Se necesita urgentemente una nueva visión radical de la economía. El autor propone aplicar una economía relacional.
Parece que la caída del Muro de Berlín en 1989 no fue la victoria aplastante del capitalismo de mercado libre que pareció entonces, especialmente tras los sucesos de los últimos doce meses.
Doug Miller, presidente de Globescan (empresa de sondeos), noviembre de 2009
No sabemos cómo será el aspecto de la ortodoxia económica del próximo medio siglo más de lo que sabemos qué suplantará a la Coca-Cola, la tela vaquera o las hamburguesas.
Heather Stewart1
El vino nuevo debe echarse en odres nuevos... Lucas 5:38
Las sociedades occidentales se enfrentan al declive económico y la inestabilidad política debido en gran parte a las cinco deficiencias morales del capitalismo y sus severas consecuencias sociales2. Se necesita urgentemente una nueva visión radical de la economía. Este artículo propone un camino a seguir mediante cinco estrategias: Incorporar valores relacionales, fortalecer la situación patrimonial de los hogares, facultar a las familias ampliadas, hacer participar a los proveedores de capital y encomendar la asistencia social a las comunidades locales. Estos cambios se refuerzan mutuamente porque todos reforman la vida económica para que se fortalezcan los vínculos personales en las comunidades, ya sean locales o más amplias. Estos apuntan hacia la visión cristiana de una “economía relacional”.
INTRODUCCIÓN
En enero de 2010, Cadbury, fundada en Birmingham hace 180 años, se vendió a Kraft, un conglomerado estadounidense, como si se tratase de una barra de chocolate. Aunque muchos de los accionistas institucionales y particulares eran británicos y fue un banco británico el que financió la compraventa utilizando fondos de los contribuyentes fiscales, el factor principal por considerar fue “si el precio era justo”. Quienes tomaron la decisión de vender la empresa tenían escaso incentivo y ninguna obligación de considerar el futuro de las familias y comunidades de Birmingham3.
Este pequeño ejemplo ayuda a explicar por qué existe un descontento tan amplio hacia el capitalismo tan pronto desde que, con la caída del Muro de Berlín, concluyeran los expertos que el capitalismo había “vencido”. La sociedad parece haber perdido el control sobre las fuerzas económicas generadoras de prosperidad. Los grandes bancos operan ahora con impunidad, pues saben que ningún gobierno puede arriesgar las repercusiones económicas y políticas si quiebran.
Las crecientes diferencias salariales en el mundo corporativo, y especialmente en la banca, constituyen una burla de la creencia de que “todas las personas fueron creadas iguales”4. El uso de derivados y otros instrumentos financieros nuevos ha dado como resultado que la “economía financiera” a menudo domine la economía real en la que se producen, distribuyen e intercambian bienes y servicios. Esto no parece justo. La complejidad de las mayores corporaciones, como Enron, es causa de una pérdida de transparencia que pone a sus altos ejecutivos por encima de la rendición de cuentas.
Los problemas no ocurren solo en el sector privado. El gigantesco sector público se ha excedido en la mayoría de economías occidentales. Los gobiernos han prometido más de lo que ahora pueden permitirse cumplir. Para el Reino Unido lo que parecía factible en 1971, cuando la proporción entre población activa y pasiva era de 3.6 a 1, pasará a ser no factible cuando esa proporción disminuya a un 2.0 a 1 para el año 2051 (según se espera a menos que se aumente la edad de jubilación)5. La ruptura familiar en aumento añade una enorme presión a los presupuestos públicos. La financiación estatal de los servicios públicos se encamina a la catástrofe.
Lo que sorprende acerca de la crisis actual es la falta de alternativas creíbles. Algunos desean más regulación, pero cada nueva regulación es como detener la gotera de una tubería y ver después aparecer otra nueva debido a que la tubería entera está oxidada. La regulación no puede tratar las deficiencias fundamentales del capitalismo que identifica el artículo anterior a este, ni tampoco sus consecuencias sociales generalizadas. Es necesaria una visión alternativa y este artículo pretende ofrecer un boceto de dicha visión.
