Jehová, extraterrestre

En el ejemplar número 8-301, vendido en los Kioskos de prensa el pasado mes de agosto, la revista AÑO CERO vuelve con el tema de los extraterrestres y la Biblia. Sin consultar a Dios ni al Diablo, por su inventiva propia, conceptúa a Jehová como “el dios extraterrestre que manipuló a la humanidad”. “¡Cielos –gritaba Ovidio- qué densa oscuridad llena la mente de los hombres!”. Oscuridad por ignorar la luz, una oscuridad voluntaria para plantar la flor en fango pantanoso.

Razón de Salomón: nada hay nuevo bajo el sol. El astrónomo norteamericano Percival Lowell, fallecido en Arizona en 1916, dedicó gran parte de su vida al estudio del planeta Marte y concluyó afirmando la existencia de extraterrestres cercanos a la tierra. Sus observaciones resultaron erróneas, pero la idea ya estaba sembrada y tanto en su país como en países de Europa el público en general lo creyó. Editores de aquellos años y de muchos después explotaron el tema y las librerías iniciaron el lucrativo negocio de libros sobre extraterrestres.

A principios de los años 60 el redactor científico del periódico NEW YORK TIMES, Walter Sullivan, Premio Internacional 1965, dio un nuevo impulso a las especulaciones sobre seres extraterrestres con un libro que fue inmediatamente traducido y publicado en varios países del mundo occidental, WE ARE NOT ALONE (NO ESTAMOS SOLOS). Según la teoría de Sullivan, los terrestres estamos rodeados de extraterrestres que habitan planetas cercanos al nuestro.

Sullivan y otros autores, como el norteamericano Moore, iniciaron una interpretación que fue acogida con entusiasmo por lectores ávidos de noticias sensacionalistas. Relacionaron a los supuestos habitantes de otros planetas con personajes citados en páginas de la Biblia. Moore escribió: “La Biblia dice que eran ángeles venidos del cielo, pero es que los judíos de aquellos tiempos, imbuidos hasta la saciedad por el espíritu de Jehová, y engreídos aún por el triunfo sobre los egipcios durante el paso del Mar Rojo, todo lo atribuían a prodigios del cielo. Además ellos sabían muy poco de otros planetas y mucho menos de planetas habitados. Daban a aquellos seres el único origen que para ellos tenía una explicación viable: el cielo”.

La fantasía es una nube de viento que no trae lluvia. Utilizada en el manejo de las ideas y de las palabras establece conclusiones con argumentos que parecen lógicos, pero que claudican ante el examen de la verdad. Lo dijo Quevedo en verso:

El mentir de las estrellas

es muy seguro mentir,

porque ninguno ha de ir

a preguntárselo a ellas.

Si hubieran de destruirse todas las fantasías que escritores imprimen en sus libros, las librerías quedarían medio vacías.

En este punto intervienen los dos escritores más oportunistas y estraperlistas del siglo pasado en temas de platillos volantes y de seres extraterrestres: el suizo Erich von Däniken y el español Juan José Benítez.

Däniken nació en 1935 en Zofingen, Suiza. Empezó trabajando como ayudante en un hotel. Aquí escribió su primer libro, RECUERDOS DEL FUTURO (1968). Usando 400.000 francos suizos del hotel, emprendió su primer largo viaje a Egipto, Líbano y Norte y Sud América. Los tribunales suizos lo condenaron a tres años y medio de cárcel por malversación de fondos, falsificación de documentos y evasión de impuestos. El tiempo pasado en la cárcel lo dedicó a estudiar a fondo el tema de los extraterrestres y los platillos volantes. Una vez libre escribe febrilmente. Un libro tras otro. Las editoriales publican ¿CARROS DE LOS DIOSES?, DIOSES DEL ESPACIO EXTERIOR, EL ORO DE LOS DIOSES, EL RETORNO DE LOS DIOSES, EL MENSAJE DE LOS DIOSES y otros. Estos libros son traducidos. Vende millones de ejemplares. Las ideas de Däniken no son originales. Pero las expone de manera que convencen a muchos. Su tesis se basa en que la Tierra fue visitada por extraterrestres en la antigüedad y estos seres interplanetarios están regresando para espiarnos y, de paso, abducir a terrestres, especialmente mujeres, con quienes hablan, según dicen.

