La integridad mundial exige una reflexión continua y honesta en todos los niveles. Como el carácter y la virtud en la que está incorporada, es refinada en el caldero de los duros retos y elecciones de la vida.
¿Cuánta integridad tiene usted? Si es como la mayoría de las personas, su respuesta será categórica: “¡mucha!”. Pero, a pesar de los puntos fuertes de nuestro carácter, como valentía y lealtad, las autoevaluaciones de integridad pueden verse seriamente influenciadas por nuestras distorsiones autocomplacientes: a saber, racionalizando las inconsistencias entre nuestros valores presuntos y nuestras acciones reales. “Soy una persona moral y una persona modelo” puede ser una de las verdades más evidentes de la historia humana, por lo menos para nosotros.[1]
En este artículo destilaremos algunas de las lecciones que hemos aprendido en los últimos 15 años de promover la integridad y confrontar la corrupción. ¿Por qué nos cuesta vivir de acuerdo con nuestra aspiraciones morales y éticas? Reflexionaremos sobre la realidad de la disfunción y la desviación, destacaremos el problema del autoengaño, describiremos recursos contra la corrupción y llamaremos a la comunidad iglesia-misión (CMC) a un movimiento de integridad mundial caracterizado por la rectitud y la pertinencia.
NOSOTROS SOMOS LA LUZ -O LA OSCURIDAD- DEL MUNDO
La integridad es totalidad o compleción moral: vivir sistemáticamente en totalidad moral. Su opuesto es la corrupción: la distorsión, perversión y deterioro de la bondad moral, que produce la explotación de personas y del planeta.[2]
La integridad mundial es totalidad moral en todos los niveles de nuestro mundo, del individual al institucional y a lo internacional, con todo lo que está en el medio. Vivir en integridad mundial es esencial para compartir las buenas nuevas y las buenas obras entre todos los pueblos. Es, también, un requisito para fomentar el desarrollo-transformación, la salud-bienestar y la paz-seguridad en nuestro mundo. La integridad no es fácil, no siempre es blanco y negro, y puede ser riesgoso.[3]
LA BÚSQUEDA DE LA INTEGRIDAD
Hace unos 10 años, yo (Kelly) estaba conversando con uno de mis mejores amigos, y lamentaba que fuera tan difícil para las personas buenas simplemente intentar hacer lo bueno en un contexto organizacional. ¿Por qué la vida organizacional, especialmente en organizaciones cristianas, puede ser a veces tan desoladora? ¿Por qué la integridad puede ser tan escurridiza?
Después de una hora de esta discusión sobre la soberbia de los líderes, la disfunción sistémica y los despidos injustos, mi amigo me ofreció amablemente dos palabras de consejo: “Lee Maquiavelo”.
MANIPULAR LA VIRTUD Y EL VICIO
Se estaba refiriendo a un tratado del siglo XVI sobre el poder de Nicolás Maquiavelo, El príncipe.[4] Maquiavelo se propuso desarrollar un argumento razonado para el liderazgo que fuera práctico y basado en la realidad, y no simplemente idealista o solo basado en la virtud. El poder podía ser liberado “legítimamente” de valores éticos.