EL MANDATO RELACIONAL
El núcleo de la fe cristiana es un concepto relacional de toda la realidad. Dios mismo es tres personas en relación; y los seres humanos hechos a imagen de este Dios relacional tienen la capacidad de relacionarse con Dios y los demás. El propósito de la venida de Jesús fue, no solo demostrar una vida humana perfectamente relacional, sino también resolver los problemas más profundos de la humanidad, esto es, la ruptura de la relación entre los seres humanos y su Creador, y entre las personas a escala personal, étnica y nacional. Jesús estableció, mediante su muerte y resurrección, una comunidad nueva cuyo propósito no solo es proclamar a todos el mensaje de una nueva relación con Dios a través de Cristo sino también servir de ejemplo como comunidad verdaderamente relacional ante el mundo. De ahí que la calidad de las relaciones constituye la base para la evaluación divina de las naciones y las personas6.
Muchos pasajes bíblicos definen cuál comportamiento constituye lo que son relaciones correctas, tanto a nivel general como en el contexto de papeles específicos tales como padre, madre, hijo, esposo, esposa, empleador, pastor y propietario de capital. Dios tiene un interés particular en aquellas personas que están en desventaja económica y relacional tales como las viudas, los huérfanos y los extranjeros7.
En la ley bíblica, en un contexto geográfico e histórico específico, Dios enseña a su pueblo cómo asegurar la existencia de relaciones interpersonales cercanas, justas y duraderas. En parte esto incluye acuerdos financieros, estructuras organizativas y sus prácticas laborales que, tanto entonces como hoy en día, repercuten en la forma en que la gente se relaciona con Dios y los demás. La enseñanza bíblica sobre la economía busca asegurar mercados libres para el intercambio de bienes y servicios, pero pone restricciones en los mercados para el intercambio de capital, tierra y mano de obra8. Jesús resume los objetivos de esta legislación israelita en la frase “ama a Dios y ama al prójimo”9; el amor es una cualidad de las relaciones.
La transferencia de esta cosmovisión al sistema económico involucra cinco etapas, como se muestra en el diagrama a continuación:
En primer lugar, tiene que haber un cambio de cosmovisión en el que los valores dominantes del individualismo y del materialismo se reemplacen por los del “Pensamiento Relacional” (primer paso). A menos que las personas aprendan a pensar de forma distinta y den prioridad a las relaciones por encima de la riqueza, por ejemplo, otros cambios serán cosméticos. El diagrama no muestra ninguna reforma de las entidades o dependencias del gobierno central porque el cambio se encamina a reducir el papel del gobierno central; en vez de eso, el énfasis recae en facultar gradualmente a las familias y comunidades para que se hagan cargo de las responsabilidades del gobierno central en cuanto a financiación y asistencia social.
Para restablecer el sentido de propósito común en las familias ampliadas, se tiene que restaurar su capacidad de proveer ayuda social y emprender actividades productivas. Esto supone fortalecer la situación patrimonial de los hogares mediante la reducción de deudas y el aumento de la base de activos (segundo paso). También implica formalizar y facultar las actividades de asistencia social de la familia ampliada para “constituirse jurídicamente” como Asociaciones Familiares (tercer paso). Esto facilita que tengan acuerdos formales unas con otras, con empresas privadas y con entidades públicas.
A escala regional y comunitaria, existe la misma necesidad de aumentar la capacidad para actividades compartidas, alentando a los habitantes de una región o localidad a que reconozcan su responsabilidad de participar económicamente en empresas locales (cuarto paso), y también de proporcionar una red de seguridad para las personas que son miembros de familias disfuncionales (quinto paso). El gobierno central o regional aún tiene un papel de ayuda social, pero solo para intervenir en nombre de aquellas personas que no reciban la ayuda adecuada por parte de sus comunidades, y para fijar estándares nacionales mínimos.
LA REFORMA RELACIONAL DE LA ECONOMÍA
Las economías occidentales no son intencionadamente no relacionales. El reto es hacer avanzar la economía y la sociedad en conjunto hacia un mayor énfasis en lo relacional. El proceso del cambio y los objetivos del cambio deben ser relacionales, a saber, por medio de persuasión y consenso10. La enseñanza bíblica imparte orientación sobre cómo se puede lograr esto. Las siguientes secciones expanden los cinco pasos ya presentados.
