1)La impunidad y la ignorancia de los ensoberbecidos; la codicia y el despilfarro; la corrupción y el desatino… propician que un país se resquebraje de la noche a la mañana.
2) Mejor una sobredosis de sinceridad que un desborde de hipocresía.
3) Proeza de la intuición para sortear plantas carnívoras o territorio de jíbaros. Hablo de la pléyade de politicastros y figurones que nos asedian.
4) La hedentina es ya insoportable en esta España donde, hasta hace poco, unos presumían de lo lindo y otros miraban hacia otro lado. Pocos, muy pocos clamaron en su justo tiempo, cuando todavía era posible evitar la cangrena.
5) Una montaña de leyes para tan parva justicia.
6) ¿Cuánta la miseria acumulada por los miserables delincuentes que gobiernan el planeta financiero? ¿Encima tenemos que soportar que hagan ostentación de sus tesoros; soportar que además se “bonifiquen” por sus escandalosos latrocinios? Hay más limpieza en las ratas de cloaca que en muchos de esos desalmados a quienes nada importa la vida o subsistencia de millones de congéneres. ¿Callarnos es la respuesta; quedarnos impasibles, oración tras oración? ¡Jesús dio el magno ejemplo, haciendo un azote de cuerdas y expulsando a tanto aprovechado!
7)¿Perder posiciones por decir lo que se piensa respecto a la enajenación social que carcome a nuestra adormilada Europa? Ten fuerzas para tal misión; es una buena razón para esperar otro amanecer.
8)¡Cuídate de los semáforos negros que pretenden imponer los titubeantes de mira estrecha!
9) Atravesamos por tiempos de palabras huecas, erosionadas por una repetición que corrompe sus significados y las torna estériles. Pareciera que tal destrucción importa a pocos, a los no envilecidos, a los que se alejan del entretenimiento o las patochadas. Cercano al milagro es encontrar a gente deseosa de huir del cielo que les representa el materialismo exacerbado.
10) Sostén en alto tu bandera blanca: no importa que sigan tiroteando los indóciles.
11) No midas tu estatura por propiedades o cargos que detentas: eso es pura erosión. Mídela por tu ética que no se desdobla, por tus afectos colosales, por tu poder amar sobre todos los golpes que coinciden en tu tiempo de existir.
12) Hay ciudades que están llenas de empobrecidos. ¿Dónde están, pues, los de la jerigonza? ¿Serán capaces, alguna vez, de cederles un poco de su comodidad?
13) Empobrecedor ejercicio el dedicarse a lijar espuelas para luego zaherir al prójimo.
14) Nieve y frío en el invernal paisaje exterior. Pero más peligrosa es la escarcha del alma, el friaje en la intemperie de adentro.
15) Sombras del camino, piedras de tropiezo, mudanzas invisibles: tantas cosas que hacen tambaleante o intransitable la existencia diaria si no tienes como asidero la voz de un centinela que nunca deja de ser luz.
16) Teme al del lenguaje-lobo. Témelo más que a los cuchillos.
17) ¡Cuántas diferencias en este planeta! Por una parte hay quienes, tras abundantes alimentos, se matan de hambre para estar delgados. Otros mueren de hambre por no tener qué llevarse a la boca.
18) Empeño feroz el de obtener ganancias rápidas. Recuerda que tal frenesí termina por estallar, más temprano que tarde.
19) Marca claramente tus coordenadas éticas, tus reglas de conducta, pues así no recibirás presiones de índoles espurias. El territorio tuyo bien delimitado, porque de otra manera la gente no lo respetará.
20) Veneno de plata es el soborno. También regalo de corrupción.
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