Haglund y Gil. La obra en Valencia

CARLOS AUGUSTO HAGLUND

Para un conocimiento mayor de este pastor hemos de recurrir a la obra de Jesús Millán Martínez, (Valencia evangélica. 2003) donde lo ubica en su contexto social y misionero de una Suecia de mediados del siglo XIX. Nació Haglund el 13 de mayo de 1854 en Munktorp, al este de Suecia donde vive parte de su niñez y juventud. Sus padres son de los primeros bautistas de la ciudad y eran industriales.

Teniendo en cuanta la miseria de aquellos años recibe Haglund una educación esmerada y se especializa en Cálculo Mercantil y Teneduría de Libros. Pero un día decide ser misionero con la intención de servir en España. Terminados sus estudios, desde 1875 á 1877 se dedica a la enseñanza. Es profesor de cálculo mercantil y teneduría de libros, marcándole estos años para acción docente posterior para formar líderes como Vicente Mateu. También se prepara para el ministerio en España, formándose mejor en el seminario bautista Bethel de Estocolmo, fundado en 1866.

Es un momento de la vida en el que solo se preocupa de formarse como pastor y no tanto de tener una esposa y formar un hogar. El contacto que tiene con Enrique Lund, en viaje por Suecia en 1881 para levantar fondos y vocaciones, hace que el llamado se convirta en decisión viendo las necesidades en España. Con  27 años Haglund entiende que es la gran oportunidad de su vida y que ha llegado el momento de hacer realidad el llevar el Evangelio a tierras que desconoce. Animado y orientado por Enrique Lund, el misionero Haglund hace el viaje desde Suecia hasta el puerto de Barcelona en 1882. Comienza el proceso de adaptación, aprendiendo español, un idioma que difiere bastante del sueco. A los dos años de su estancia ya hace una visita por Alcoy y Valencia con el propósito de establecer obra. En este periodo de aprendizaje en Barcelona, además de su mentor E. Lund conoce a Gabriel Anglada Terrades (1855-1917)8  que sirve como colportor, evangelista, maestro de escuela y pastor. Anglada es un hombre polifacético, nacido en Figueres, que viaja por toda la zona del Ampurdán como colportor. Junto a él Carlos aprende las primeras estrategias evangelísticas y ayudar a las personas. También descubre el amor, fijándose en una joven creyente que será determinante en su vida. Ella vive en Villa de Gracia (Barcelona) y sus padres pertenecen a la Misión de Jorge Lawrence.

La llegada a Valencia la describe Haglund con estas palabras: “El que esto suscribe vino al puerto de esta capital en el mes de abril de 1885 y empezó allí una obra evangélica con los marineros escandinavos”. Haglund usa la misma estrategia que usaba  E. Lund, visitando primero a los marineros nórdicos del puerto, como una fórmula de no levantar sospechas por parte de los españoles y el clero siempre temeroso. El misionero se instala en el Grao, ordenando todo lo relativo a sus permisos de residencia y procura conocer la idiosincrasia de los valencianos.

En una pensión cercana al Puerto, medita, ora y redacta el escrito que quiere enviar al Alcalde de Pueblo Nuevo del Mar. Lo envía el 5 de noviembre de 1885. En el mismo notifica que abrirá un lugar de cultos en la calle del Ángel, 6, en el primer piso. El 15 de agosto de 1888 el trabajo tendrá el fruto de tres creyentes españoles en Valencia, primeros miembros de la congregación valenciana: Luis Vidal Biendicho, Manuel Segarra Ortiz y Padro Navarro Navarro. 

Ya no son los marineros sino que en febrero de 1886 ya es extensible a todos los valencianos. Por estas fechas da clases de cultura general y de inglés como forma de relacionarse y comunicar el Evangelio. Se corre enseguida la voz por toda Valencia de que un hombre habla de Dios y de la Biblia de manera diferente, despertando la curiosidad a Vicente Mateu, joven de 16 años que viene a conocerle. En 1887 Haglund realiza un viaje a su país, con el propósito de visitar a sus familiares, informar a la Misión y levantar fondos para seguir realizando la labor de evangelización en España y más concretamente en Valencia.

