Granada: el ex sacerdote José García Fernández

Cuando se cumplió el  75º Aniversario del asesinato del pastor de la Iglesia Evangélica Española (IEE), José García Fernández, fusilado el 21 de agosto de 1936 por causa de su fe protestante, Gabino Fernández Campos dedicó a su figura un homenaje destacando su legado literario. Decía así Gabino:

El legado literario de José García Fernández, nos ha llegado en prosa y verso, en las páginas del semanario madrileño ESPAÑA EVANGÉLICA. Donde también se evocan algunos retazos de su ministerio en dos Iglesias Evangélicas, con sus correspondientes escuelas, en la provincia de Granada: ASQUEROSA (hoy, Valderrubio) y ESCOZNAR.

En respuesta al Canónigo García Hughes, de Madrid, en la citada publicación, varios protestantes españoles participaron en los años 1929 y 1930 contando la historia de su conversión, con el título genérico de “DAMOS RAZÓN DE NUESTRA FE”. Parte de su respuesta fue: “Como uno de los más perseguidos y difamados pastores evangélicos, no puedo, ni debo, ni quiero, negarme a dar mi testimonio de fe cristiana, en respuesta al mesurado, aunque desorientado artículo, de mi antiguo consocio en la Liga Nacional de Defensa del Clero”.

INFANCIA Y ESTUDIOS

“Huérfano de padre desde mi primera infancia (a los seis meses), mi educación y mi formación espiritual fue obra de mi madre amadísima, ferviente católica, aunque sin más conocimiento racional de su religión que cualquier otra mujer andaluza y de clase humilde...

“Ingresé muy joven en el Seminario Conciliar de Granada, para hacer la carrera clerical romanista, en la que obtuve ordinariamente las más altas calificaciones y abundantes diplomas, cosa que alego como prueba de que no me es desconocida, ni mucho menos, la Teología y la Filosofía Escolásticas, ni el Derecho Canónico...”

“Desengañado prácticamente de la vida del clérigo secular, quise acogerme al espiritual asilo que para un sacerdote fervoroso ofrece la vida del claustro, y solicité mi ingreso en dos órdenes religiosas: La agustiniana y la jesuítica; no siendo admitido en ninguna de ellas; por no concederme pensión para mi madre, de la que soy hijo único, y a la que dejaba abandonada. Con repugnancia, seguí en el clero secular, y mis muchos viajes por gran parte de mi provincia (Granada) como predicador y, a veces, como misionero, me ocasionaron un creciente desencanto en mi ideal de sacerdote católico y gran ruina en mi fe católica...”

ABANDONO DEL SACERDOCIO CATÓLICO ROMANO

“Preparaba, en cierta ocasión, una serie de sermones al Corazón de Jesús, que había de predicar en Nechite (Alpujarras, y casi en el límite de mi provincia con la de Almería), y leía incidentalmente en la Biblia de Scio los versículos y notas consiguientes, 39 al 47 del Evangelio de San Juan, cuya lectura y meditación recomiendo a los católicos, y muy especialmente a los que fueron mis compañeros en el ministerio romanista. Ellos iluminaron mi alma entenebrecida, y en la misma edición de la Biblia “escudriñé las Escrituras”, si bien observando muchas veces la divergencia y, en casos, la abierta pugna existente entre el texto y las notas. Rechacé las notas y estudié la Palabra de Dios sin añadidos de hombres... Mi alma, que buscaba su luz, iba ya inicialmente amando a Cristo, como a su Señor y Redentor, debido a la lectura de la Biblia...”

MINISTERIO EN LAS IGLESIAS Y ESCUELAS EVANGÉLICAS

“Soy en la actualidad, pastor evangélico (el más modesto e inútil), después de haber estado relacionado con evangélicos cerca de tres años y haber convivido con ellos en Madrid seis meses para conocerlos”.

Interrumpo en este punto su narración para referirme a su ordenación como Pastor Evangélico y referirme a su campo de ministerio. Lo primero, ocurrió durante XIV Asamblea de la Iglesia Evangélica Española (IEE), celebrada en los días 24, 25 y 26 de abril del año 1928, en Málaga. Se “celebró con toda solemnidad el culto de Ordenación de D. José García, encargado de la sección de Asquerosa (Málaga) y ya conocido en Madrid por sus conferencias en Calatrava y Noviciado, a quien deseamos todas las bendiciones del Señor en su misión pastoral”.

Un año después, en la crónica de Joaquín González Molina, titular de la congregación de la IEE en Granada, nos da nuevos detalles sobre “las Misiones de Asquerosa y Escoznar”, opinando que en “estos dos pueblecitos en la vega granadina, ofrecen un porvenir consolador. En ambos predica ahora el Pastor Rvdo. José García Fernández quien, sin duda, ha de conseguir formar en ellos dos hermosas Congregaciones. En Asquerosa ya hay bastantes hermanos comulgantes y una naciente Asociación Cristiana de Jóvenes, que han organizado su biblioteca, ya bastante numerosa, celebrando sus conferencias, y tiene una vida activa y entusiasta que, sin duda, produce excelentes frutos.

