionantes, pero desafortunadamente no siguió por muchos años deleitando a los buenos aficionados. Quiso vivir una vida llena de diversión y alcohol y él mismo afirmó en diferentes ocasiones: “Jamás moriré de mayor en una cama, como todo el mundo”. Murió en 1993 a los 45 años, en plena juventud.
Muchas veces me preguntó la razón por la que a todos nos gusta lo prohibido. Desde que somos niños alimentamos nuestro corazón con pensamientos y deseos hacia todo aquello que sabemos que nos hace mal, pero que perseguimos de todas las maneras posibles. Nos engañamos una y otra vez, porque difícilmente verás que alguien aliente a otro a hacer algo bueno, pero sí encontramos muchas personas que nos animan a caer en lo prohibido.
Casi nunca hacemos caso a la presión de grupo para ayudar a otros, hacer el bien o luchar por un mundo mejor; pero sí lo hacemos cuando nuestros iguales nos dicen que si no probamos lo que ellos hacen no somos nadie. No importa que sepamos que lo que está prohibido nos destruye: queremos probar, aunque acabemos muriendo en el intento.
Creo que una de las razones para caer en la presión de los demás comienza cuando perdemos la certeza de sentirnos amados: amados por Dios y por los demás. La búsqueda de lo prohibido en compañía de otros esconde la necesidad desesperada de aceptación que muchos tienen desde que son niños y adolescentes. Alguien les presta atención cuando se comportan mal. Esa necesidad de llamar la atención aunque nos cueste la vida demuestra que no nos sentimos queridos y que no sabemos cuál es nuestro lugar ni la razón por la que vivimos.
No es nada nuevo. Desde el comienzo de la historia muchos han querido vivir “a su manera” aunque supieran que ese estilo de vida les estaba llevando a la tumba. “Se aferran en propósitos malignos; hablan de tender trampas en secreto, y dicen: ¿Quién las verá? Traman injusticias, diciendo: estamos listos con una trama bien concebida; pues los pensamientos del hombre y su corazón son profundos. Pero Dios les disparará con saeta; repentinamente serán heridos” (Salmo 64:5-7).
El mayor problema de nuestras malas decisiones es que las consecuencias las pagamos nosotros mismos en primer lugar. En segundo lugar, terminamos destruyendo a los demás. En último lugar, pero lo más importante de todo, nos alejamos de Dios. En la mayoría de las ocasiones de una manera definitiva.
Puede que aparentemente todo vaya bien. Disfrutamos haciendo lo que no está bien, e incluso anunciamos a todos que ese es nuestro estilo de vida. ¡No nos importa lo que Dios piense de nosotros! Al fin y al cabo, para algunos disfrutar de la libertad es llevarla al extremo máximo, aunque terminen perdiéndolo todo. Incluso la vida misma.
Afortunadamente, Dios nos dejó infinitas maneras de divertirnos y sentirnos aceptados sin tener que caer en la destrucción. Podemos vivir de una manera diferente, definitiva, radical. Podemos librarnos de las heridas de la muerte eterna. Podemos decir “no” a todo tipo de trampas y disfrutar de la Vida con mayúsculas.
La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.
Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.
Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.
Analizamos las noticias más relevantes de la semana.
Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.
Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.
Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.
José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.
Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.
Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.
Si quieres comentar o