La traducción de la Biblia nos confronta con decisiones importantes a la hora de lidiar con textos que en una primera lectura no son del todo claros. Esto hace que en ocasiones el traductor deba evitar ambigüedades que conducen a prejuicios religiosos e incluso a posiciones doctrinales del todo erróneas.
Uno de estos casos típicos es Mateo 1,25, texto que ha sido llevado y traído en las discusiones entre protestantes y católicos acerca de la perpetua virginidad de María cuando el texto, ni este, ni otros en el Nuevo Testamento, ni por asomo trata de ese asunto.
En esta ocasión el biblista, profesor Plutarco Bonilla, nos brinda una sucinta y clara explicación del texto de Mateo 1,25 y su traducción con especial referencia a la traducción clásica ofrecida por Reina y Valera.
José Luis Andavert
¿CUÁL DEBE SER LA TRADUCCIÓN MÁS PRECISA DE MATEO 1,25?
Plutarco Bonilla
Este texto ha solido usarse apologéticamente para “demostrar” que María y José hicieron vida marital “normal” y tuvieron más hijos después del nacimiento de Jesús. Tal uso parece estar reforzado en algunas traducciones, como la Reina-Valera, porque en ellas se dice, en ese mismo versículo, que él –Jesús-- era “hijo primogénito” (lo que significa, según el entender de muchos, que si fue primogénito, María debió haber dado a luz otros hijos).
Pero… ¿es así? Respecto de lo segundo dicho, debe aclararse que el vocablo “primogénito” no aparece en los mejores manuscritos griegos de Mateo que nos han llegado. (Pero sí se usa en Lucas 2,7, de donde probablemente lo tomó algún copista del primer evangelio). Además, “primogénito” no significa que hubo un “segundogénito”, sino que aquel fue quien “abrió la matriz”, haya o no hijos posteriores de esa misma madre.
Otra pregunta que debemos plantearnos es cómo entendieron ese texto de Mateo el traductor original y el primer revisor de lo que conocemos como la Reina-Valera.
La pregunta no es ociosa. Cuando un traductor se ve en la necesidad de añadir alguna nota marginal a su traducción, una de las razones es explicar cómo entendió él el significado del texto. Ello implica, a su vez, que considera la posibilidad de que el lector malinterprete la traducción. Tales notas son más necesarias cuando se trata de lo que, en términos generales, se conocen como “traducciones literales” (o, ahora, “por equivalencia formal”). Ese es el caso de la Reina-Valera.
Pues bien, eso es exactamente lo que ocurre en la
Bibliadel Oso, en Mateo 1,25. Don Casiodoro de Reina incluyó una nota marginal que, a la letra, dice así:
Entretanto que estuvo preñada etc., ni por eso se sigue de aquí que después la conociese, porque no se pretende aquí probar más sino que Cristo fue concebido sin obra de varón. Demás que es frase de la Escritura “hasta que etc.” por jamás
Isaías 22,14.
Don Cipriano de Valera no sólo mantiene esta nota sino que la completa, incluyendo el texto de Isaías y añadiendo otro. Así:
Este pecado no os será perdonado hasta que muráis. 2 Samuel 6,23. Se dice de Michal que no tuvo hijos hasta que murió, quiere decir jamás.
Hay que aclarar que el significado de
jamás depende, en estos dos ejemplos, del uso del verbo “morir”, que cierra toda otra posibilidad. Que tanto Reina como Valera creían que María tuvo otros hijos se muestra en su traducción de otros textos de los Evangelios. Precisamente eso mismo afirma el biblista católico John P. Meier en su obra
Jesús: un judío marginal. Cree Meier, en efecto, que María tuvo más hijos, pero que eso no se deduce del referido texto de Mateo 1,25.
La expresión castellana “hasta que”, precedida de un verbo en pasado y con adverbio negativo, puede ser ambigua. En una oración como “Dios no abandonó a su pueblo hasta que este llegó a la tierra prometida”, no significa que después sí.
Tómese en cuenta que el propósito de la perícopa a la que pertenece Mateo 1,25 no es mariológico sino cristológico, como bien lo indicó Reina: Jesús nace no de la relación sexual de José y María sino por obra del Espíritu Santo.
Para recoger pues el sentido real de ese texto, y evitar ambigüedades que induzcan a su errada interpretación, una traducción idónea sería: “y sin haber tenido antes relaciones conyugales con ella…”.
Si quieres comentar o