Los malos ejemplos

Hace bien poco, uno de los más grandes compositores del pop, Paul McCartney reconocía que uno de los problemas de su grupo (los Beatles) allá a mediados de los 60, era el consumo de drogas.

Tanto, que incluso una de sus canciones, "Lucy in the Sky with Diamonds" estaba, de una manera semi-oculta, reconociendo el uso de alucinógenos en su trabajo. Fíjate en las iniciales del título, Lucy, Sky, Diamonds (LSD). "Soy padre de 4 hijos, y ahora es muy complicado hablar de esas cosas" afirmaba Paul.

¿Sabes? No nos gusta la palabra "pecado". La gente huye de ella como si se tratara de la peor enfermedad (y en cierta manera así es). Casi estoy seguro que alguno de vosotros ya estáis pensando muy seriamente dejar de leer la historia de hoy. Y sin embargo, Dios habla y llama por su nombre a nuestro pecado.

La Biblia enseña que pecar es transgredir, pasar el límite de algo que es correcto: Esa es la palabra que se utiliza cuando nos dice que estamos "Muertos espiritualmente a causa de nuestras transgresiones"*. Y ese es el problema, que nos pasamos la vida traspasando límites que no debemos traspasar.

Cuando la gente consume más alcohol del que necesita, y la sustancia pasa a dominar su cuerpo, ha traspasado el límite, y por lo tanto está pecando. Cuando algunos se introducen sustancias nocivas en su cuerpo y viven bajo los efectos alucinógenos de la droga, han traspasado el límite, y por lo tanto están pecando. Cuando otros viven destruyendo su propio cuerpo en placeres incontrolados y sexo fuera de lugar... están traspasando el límite, y por lo tanto, están pecando. Si hacemos daño a los demás o no somos justos en nuestro trato, traspasamos los límites y estamos pecando.

Y recuerda que el resultado del pecado siempre es la muerte. No el placer, las visiones celestiales o el calor etílico.

Puede que consigas eso por algunos momentos, pero el final siempre es la muerte.

No merece la pena. No debemos ser tan necios como para traspasar el límite: la verdadera alegría se encuentra en los momentos en los que aprendemos a disfrutar de la vida tal como la vida es. Sin sustancias extrañas. Sin engaños comunes. Sin alegrías alcoholizadas.

Piénsalo: No traspases el límite. No juegues con la destrucción

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*) Colosenses 2:13