Incorporar valores relacionales (primer paso del diagrama)
El mayor reto al pasarse de un sistema económico capitalista a uno relacional es cambiar los objetivos, de la búsqueda de lucro comercial y ganancia personal a un enfoque de buenas y correctas relaciones con Dios y el prójimo. Esta prioridad tiene que reflejarse, antes que nada, en la manera que las personas usan su tiempo, puesto que el tiempo es el recurso más escaso de los seres humanos; es también la moneda de las relaciones. Por lo tanto, la cuestión es esta: ¿Cómo puede la sociedad demostrar a terceros y a sí misma, mediante el uso del tiempo, que su máxima prioridad es la calidad de las relaciones?
La respuesta que Dios dio a Israel y que asimismo se refleja en la narrativa de la Creación fue dedicar exclusivamente un día de cada semana para prioridades relacionales: la actividad comercial estaba prohibida. Esto se enseñó en los Diez Mandamientos11, y se reforzó en la enseñanza profética12 y la reforma social13. El día de descanso semanal, en el que se da tiempo y espacio especial para Dios, la familia y el prójimo, ha sido en la medida de lo posible la práctica de la iglesia cristiana desde sus orígenes14. En la Gran Bretaña las restricciones al comercio dominical han existido al menos desde 144815.
La introducción de un día de descanso compartido semanal no requiere que la mayoría de personas de la sociedad sean cristianas; los beneficios para la salud física, mental y relacional de un día de descanso semanal se han estudiado ampliamente16. Allí donde el cristianismo y/o el islam son la(s) religión(es) dominante(s), como África, el Oriente Medio y Latinoamérica, así como en partes de Asia, los argumentos a favor de un día de descanso compartido semanal están basados en motivos religiosos así como relacionales.
Todo los países europeos con la excepción de Suecia y el Reino Unido mantienen el domingo fundamentalmente libre de actividad económica. En la Gran Bretaña aún existe un amplio respaldo a un día de descanso compartido, salvo para los servicios de urgencia y las actividades recreativas.
Será un reto mayor ganar la aceptación del público en cuanto a su importancia espiritual y relacional, y dar lugar a los cambios correspondientes en la manera de vivir.
Fortalecer la situación patrimonial de los hogares (segundo paso)
El fortalecimiento de la situación patrimonial de los hogares requiere un aumento patrimonial y una disminución en las deudas. Para la mayoría de hogares la propiedad en que viven es uno de sus principales activos. En el Israel bíblico, el ideal era que cada familia poseyese un trozo de tierra en que pudiesen construir un hogar y tener seguridad17. Con referencia al pasivo del balance general, las enseñanza bíblicas advierten repetidamente a las personas, familias y sociedad contra los peligros del endeudamiento18. Una sociedad basada en el endeudamiento tenderá hacia el anonimato, incluso la marginación social y, por lo general, será inflacionaria, lo cual conlleva una redistribución arbitraria e injusta de la riqueza.
Para aumentar los activos del hogar el objetivo debería ser que la mayoría de los hogares posean la casa en que viven. En el Reino Unido, la habitación por parte del dueño es el objetivo de la gran mayoría de la población19. El reto al que se enfrentan las asociaciones de vivienda y otras formas de vivienda pública es encontrar una manera que permita a las personas adquirir gradualmente los derechos de las propiedades en que residen. Por supuesto, siempre habrá personas con necesidades especiales que tendrán una mejor atención en viviendas de alquiler, como en albergues de atención especial, por ejemplo.
La disminución del pasivo de los hogares requiere la disminución de la deuda, que actúa como un veneno relacional al causar desacuerdos, depresión, divorcio e incluso abuso infantil20. Sin embargo, en el Reino Unido la deuda promedio de un hogar a finales de 2009 era de casi £60,000 (US$93,500) incluida la deuda hipotecaria, así como la deuda promedio del consumidor rondaba £9,000 (US$14,000)21. Entre las maneras de reducir la deuda de los hogares se incluyen nuevas formas del contrato de compraventa de casa basadas en fondos de inversión en vez de deuda22, la restricción de la publicidad por televisión del crédito al consumidor, y un incremento en los pagos mínimos mensuales de las tarjetas de crédito. En particular, los estudiantes no deberían tener que endeudarse para financiar su educación universitaria, lo cual también repercute negativamente en la formación de la familia23 y probablemente conduce a una mayor aceptación del endeudamiento como parte normal de la vida moderna.