De modo que leí y releí a Maquiavelo, con la idea de actualizar mi entendimiento acerca de cómo funciona con frecuencia el mundo organizacional. Fue especialmente iluminador un principio clave del capítulo 15:
Un príncipe que en todo quiere hacer profesión de ser bueno, cuando en el hecho está rodeado de gentes que no lo son, no puede menos de caminar hacia su ruina. Es, pues, necesario que un príncipe que desea mantenerse, aprenda a poder no ser bueno, y a servirse o no servirse de esta facultad, según que las circunstancias lo exijan.[5]
La obra de Maquiavelo fue una importante influencia en el pensamiento de la realpolitik que ha impactado las prácticas de gobernanza durante los últimos cinco siglos, que se ha introducido en las CMC y que ha socavado la integridad mundial que se necesita tan desesperadamente en nuestro mundo hoy.[6]
SACAR A LA LUZ LA DISFUNCIÓN Y LA DESVIACIÓN
Por desgracia, todos podemos ser engañados e inutilizados seriamente por personas y procesos maquiavélicos (Lucas 16:8). Las llamamos Realidades DD (DD): disfunción (distorsión de la realidad para propósitos propios) y desviación (explotación de otros para propósitos propios) a nivel personal y organizacional.[7]
Las DD son enmascaradas a menudo como “virtuosas” o “necesarias para el bien mayor”. En las organizaciones, manejar las DD es especialmente difícil cuando hay insuficiente entendimiento, rendición de cuentas o voluntad política para implementar normas de buenas prácticas con firmeza. Sobre todo, las DD se ven reforzadas cuando las personas transigen su integridad mirando hacia otro lado, racionalizando su responsabilidad y, en última instancia, contaminándose ellas mismas (ver Pr 16:2 y 25:26).[8]
TÁCTICAS PARA SOSTENER LAS DD
La lista que sigue ayuda a reconocer la presencia y la progresión de las DD en entornos organizacionales. Estas cinco tácticas pueden superponerse. La lista puede usarse también como un espejo de nuestra propia integridad individual:[9]
PRACTICAR EL AUTOENGAÑO[10]
La disonancia cognitiva es un poderoso concepto de la psicología social que puede ayudarnos a entender nuestra propensión a engañarnos mientras seguimos creyendo que vivimos en integridad (Jer 17:9). Se refiere a los razonamientos al servicio de los propios intereses que usamos para calmar nuestra inquieta incongruencia interna y armonizar pensamientos discrepantes acerca de nosotros: quién queremos ser en contraposición con quién somos en realidad.
Tavris y Aronson (2007) arrojan luz sobre la forma en que nuestras maniobras morales internas nos ayudan a sentirnos bien con nosotros mismos:[11]
La mayoría de las personas, cuando se las confronta directamente con evidencia de que están equivocadas, no cambian su punto de vista o curso de acción, sino que las justifican con mayor tenacidad aún. Hasta la evidencia irrefutable raramente alcanza para perforar la armadura mental de la autojustificación… Pero la autojustificación irracional, como la arena movediza, puede arrastrarnos más profundamente al desastre. Bloquea nuestra capacidad para siquiera ver nuestros errores, y mucho menos corregirlos. Distorsiona la realidad, impidiendo que obtengamos toda la información que necesitamos y que evaluemos los temas con claridad. Prolonga y ensancha el distanciamiento entre amantes, amigos y países. No nos deja soltar hábitos insalubres. Permite que los culpables eviten asumir la responsabilidad por sus acciones (pp. 2, 9-10).
LOS MALOS LÍDERES SON MALAS NOTICIAS
La autojustificación para minimizar la disonancia cognitiva es una razón importante por la que cualquier líder puede convertirse en un líder “malo”: maquiavélico. Una encuesta internacional que evalúa las experiencias/puntos de vista de líderes cristianos identificó tres categorías principales de características negativas de líderes colegas: “Orgulloso, siempre tiene razón, y siempre el gran jefe; falta de integridad, poco fiable; duro, indiferente, rehúsa escuchar, crítico”.[12]
La extensa investigación de Robert Sternberg encuentra sistemáticamente que los malos líderes se consideran por encima de la rendición de cuentas: “la ética es para otras personas”. No hacen uso de aportes necesarios de otros para complementar, equilibrar o corregirse ellos mismos. Caen en un sentido irreal y a menudo disimulado de omnipotencia, infalibilidad, optimismo irreal e invulnerabilidad. Se atrincheran en sus maneras, aun cuando resulte obvio para otros que están cavando un pozo mayor de errores en el cual ellos y otros caerán”.[13]
TÁCTICAS PARA SIMULAR INTEGRIDAD