Según Jesús Millán  al regresar de Suecia sigue con los cultos, en castellano y otros idiomas, así como con la escuela dominical, espacio tan querido para enseñar la Biblia por edades. En agosto, los días 15 y 26 de 1888, realiza los primeros bautismos en la playa. El día 2 de septiembre, primer domingo del mes, tienen el culto de Santa Cena y, de esta forma, queda constituida una pequeña congregación de discípulos. Ya que la mayoría de los miembros vive en el centro de Valencia pasan al local de la calle Portal de Valldigna, en el cual encuentran cierta estabilidad y permanecen en él seis años, hasta el 1895 cuando muere Haglund y pasan a una nueva etapa.

En el verano de 1889, Haglund hace un viaje a Barcelona donde vive la joven creyente Feliciana Armengol Simó. La había conocido años atrás y con el tiempo ha surgido y se ha consolidado una relación que culminará en matrimonio. El tiene 35 años y ella aún no ha cumplido los 20. El misionero ya no está solo. La boda se había realizado en Villa de Gracia, un jueves 22 de agosto de 1889. Del matrimonio nacerían cinco hijas de las que tres mueren prematuramente. Teresa y Feliciana son gemelas, nacen el 11 de agosto de 1890. La última, Carolina, es hija póstuma. Nace en Barcelona el 22 de abril de 1895, casi dos meses después de morir su padre.

Haglund no se limita a Valencia, realizando algunos viajes por la región de Murcia en 1893, en Águilas concretamente, logrando abrir iglesia bautista en el intervalo de un año. Ya enfermo regresa a Valencia y su vida terminará pronto.

Las apreciaciones de Jesús Millán sobre la vida y personalidad de Haglund son el resultado de su propia investigación, en diferentes fuentes, no dudando tampoco en citar a Juan B. Vilar cuando coincide en su contenido. Dice Vilar “que era persona de finos modales, pulcro en el vestir, atento siempre a  tomar nota de todo y provisto de sólida formación teológica… celoso para la predicación, estudiaba mucho sus temas. Era muy amante de la cultura y muy celoso de la obra”. Jesús Millán dice que escribía con estilográfica, con caligrafía elegante, claridad en la expresión y exquisito redactado. Formará a Vicente Mateu en las siguientes materias: homilética, hermenéutica y eclesiología entre otras asignaturas. Que sepamos, el misionero predica en sueco, inglés y castellano. Con el tiempo casi seguro que se hubiese atrevido con el valenciano aprendido de Vicente Mateu que en ocasiones también predicaba en valenciano.

Cuentan –dice Millán- que era persona accesible, de talante acogedor, que cuando iba a un lugar saludaba dando la mano a cada persona, algo que les sorprendía, ya que no estaban acostumbrados a recibir este trato amable. Así se recoge “que recibió con sumo placer a los valencianos que bajaban al Grao”. 15  “En el trato personal profundizaba”. Llama la atención esta singular característica sobre Haglund: “En el vecindario se le conoce como ’el padre de los pobres…’  recibió la simpatía de todos los que le trataron”.

Su muerte en febrero de 1895, a los 40 años sorprendió a todos y para el pequeño grupo de creyentes supuso un duro golpe. Fue enterrado en el cementerio Civil, siendo necesario improvisar un nicho que luego la Misión Sueca obtendría en propiedad y donde actualmente también están los restos de Juan Uhr y su esposa Leonor. Feliciana su esposa y su hija, la pequeña Carin,  marchan a Barcelona con su hermano, el cual se hace cargo de ellas dado que es médico y dispone de una buena posición económica.