La deuda nacional es tan perjudicial en lo relacional como lo es injusta para las familias24. La deuda nacional del Reino Unido a fines del 2009 superaba las £33,000 (US$51,500) por cada hogar25. Las proyecciones fiscales de los gobiernos británico y estadounidense ya no pronostican un tiempo futuro en que habrá un presupuesto equilibrado. Sin embargo, Alemania recientemente aprobó una ley que compromete a su gobierno a tener un presupuesto equilibrado a partir de 2015. Es posible dirigir una economía moderna sin incrementar la deuda nacional. ¿Es correcto o justo que esta generación pase una deuda tan enorme a sus hijos?
Facultar a las familias ampliadas (tercer paso)
Una consecuencias de las cinco deficiencias morales del capitalismo es la ruptura de las relaciones familiares. No obstante, las familias son cruciales en el plan de Dios para el bienestar humano26. Para la mayoría de las personas sus relaciones más cercanas y duraderas son con sus familias. Si bien los amigos añaden mucho a nuestro sentido de comunidad y gozo de vivir, son las familias las que mayormente realizan las intensas tareas de cuidado, especialmente de las personas de edad avanzada27. Sin embargo, cuesta citar incluso una sociedad capitalista en que no exista desintegración de las relaciones familiares a medida que los miembros de la familia pasan menos tiempo juntos, a menudo debido a horarios laborales largos y antisociales, y la necesidad que algunos tienen de trasladarse de casa cada varios años por motivos de trabajo.
Las instituciones que carecen de función o propósito se irán atrofiando progresivamente. A medida que los bancos y las entidades del sector público se han hecho cargo de muchas funciones que eran responsabilidades familiares como la provisión de crédito, la financiación de la vivienda y el cuidado de los discapacitados, los hogares a menudo se han convertido simplemente en espacios de recreo multiusos; la solidaridad familiar puede depender menos de la experiencia compartida
¿Cómo pueden las familias recuperar su papel? Una propuesta es que los miembros de la familia puedan constituirse en “Asociaciones Familiares”, pequeñas mutualidades con fines de ayuda social, seguro, consumo y actividad económica28.
Para que las familias jueguen un papel protagonista en la actividad económica y la provisión de ayuda social, la “coubicación” es una condición previa esencial, es decir, los familiares deben vivir lo suficientemente cerca para trabajar juntos y brindar apoyo tanto físico como emocional29. Por tanto, debe restringirse la movilidad laboral. Aunque esta maximiza la productividad individual al ajustar de manera precisa las destrezas de la persona con los requisitos del trabajo, frecuentemente impone costes a terceros que no se toman en cuenta y que seguramente no los remunera el empleador. Estos costes incluyen el cuidado de familiares de edad avanzada que han quedado atrás, y el estrés en las relaciones familiares durante y después de un traslado de casa. En la medida de lo posible los empleos deberían trasladarse adonde estén las personas y no al revés.
Se podría propiciar la coubicación de diversas formas. Los fideicomisos de inversión regionales podrían movilizar el capital para las empresas en regiones deprimidas y así evitar que las personas se vean obligadas a trasladarse en búsqueda de trabajo. Algunas empresas británicas ya facilitan que sus empleados se trasladen a vivir más cerca de sus familiares de edad avanzada31; esta medida podría extenderse fácilmente si las entidades públicas y privadas reconociesen los beneficios sociales y personales. Se podrían conceder incentivos fiscales a quienes se trasladen a vivir con sus padres de edad avanzada o cerca de ellos, reduciendo así la presión sobre los servicios públicos32. Se podría incentivar a los estudiantes a que asistan a universidades locales, como ocurre en Francia y Australia, para reducir el número de los que se establecen lejos de su lugar de origen. Quizás también se podría permitir que los familiares permanentemente residentes en un área local presentasen una declaración de la renta conjunta.
Hacer participar a los proveedores de capital (cuarto paso)
La ética bíblica requiere que no haya recompensa sin responsabilidad. La legitimidad del rendimiento deriva en parte de que el proveedor de capital esté involucrado en la empresa33. La inversión, por tanto, juega un papel positivo en el desarrollo del capital social, donde el dinero actúa como una fuente de propósito y actividad común, una especie de “adhesivo social”. En tales situaciones a menudo existen beneficios no financieros para el inversor, como la provisión de empleos para los familiares.