Estas cuatro tácticas ilustran lo que no hay que hacer cuando se nos pide que demos cuenta de un posible error o mala conducta. Úselo como un espejo de su propia vida e integridad:
RECURSOS MULTISECTORIALES PARA CONFRONTAR LA CORRUPCIÓN
La corrupción se define por lo general como el abuso del poder recibido para beneficio propio.[14] Se aprovecha especialmente de los pobres, y se estima que más de 1 billón de dólares son trasvasados cada año desde países en desarrollo.[15] Dentro de las CMC, se estima que 63.000 millones de dólares estadounidenses son robados a través de “crímenes eclesiásticos”. ¡Esta cifra es más que los 56.000 millones de dólares estadounidenses de ingresos para “misiones extranjeras mundiales”![16]
La corrupción no tiene que ver solo con el fraude financiero.[17] Se manifiesta también como “soborno, quebrantar la ley sin tratar con las consecuencias de manera justa, enmendar de manera injusta procesos y resultados electorales, y cubrir errores o silenciar a denunciantes (las personas que exponen la corrupción con la esperanza de que se haga justicia)”.[18]
En el sector humanitario la corrupción incluye el “nepotismo/amiguismo, explotación y abuso sexual, coerción e intimidación de personal humanitario o receptores de ayuda para beneficio personal, social o político, manipulación de evaluaciones, segmentación e inscripción para favorecer a grupos específicos, y el desvío de ayuda a grupos distintos al objetivo”.[19]
UNA VIDA DE INTEGRIDAD
Afortunadamente, muchas campañas y escándalos que han salido a la luz nos han sensibilizado a las funestas realidades de la corrupción.[20] Para combatirla, instamos a nuestros colegas a:
a) cultivar una vida de integridad: “La tarea de ustedes es ser verdaderos, no populares” (Lucas 6:26, traducción de la versión inglesa The Message),[21]
b) apreciar su propia vulnerabilidad a la tentación, incluyendo propensiones a distorsionar y justificar errores e irregularidades (Pr 20:6) y
c) conectarse y contribuir entre sectores como personas de integridad, manteniéndose al día con recursos multisectoriales sobre la integridad y la corrupción, como los que aparecen al final de este artículo y en las notas.[22]
LLAMADO: UN MOVIMIENTO DE INTEGRIDAD MUNDIAL
Nuestro mundo globalizado se caracteriza por avances extraordinarios junto con niveles inaceptables e insostenibles de miseria, temor, discriminación, explotación e injusticia, y un comportamiento irresponsable respecto del medio ambiente en todos los planos… Tenemos los conocimientos y los medios necesarios para hacer frente a estas dificultades, pero ahora necesitamos con urgencia un liderazgo firme y una acción concertada… Insto a los gobiernos y los pueblos de todo el mundo a que cumplan sus responsabilidades políticas y morales. Este es mi llamamiento a la dignidad, y debemos responder con toda nuestra visión y fortaleza (extractos de los párrafos 11, 13, 25). Secretario General de la ONU Ban Ki-moon (2014)[23]
Creemos que nuestra identidad común y responsabilidad compartida como cristianos que somos ciudadanos mundiales puede ser aprovechada para integrar la integridad a los niveles individual-institucional-internacional, y todo lo que está en el medio.[24] Creemos que es un tiempo propicio para invertir en la integridad mundial.
Visualizamos un movimiento de integridad mundial, creciente y sostenible, tal vez catalizado por el Movimiento de Lausana[25] en colaboración con otros grupos importantes. Sería una plataforma para “conectar a influenciadores, integridad e ideas para la misión mundial”.[26]
Hacemos un llamado a personas rectas y relevantes, comprometidas con Jesucristo y las buenas nuevas, a trabajar en conjunto decididamente y entre diversos sectores a favor del bienestar de todas las personas y del planeta.
La integridad mundial exige una reflexión continua y honesta en todos los niveles. Como el carácter y la virtud en la que está incorporada, es refinada en el caldero de los duros retos y elecciones de la vida. Nosotros somos la luz —o la oscuridad— del mundo. Podemos ser claves para influenciar la integridad moral para todo un mundo.[27]
Notas
La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.
Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.
Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.
Analizamos las noticias más relevantes de la semana.
Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.
Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.
Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.
José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.
Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.
Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.
Si quieres comentar o