Pasado, presente y futuro de Protestante Digital

Miramos para atrás y tenemos la convicción de que estos diez años de P+D han sido un milagro y una muestra de la provisión del Señor. La comunidad protestante de este país necesitaba un instrumento que le diese visibilidad, algo difícil para una minoría que, además, ha venido siendo intencionadamente aparcada de la vida pública; uno de esos instrumentos ha sido P+D.

Desde sus inicios como ACPress, P+D ha venido abriéndose hueco para hacer ver nuestra realidad y lo ha conseguido llegando en su alcance mucho más lejos de lo que entonces podíamos imaginar.

Sin duda, P+D tuvo una excelente estrategia cuando apostó por el medio digital, que ha permitido una mayor democratización del acceso a la presencia en los medios de comunicación.

Además, P+D ha intentado reflejar la identidad plural del protestantismo, lo que se manifiesta en la diversidad de los mensajes que transmite; esto ha supuesto problemas en ocasiones, cuando las manifestaciones de autores específicos han sido entendidas como propias de P+D.

La unidad en la diversidad, básica en el protestantismo, ha sido sustentada en el sometimiento a los principios bíblicos básicos, y en este sentido ha sido fundamental la vinculación de P+D a la Alianza Evangélica Española.

Todo el proceso de eclosión y desarrollo de P+D ha estado impregnado de fe y trabajo; en este sentido, reconocemos con gratitud la entrega de Pedro Tarquis, que ha puesto en P+D generosidad, convicción, trabajo y tiempo; muchas veces he sido testigo de su visión y decisión y a veces de su soledad, especialmente ante la incomprensión de otros.

Al crecer P+D, ha sido fundamental la incorporación de otras personas, especialmente Joel Forster y Daniel Hofkamp, que, en las manos del Señor, garantizan que nuestra revista seguirá ampliando su alcance y calidad.

En este tiempo sólo me ha molestado el talante de algunas cartas al director; preocupa que algunas mantienen un tono realmente contradictorio con nuestra identidad protestante y me pregunto si reflejan nuestra realidad o más bien esto está sesgado por la notable disponibilidad de tiempo para escribir de algunas personas con un perfil específico.

Cara al futuro, veo dos retos para P+D: a) mantener la diversidad dentro de la identidad protestante y b) profesionalizar la revista; ha alcanzado una dimensión en su desarrollo que exige ya un cambio hacia esa profesionalización; esto requiere personas con formación específica y recursos económicos; lo primero lo tenemos, con periodistas bien formados, y lo segundo, pues vamos a ver.

Que el Señor mantenga Su mano sobre P+D.