Los proveedores de capital más desconectados de las empresas son generalmente aquellos que prestan dinero a interés. Al ser fija la tasa de rendimiento, tienen poco incentivo para efectuar un seguimiento a la empresa; además, si tienen una garantía están protegidos de la pérdida de su dinero por razones de insolvencia. Tampoco es siempre la deuda algo favorable para las empresas. Las personas con un alto nivel de endeudamiento en relación con los fondos de inversión se vuelven vulnerables en períodos de recesión, poniendo en peligro los empleos. Los créditos bancarios fáciles estimulan a que los directores persigan un crecimiento excesivo para satisfacer las demandas de los accionistas y acrecentar sus propias bonificaciones. Para reducir la deuda de las empresas los gobiernos podrían favorecer la financiación por fondos de inversión (p. ej., las acciones) en vez de la de deuda utilizando el sistema fiscal, ya que los fondos de inversión aseguran una mayor estabilidad en cuanto a producción y empleo34.
Así que, ¿cómo pueden los accionistas involucrarse más efectivamente en las empresas en las que poseen acciones? Pueden hacer preguntas en las Juntas Generales Anuales, una vez hecho un seguimiento a los planes y comunicados de la empresa. La elección de empresas locales de menor tamaño facilita un mayor conocimiento de los asuntos de la empresa y un compromiso más eficaz.
En el Reino Unido, quienes organizan sus propios planes de pensiones pueden escoger las llamadas pensiones personales de autoinversión (SIPP por sus siglas en inglés). Estas permiten que uno elija dónde invierte sus fondos y se involucre en esas empresas. Para muchas personas esto requiere una educación empresarial.
Asimismo es probable que esto involucre mayores riesgos por estar más concentradas sus inversiones, y también un mayor compromiso de tiempo35. Sin embargo, se beneficiarán de una mejor comprensión de la empresa y de poder pedir cuentas más eficazmente a los directores.
Las personas particulares tienen una participación directa menor cuando su dinero está en manos de instituciones que invierten sus ahorros (p. ej., fondos de pensiones), pero pueden exigir a las instituciones que les mantengan informadas de su participación. Una propuesta es la de la Agencia de Calificación Relacional, que califique a las empresas según su cumplimiento de un nuevo “Estatuto de Negocios Relacionales”, sería una ayuda para los inversores e instituciones inversoras en evaluar si las empresas en que invierten operan con el respeto debido de las relaciones de sus accionistas36.
Los gobiernos podrían fomentar la participación del inversor reduciendo los requisitos en el prospecto de emisión de la empresa, con vistas a facilitar a las pequeñas empresas la captación de capital localmente. Asimismo los gobiernos podrían utilizar el sistema impositivo para fomentar el establecimiento de negocios como “Asociaciones Trilaterales” (una nueva estructura en la que los proveedores de capital se convierten en “socios de capital” juntamente con los socios de gerencia y socios empleados37), y bancos locales y Fideicomisos de Inversión Regional38 para aprovechar los fondos locales para inversiones locales.
Encomendar la asistencia social a las comunidades locales (quinto paso)
Hacer que el capitalismo avance hacia una economía relacional requiere que las dependencias del gobierno central traspasen a las comunidades locales la responsabilidad de proveer la asistencia social. Esto es marcadamente contracultural. En 1945 el gobierno central de la Gran Bretaña asumió una responsabilidad considerablemente mayor en materia de educación, salud y asistencia social, a pesar de que 14 millones de personas pertenecían a sociedades mutuas39, debido a los escándalos de provisión local deficiente y a los esfuerzos inconexos de instituciones benéficas de voluntarios para cubrir las necesidades, que dejaban a muchas personas sin una red de seguridad. La intervención estatal surgió como respuesta a las deficiencias del localismo, a pesar de ser en un período en que los ingresos económicos y la capacidad administrativa eran mucho más bajos que hoy en día.
Actualmente existen otros problemas relacionados con el localismo. Existe el temor a una “lotería del código postal”, en la que quienes viven en un área disfrutan de mejores servicios que quienes residen en otra, exagerando, así, las desigualdades. En las grandes ciudades donde no hay líneas divisorias precisas y en las zonas rurales de baja densidad demográfica resulta difícil crear comunidades locales (digamos, de 10.000 a 30.000 habitantes), hacia las cuales se podría sentir una lealtad genuina. El hecho de que personas vulnerables puedan querer trasladarse a su zona constituye una falta adicional de incentivos para aquellas comunidades con una provisión más generosa de servicios.
