Olas de sinsentido interior

En la película “Rocky IV” Silvester Stallone recibe más de 250 puñetazos en la cara en menos de 13 minutos durante un combate de boxeo en Rusia.

Los médicos dicen que solamente con una veintena de esos golpes estaría en el suelo y con su vida corriendo serio peligro, pero a él no le pasa nada. Todavía tiene fuerzas para levantarse y ganar el combate.

Es la realidad de lo irreal, la “verdad” del engaño con mayúsculas.

Lo irreal, lo absurdo, lo que no tiene sentido…

Desde finales de los 60 lo que dicta la moda es el sinsentido, porque del hastío en la vida nace la pasividad en todas las situaciones: arte sin sentido (pintura, escultura, arquitectura...), música sin sentido y comportamiento sin sentido.

La pauta es la distorsión de la realidad y de todos los conceptos. De esta manera, la vida misma se vuelve sin sentido también.

Aún así, nadie defiende un sinsentido absoluto. La pintura abstracta se guía por unas normas. La escultura sinsentido tiene que mantener puntos de apoyo. La llamada arquitectura libre, sin columnas ni órdenes preestablecidas, necesita las bases para mantener el edificio (si no, nadie se atrevería a poner los pies en él, ni aún los de pensamiento más libertario. Te lo aseguro).

Y de la misma manera, todos los que defienden los sin-sentidos, viven de la racionalidad de miles de situaciones diferentes: edificios que no se caen, ascensores que funcionan bien, leyes de circulación, y miles de ejemplos más.

No todo puede ser un sinsentido, porque eso significaría la destrucción del hombre en segundos.

El grave problema del desencanto del hombre es el sinsentido que vive dentro de cada uno.

La amargura que nace de las propias contradicciones. Ese es el fundamento de la violencia y la incomprensión. De esas contradicciones beben los que buscan notoriedad a cualquier precio. El hombre vive con una tempestad dentro de su propio corazón, y con la sensación de que nadie puede calmarla.

De ahí que ya hace muchos años, el compositor de los salmos expresase la dificultad de cada persona para controlar "sus olas"*

Si las tempestades de la vida pueden causar destrozos en el corazón, mucho peor es la situación cuando esas olas están dentro de nosotros mismos. Y te aseguro que ese tipo de tempestades, sólo Dios puede calmarlas.

---

* Salmo 107:29