La mezcla perfecta

Al mezclar las dos, alternando la voz de cada uno en antena, miles de personas empezaron a buscar el disco.

El único problema es que ese disco no existía.

La casa Columbia iba a denunciar a Gary por su osadía cuando se les ocurrió la idea que los dos artistas podían grabarlo juntos y así lo hicieron.

El disco se editó, y sólo 10 días después era una de las canciones más escuchadas en todos los Estados Unidos.

Muchas cosas podríamos decir de esa feliz ocurrencia.

En primer lugar, lo que podría ser un mal final para la historia, porque todo estuvo a punto de terminar en una denuncia por parte de los implicados, que creían que se estaba haciendo algo ilegal con sus grabaciones.

Afortunadamente, la casa discográfica reaccionó a tiempo (vieron el dinero, claro) y no pasó nada... pero, ¡Cuantas veces nosotros nos creamos enemigos por no parar un momento y razonar lo que está ocurriendo!

Somos especialistas en tomarnos casi todo a la tremenda, y en nuestro pecado llevamos la penitencia, porque muchas veces nos perdemos lo mejor por ver enemigos en todas partes.

Otra cosa: No debemos despreciar a nadie.

Quizás te puede servir este consejo para algo en el día de hoy, porque muy rápidamente desechamos a quién aparece a nuestro lado sin preocuparnos de que en algún momento puede ser parte de nuestra salvación.

Juzgamos a todos de una manera rápida, y en muchas ocasiones nos equivocamos. "Este no", "aquel tampoco", "¡Uy, aquel otro con la pinta que tiene!"... Como nos creemos perfectos cerramos los ojos demasiado pronto.

Y así se nos escapan muchas oportunidades en la vida. Entre la poca paciencia y el mucho juicio. Entre enfados con unos y desprecios para otros. Y así nos va, aunque nos arrepintamos luego cientos de veces cuando ya no hay solución. Hubiera sido mucho mejor tener un poco más de amabilidad.

A propósito, tampoco se puede ser tan egoísta y estar pensando siempre en uno mismo. No veas a los demás solo con los ojos del "a ver que puedo sacarle a este". Lo mejor en la vida es comprometernos nosotros en ser la ayuda para otros. Lo más interesante es encontrar los discos que pinchar y hacer el favor a quién lo necesita.

Así que, hoy mismo necesitamos pensar más en los demás y proponernos ayudarlos. Eso mola.