Entonces, ¿por qué encomendar la asistencia social a las comunidades locales? En primer lugar, las enseñanzas del Antiguo y del Nuevo Testamentos enfocan la responsabilidad en los niveles de la familia y la comunidad, y asignan solo un papel muy limitado al Estado40. Jesús insiste en que la familia es responsable de proveer las necesidades de los padres de avanzada edad41. En las ciudades del imperio romano, el apóstol Pablo insta a las comunidades eclesiales a que no se hagan cargo de tareas que las familias pueden y deberían realizar por sí mismas42. Una perspectiva relacional hace más fácil entender por qué los escritores bíblicos desean minimizar el papel del Estado o de entidades externas. La participación estatal reduce la responsabilidad personal y todos los beneficios relacionales derivados de la interdependencia y el compromiso a largo plazo. La prioridad bíblica es fortalecer los vínculos sociales y enseñar responsabilidad personal, en vez de lograr “igualdad” en un sentido abstracto por medio de una cultura basada en los derechos.
La provisión de asistencia social es un asunto extremadamente complejo. Las situaciones a las que se enfrentan los individuos y las familias varían considerablemente, lo que hace imposible redactar normas de asistencia que sean justas para todos. Por eso las intervenciones del gobierno, pese a sus buenas intenciones, son inevitablemente torpes y derrochadoras, y frecuentemente exageran las desigualdades. En la Gran Bretaña el sistema actual basado en los derechos enfatiza la autonomía personal. Se pretende evitar que las personas estén obligadas a depender de sus parientes. Cuando los desempleados, las personas de edad avanzada u otros grupos desfavorecidos solicitan asistencia económica de las distantes arcas fiscales, es probable que no sean conscientes de que la ayuda a la persona A supone menos dinero disponible para la persona B, o de que tienen una obligación de contribuir de vuelta a sus comunidades locales.
Por supuesto, debido a las marcadas diferencias regionales y locales en los ingresos económicos de un centro de población a otro y entre áreas distintas de grandes ciudades, el Estado está obligado a jugar un papel principal en la redistribución de recursos. La cuestión es hasta qué punto se han encomendado esos recursos a las delegaciones anónimas de las autoridades del gobierno central o locales43, en gran medida insensibles a las preocupaciones locales, y no a comunidades locales mucho más pequeñas y más relacionales. Una delegación de ese tipo puede dar lugar a un malgasto de recursos, especialmente si existen intereses locales arraigados, por lo que se puede hacer necesaria una superposición de pautas a nivel nacional. Sin embargo, los intentos recientes de la Gran Bretaña en descentralizar el gasto a las autoridades locales apenas dejaron espacio para una toma de decisiones a nivel local, ya que se impusieron alrededor de 190 indicadores nacionales y otros parámetros nacionales en materia de salud, educación y asistencia social.
La recompensa del localismo en cuanto a la asistencia social no es principalmente el ahorro de recursos escasos; es mejor apoyo y cuidado relacionales para las personas vulnerables. También es la reactivación de las familias y las comunidades, y su participación en las decisiones económicas, judiciales políticas, que refuerzan los vínculos relacionales y estimulan la participación política.
CONCLUSIONES
Como dijo Jesús, el vino nuevo requiere de odres nuevos44. La “economía relacional” en la Gran Bretaña podría caracterizarse por nuevas instituciones tales como asociaciones familiares, fideicomisos de inversión regionales, empresas trilaterales y una agencia de evaluaciones relacionales, tal como propone este artículo. En el siglo diecinueve, los cristianos también contribuyeron al desarrollo de nuevas instituciones que reflejasen sus valores, que incluyeron las sociedades mutuas, las uniones crediticias, las cajas de ahorro y las mutualidades de seguros45.
Otros cristianos fundaron empresas con principios fuertemente relacionales, como Rowntree, Cadbury y Lever Brothers. Estas organizaciones ayudaron a incrementar la asistencia social, reducir los antagonismos de clases, construir el capital social y aumentar la productividad económica.
