Con faldas y muy a lo loco

En ese momento de su vida pasaba por una crisis muy fuerte y estaba tomando varias pastillas y tranquilizantes.

A veces era capaz de grabar diálogos inmensos en la primera toma, y luego atascarse con cualquier cosa. La frase “¿Dónde está el bourbon?” la grabó más de cincuenta veces.

Cada vez que se equivocaba, se echaba a llorar y tenían que esperar unos veinte minutos para volver a maquillarse y poder grabar la toma de nuevo. Sus compañeros decían que en algunos momentos del rodaje se sentía completamente perdida.

Una de las máquinas más impresionantes que el ingenio del hombre ha logrado construir son los satélites, pueden seguirte en tu coche y enseñarte por dónde ir. Pueden llevar a tu casa la señal de la televisión o la radio. Nos dicen lo que ocurre en nuestro Universo, e informan incluso del tiempo que va a hacer en los próximos días.

Hay centenares de satélites diferentes, pero todos tienen algo en común: cuando han perdido la comunicación con la tierra, tienen marcado el momento de su destrucción, de su fin, pero no puedes hacer nada por ellos. Son como muertos vivientes, dando vueltas, pero sin ningún sentido, ni objetivo, ni destino...

Así somos nosotros cuando perdemos la comunicación con Dios. Dejamos de saber dónde estamos. Vivimos abandonados a nuestro destino, sin una guía o un lugar a dónde ir. Morimos lentamente cada momento.

Puede que sigamos siendo nosotros mismos… Es más, creemos a veces que cuando estamos lejos de Dios, somos lo que queremos ser. Es el mayor de los engaños. Como satélites sin comunicación vamos de un lugar a otro (eso sí, a toda prisa) haciendo muchas cosas, destruyendo nuestro tiempo con muchas cosas para no pensar, y perdiendo poco a poco lo mejor de la vida, porque cuando perdemos la comunicación con nuestro Creador, nos perdemos a nosotros mismos.

No puede ser de otra manera, porque si negamos lo sobrenatural y lo espiritual tendremos que poner cosas naturales a la altura de lo sobrenatural, porque sin la dimensión espiritual no podemos vivir. Si negamos a Dios, tarde o temprano buscaremos a alguien para que ocupe el hueco que queda en nuestra vida.

¿Qué cosas o personas están tomando esa trascendencia en tu vida? ¿Qué harás cuando se vayan o se destruyan? Porque lo natural siempre va a morir, tarde o temprano va a fallar, y las personas no van a vivir siempre ni van a reaccionar siempre de una manera perfecta, y entonces… ¿?