VICENTE MATEU GIL

Vicente Mateu Gil

Antes de que la Misión Sueca mandase como pastor a Juan Uhr a Valencia, en sustitución del fallecido Haglund, Vicente Mateu servirá al Señor a tiempo completo y dará un fuerte impulso a la obra. Nace en Valencia, el 23 de febrero 1869, y fallece el 12 de mayo de 1914, a la temprana edad de 45 años. Crece en un humilde hogar y estudia en los Escolapios de Valencia, aunque pronto deja los estudios para ponerse a trabajar de ayudante de sastre.

Convertido a los 18 años, Mateu es bautizado en el mar por Haglund en 1888 en la zona del Cabanyal, celebrando la primera Santa Cena en la iglesia de calle Zapateros 7. Uno de los primeros bautizados el carpintero Luis Vidal Bendicho construirá un  bautisterio de madera forrado con hojalata soldada que fue usado durante décadas. Casi toda su familia es convertida, siendo fieles creyentes. Hace el servicio militar en Melilla y en 1894, contrae matrimonio con su prima Dolores Martínez. Tras formalizar su compromiso en el Juzgado Municipal, de la calle San Vicente, son acompañados por un grupo de hermanos y amigos a la capilla donde se reúnen, realizando un sencillo acto, leyendo algunos textos e invocando la bendición de Dios sobre los nuevos esposos.

Es esta la primera boda en la iglesia evangélica de Valencia. En noviembre de 1889 Mateu y Vidal son ordenados diáconos por Haglund. Con este misionero, el joven sastre se ha formado en el conocimiento de las Escrituras, la teología y la historia y también ha aprendido inglés, francés y sueco y adquirido nociones de hebreo y de griego. El misionero sueco Johan Uhr, oficialmente pastor de Valencia desde el 10 de marzo de 1895, no se establece hasta septiembre, a la vuelta de una estancia de cinco meses en su país y la capilla se traslada a la calle del Pilar. Entonces se hace cargo de la iglesia local, con 32 miembros, después del pastoreo provisional de Lund y Mateo deja su oficio de sastre para dedicarse exclusivamente a la causa evangélica, a lo que se había resistido hasta ese momento, a la vez que Lund inicia la obra bautista en Burjassot y le encarga la dirección. Para Lund, Mateu es un apasionado del estudio, estando su casa llena de libros como si fuese un Instituto Teológico, que en su insaciable deseo de saber “permaneció toda la vida aprendiendo” 

Según nos describe Jesús Millán, dos palabras pueden definir a Mateu:  autodidacta y polifacético, abarcando todo lo que sirviese para la Obra. Dice Millán que Mateu es diácono, escritor, predicador, pastor, maestro, evangelista, editor, teólogo y también asume cargos en ministerios evangélicos a nivel nacional. Sabe encontrar el equilibrio y atender las prioridades. Lund dice de él: “Esto es lo notable en Mateu. La perspicacia, el instinto, que le hizo atender a cuestiones de conjunto en medio de circunstancias que limitan el horizonte de tantos obreros. Tuvo la mirada del estratega cristiano, que sabe o vislumbra donde están los puntos flacos del ejército creyente, y cuáles son las posiciones y fortalezas que conviene ocupar en seguida. Escritores como José M. Martínez hablan de él como “…quien llegaría  a ser el líder del protestantismo valenciano”.

“Al final de 1895 se abre una capilla en la localidad de Burjasot, en la calle Mayor, y se le asigna a Mateu la responsabilidad de cuidar de este pequeño grupo. El 19 de noviembre del mismo año se encuentra en Turís, junto a Uhr, abriendo obra en esta localidad. Tras un tiempo luchando con su salud, fallece el 12 de mayo de 1914, a los 45 años, en la calle Burjasot, (hoy calle Liria), cercana a la calle La Palma. Cerca de un millar de personas acuden para decir el último adiós al hermano y amigo que tanto hizo por la obra evangélica en Valencia.“Es recordado como un pacificador de la iglesia y algunos que le conocieron dicen que era un “santo” ”-dice Jesús Millán-.