Muchos otros cambios necesarios para crear una economía relacional se han mencionado en otro lado46. Este artículo solo puede esbozar un nuevo rumbo a seguir y argumentar que los cambios necesarios, pese a ser radicales, son moralmente deseables, socialmente esenciales y financieramente beneficiosos.
Un factor clave para obtener estos cambios es crear una demanda de los mismos. En muchos países, es probable que los cristianos encuentren aliados en personas de otras religiones que compartan prioridades relacionales, en funcionarios locales y regionales que buscan un mayor compromiso y participación de las poblaciones locales, en el grupo de presión medioambiental que reconoce la importancia del compromiso de las personas a lugares específicos, en aquellos ciudadanos que entienden la importancia de la familia y otros vínculos relacionales para promover la felicidad y el bienestar del hombre. Estos grupos tan dispares podrían, juntos, constituir un movimiento relacional que persuada a los partidos políticos a adoptar parte, o la totalidad, del programa relacional.
Si el capitalismo no se reforma de manera radical, ¿cuál es la alternativa? La solidaridad familiar y comunitaria se harán más y más disfuncionales, y esto conducirá a altos niveles de desempleo, insostenibles exigencias a las escuelas, hospitales y servicios sociales, y a un electorado cada vez más furioso, desilusionado y frustrado. Quedará la puerta abierta a políticos autoritarios, tanto de la izquierda como de la derecha, con un programa de represión salvaje para mantener el orden social.
En lugar de esperar a que aparezcan esas alternativas siniestras, los cristianos deben interpretar las señales de los tiempos. Para proteger la sociedad por el bienestar de nuestros hijos y nietos, el tiempo.
El Dr. Michael Schluter, CBE, fundó Jubilee Centre en 1983, y en la actualidad es el jefe ejecutivo de Relational Research, que tiene como objetivo ayudar a aquellos grupos que buscan promociar el pensamiento relacional (Relational Thinking) a nivel internacional, sobre todo en Singapur, Sudáfrica, Hong King, Australia y EEUU. Tiene un doctorado en agricultura agrícola, y trabajó anteriormente 6 años en África como asesor económico para el Banco Mundial y como investigador para el Instituto Internacional de Investigaciones sobre Políticas Alimentarias (IFPRI, por sus siglas en inglés).Michael está casado con Auriel, tiene 3 hijos y 12 nietos.
Notas
Reconocimientos: Además de las personas que componen el Grupo de Redacción deseo agradecer a Paul Mills, Paul Shepanski, Nick Miller, Jonathan Rushworth, Elijah Low, Cliff Mills, Rachel Teo y muchos otros amigos por sus comentarios a los borradores iniciales de este artículo. Cualquier error y malentendido son enteramente responsabilidad mía.
Traducido por Manuel Serrano y Mayra Ileana Urízar de Ramírez. Michael Schluter, 2010.
Edición en español publicada por el Jubilee Centre 2012.
1 Heather Stewart, The Guardian, 22 de febrero de 2010, pág. 30.
2 Michael Schluter, “¿Está el Capitalismo moralmente en la bancarrota?”, Cambridge Papers, vol. 18, núm. 3, sept. 2009.
3 En la década de los ochenta, Rowntree, un similar fabricante grande de chocolate basado en York, se vendió a Nestlé. Hoy en día ya no se fabrica chocolate en York. 4 La remuneración promedio de los directores ejecutivos del FTSE 100 ha aumentado en un 295 por ciento en la última década mientras que el salario típico de un empleado británico se ha incrementado en un 44 por ciento (sitio web de la BBC, Peston’s Picks, 9 de junio de de 2009).
5 Office of National Statistics (Oficina de Estadísticas Nacionales británica), Pension Trends, junio de 2008, capítulo 2.
6 P. ej., Amós 1; Mateo 5:43–48.
7 Véase, por ejemplo, Deuteronomio 10:18; Santiago 1:27.
8 Véase Jubilee Manifesto, IVP, 2005, capítulo 12 escrito por Paul Mills.
9 Mateo 22:34–40.
10 Jesús dice que aquellos que “enseñan la ley y la practican» serán grandes en su reino (Mateo 5:19), no quienes la imponen por la fuerza”.
11 P. ej., Éxodo 20:8–11.
12 P. ej., Amós 8:4–8; Isaías 58:13–14.
13 P. ej., Nehemías 13:15–22.
14 El primer día de la semana como día en que los cristianos se congregan según implican, por ejemplo, los siguientes pasajes: Hechos 20:7; 1 Corintios 16;1–2.