Comentaristas de las obras de Däniken lo han acusado de plagio. Han demostrado que uno de sus libros, EL RETORNO DE LOS BRUJOS, contiene párrafos enteros de, entre otros, HISTORIA DESCONOCIDA DE LOS HOMBRES EN LOS ÚLTIMOS CIEN AÑOS, del francés Robert Charroux. Pero ni estos ni otros críticos han logrado disminuir la circulación de las obras del autor suizo, que hoy disfruta una situación económica muy desahogada.

Juan José Benítez es un periodista navarro nacido en 1946, conocido por sus trabajos sobre ufología en libros, artículos, y programas en televisión. Goza de popularidad en España y en países de la América Hispana debido, principalmente, a la serie (interminable) CABALLO DE TROYA, donde expone su visión sobre Jesús de Nazaret. Benítez estudió periodismo en la Universidad de Navarra. Vivió en varios países como enviado por periódicos de España, LA VERDAD, de Murcia, EL HERADO DE ARAGÓN o LA GACETA DEL NORTE. A partir de 1972 se especializó en platillos volantes y en seres extraterrestres. Apoyado por un equipo de escritores anónimos, que en periodismo se conoce como negros, ha publicado con su nombre más libros que Menéndez y Pelayo y Pérez Galdós juntos, dos prolíferos autores españoles que vivieron entre los siglos XIX y XX.

En 1992 Benítez dirigió un curso de carácter universitario en El Escorial sobre cuestiones extraterrestres. La comunidad científica lo acusó de carecer por completo de rigor y de adjudicar causas extraterrestres a fenómenos explicados anteriormente sin necesidad de intervenciones alienígenas.

Antes, a finales de 1987, la revista INTERVIEW, en su número del 25 de noviembre al 1 de diciembre, publicó un extenso trabajo sobre los plagios de Benítez. En entrevista personal con él y con el editor Fernando Lara los hábiles periodistas de INTERVIEW acosaron al escritor navarro con tal cantidad de argumentos que este se vio obligado a reconocer que se había inspirado en el libro religioso THE URANTIA BOOK, publicado por la fundación Chicago, al escribir tres de sus caballos de Troya, para los que había transcrito literalmente varias páginas del Urantia.

La crítica especializada ha denunciado varias veces los errores o engaños de Benítez. Cuando presentaba la Televisión Española el programa PLANETA ENCANTADO, ofreció a los teleespectadores un montaje de animación como si fuera una película rodada en la luna en 1969. En otra ocasión sentó a Jesús en el Coliseo Romano años antes de que el edificio se construyera.

Independientemente de los caballos de Troya uno de los libros más leídos de Juan José Benítez ha sido LOS ASTRONAUTAS DE YAVÉ, de 1980. En mi opinión, los autores anónimos del artículo en la revista AÑO CERO, citada al principio de este trabajo, tuvieron en cuenta el libro de Benítez. Quien escribió o quienes escribieron el largo reportaje, al igual que Benítez, identifican al Jehová del Viejo Testamento con un jefe extraterrestre.

También forman legión los que niegan la existencia de extraterrestres. Entre ellos, el famoso psiquiatra suizo Carl Gustav Jung. En su libro de 1958 UN MITO MODERNO. DE COSAS QUE SE VEN EN EL CIELO, afirma que entre los modos de ver el fenómeno extraterrestre existe “una fantasía primaria inconsciente, un arquetipo, invade la consciencia con ilusiones y visiones”.

Entre tanto, la Biblia calla y continúa con su verdad inspirada iluminando las tinieblas del hombre. El único Ser que vino del más allá fue Jesucristo, Redentor y Salvador. No vino en un platillo volante; nació de una muchacha hebrea virgen y vivió 33 años entre los humanos.