15 Fairs and Markets Act 1448 [Ley de Ferias y Mercados promulgada en 1448].
16 Para la situación del Reino Unido véase el artículo de Clare Lyonette y Michael Clark, “Unsocial Hours: Unsocial Families? Working Time and Family Wellbeing”, www.relationshipsfoundation.org.
17 P. ej., Miqueas 4:4.
18 P. ej., Deuteronomio 15:1–6; Proverbios 22:7; Romanos 13:8; Nehemías cap. 5; Mateo 25:26–27. 19 National Association of Estate Agents (Asociación Nacional de Agentes de Bienes Raíces), octubre de 2009. www.naea.co.uk/news/news_details.aspx?id=502.
20 Véase, por ejemplo, Fox, G. L. y Chancey, E., “Sources of economic distress: Individual and family outcomes”, Journal of Family Issues, 1998, vol. 19, núm. 6, págs. 725–49.
21 Credit Action Debt Statistics [Estadísticas de endeudamiento según la ONG Credit Action]; www.creditaction.org.
22 P. ej., contratos de fondos de inversión compartidos y de alquiler con opción de compra, e hipotecas de plusvalía compartida.
23 Allan C. Carlson, “Anti-dowry: the Effects of Student Loan Debt on Marriage and Childbearing”, The Family in America, 2005, vol. 19, núm. 12, www.profam.org/pub/fia/fia_1912.htm
24 David Willetts, The Pinch: How the Baby Boomers Stole Their Children’s Future, Atlantic Books, 2010.
25 Credit Action, op cit.
26 P. ej., Salmo 68:6; Marcos 7:4-13; 1 Timoteo 5:3-8
27 “Carers at the Heart of 21st Century Families and Communities” [Los cuidadores como clave de las familias y comunidades en el siglo veintiuno], Govt. White Paper [Libro Blanco del gobierno británico], 2008, págs. 34–35; véase www.dh.gov.uk/prod_consum_dh/groups/dh_digitalassets/@dh/@en/documents/digitalasset/dh_085338.pdf
28 Véase www.relationshipsfoundation.org
29 Esto es parte de la justificación de las leyes sobre la propiedad de la tierra en la sociedad israelita, donde se enfatiza la importancia de mantener a los familiares en la comunidad (véase Levítico 25:35-37).
30 David Porteous, “The “TRUST” Proposals for Regional Banking in the UK”, documento de investigación inédito, Jubilee Policy Group, septiembre de 1993.
31 P. ej., John Lewis Partnership.
32 En Singapur existe una ventaja fiscal para aquellos que se trasladan a vivir en la misma casa que un familiar de avanzada edad.
33 Véase Michael Schluter, “¿Está el Capitalismo moralmente en la bancarrota?”, op cit.
34 McKinsey Global Institute, “Debt and deleveraging: The global credit bubble and its economic consequences”, enero de 2010.
35 Para un análisis más amplio de estos puntos, véase Jonathan Rushworth y Michael Schluter, “The Relational Company” (La empresa relacional), documento presentado al departamento de Derecho de University College London (UCL Department of Law), junio de 2008, disponible en www.relationshipsglobal.net/Web/OnlineStore/Product.aspx?ID=6
36 Véase www.relationshipsglobal.net/resources
37 Para una descripción detallada de esta propuesta, véase el documento de trabajo titulado Trilateral Partnerships disponible en www.relationshipsglobal.net/resources
38 David Porteous, op cit.
39 Samuel Fisher, “Christian Involvement in the Establishment of New Financial Institutions in the Eighteenth and Nineteenth Centuries”, marzo de 2010. Véase www.relationshipsglobal.net/resources
40 Véase Schluter y Ashcroft, op cit, cap. 10.
41 Marcos 7:9–13.
42 P. ej., 1 Timoteo 5:3-8.
43 Las Autoridades Locales (circunscripciones administrativas en Gran Bretaña) tienen por lo general una población de 250.000; en las Circunscripciones Unitarias lo típico es 500,000 habitantes.
44 Lucas 5:38.
45 Samuel Fisher, op cit.
46 Véase Michael Schluter y John Ashcroft (eds.), Jubilee Manifesto, op cit.
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