La escuela de niños cuenta con una buena asistencia, a pesar de la dura guerra que se le hace... En Escoznar funciona también una buena escuela, y se celebran cultos semanales con asistencia, lo mismo que en Asquerosa, de unas 100 personas, siendo desde este punto de vista las reuniones de estos pueblos las más numerosas de Andalucía”

ARTÍCULOS Y POEMAS

Además de los datos que acabamos de reproducir, también escribió sobre aspectos doctrinales, que nos distinguen de los católicos, como su artículo “La Bendita Madre”, que termina, resumiendo la base bíblica, así:

“Adoración, honor, alabanza y gloria a Nuestro Señor y Salvador; veneración, respeto y cariño a su Bendita Madre. En estos días, nuestros templos y escuelas resuenan con ecos de voces infantiles que cantan alabanzas al Dios que se encarnó. Y un himno de niños nos condensa la doctrina evangélica sobre este asunto:

El Rey de Reyes, - Príncipe Celeste,

humilde escogió – el seno virginal,

Dios verdadero – desde el siglo eterno.

Vengamos, adoremos, - vengamos, adoremos.

Vengamos, adoremos, - al Rey de Paz "

De nuevo, damos la palabra al protagonista de este homenaje:

“Concluiré mi testimonio diciendo que aunque estuve casado, llevo cerca de dos años de viudedad y que, entonces, y aun ahora, he sufrido y sufro persecuciones y difamaciones; he sido sumariado y me han tenido criminalmente separado de mi madre amantísima; que tuve y tengo que contestar con frecuencia cartas de sacerdotes de toda clase y jerarquía, que sin cesar me invitaban a volver al redil que dejé cuando me convencí que tan sólo “El Señor es mi pastor, y que nada me faltará”.

Como ya hemos adelantado, su legado literario, nos ha llegado en prosa y en verso. “IN MEMORIAM”, es un poema, firmado en junio del año 1929, recordando el primer aniversario de la muerte de Virtudes Collantes; quien había sido, como literalmente anotó, su “amada y cristianísima esposa”:

“Entre la horrible turbonada negra

de informes y fatídicos fantasmas

que en mi cerebro bullen al impulso

del inmenso dolor que me atenaza;

Al recordar cómo el cadáver tibio

de la muerta reciente yo abrazaba;

y del dolor frenético en delirio

regaba el bello rostro con mis lágrimas,

que ardientes se mezclaban con el frío

sudor horrible de la fiera Parca

en la postrer ofrenda de cariño

ciego y leal que yo le profesaba”

En la amarga invasión de penas hondas

que me abruman y pesan en mi alma

cual losa funeral que han arrojado

sobre el despojo de ilusiones tantas...

En mi pecho sin hálitos se yergue

pujante de la fe la viva llama

y en mi mente, de pena amortecida,

su silueta percibo fiel, diáfana...

Con las cadencias propias su voz oigo

(que jamás al olvido podré darlas),

y a trabajar por Cristo y por su obra

sus cenizas me invitan y entusiasman.

En plena lozanía de belleza,

en plétora de vida y esperanzas

fue arrancada “mi flor” de aqueste suelo,

y a la patria del Padre trasplantada.

De Jesús y su esposo en los amores

embebecida la ejemplar cristiana

recibió el beso frío de la muerte

puesta en Jesús su entera confianza.

…

Señor, en Ti yo creo y te suplico

que reanimes mi alma atribulada,

porque al cielo elevando el pensamiento

se aminora el torrente de mis lágrimas,

y abismado en tu amor (porque me tienes

asido de tu diestra soberana)

miro a los cielos, y del frágil pecho,

sube a los labios la oración que salva.

Señor, piadoso y justo, a quien adoran

los alentados por la fe cristiana,

cauterice tu amor la herida honda

que abrió la brusca y dolorosa marcha

de aquel amable ser que Tú me diste

por compañera en mis empresas santas.

Y, aunque en tu reino a los vivientes fieles

no les unen estados en que enlazan

sus destinos los seres en la Tierra,

concédeme que vaya mi alabanza

con la suya mezclada ante tu trono

confundidas en una nuestras almas”

No queremos terminar estas notas sobre José García Fernández, sin añadir algunos datos aportados en “Memorias de la familia Fliedner” de febrero de 1928. El ex sacerdote José García por estas fechas llevaba un año predicando el Evangelio en Asquerosa (Granada), quien informa de sus resultados. Dice: 

“A primeros de febrero se pudo celebrar el primer culto evangélico en ese pueblo, después de muchas vejaciones por parte de la Administración. Desde entonces el número de asistentes al culto nunca fue menor de 100, acudiendo todos con puntualidad, respeto y entusiasmo, y en días especiales sube hasta 300. Tras sufrir más vejaciones pudimos, con la ayuda del Señor, abrir también un colegio el 3 de mayo. A pesar de que en el pueblo ya existían tres colegios y la cuota escolar en la escuela protestante es el doble que en las otras, ya tenemos 24 alumnos regulares. En la escuela dominical tenemos unos 30-35 chicos y algunas chicas de familias evangélicas. Hay actualmente 15 miembros comulgantes y unas 40 personas preparándose para asistir más tarde a la Comunión. El crecimiento de nuestra congregación nos obligó a ampliar nuestra capilla, muy pequeña. Pedimos ayuda y recibimos donativos de la Sra. Racliffe de Liverpool por 1500 pesetas; del pastor Winker y del Dr. Stark de 154,50 pesetas. Por boicoteo por parte de los habitantes del pueblo, tuvimos que buscar los obreros en el pueblo vecino y conseguir el material de un lugar distante a 18 kilómetros de aquí, lo que implicó más gastos de lo pensado. Nos faltan 350-400 pesetas para terminar las obras. (Entretanto la bondadosa amiga inglesa también cubrió este déficit.)”

Los núcleos fundamentales de las primeras congregaciones granadinas, surgen como consecuencia del trabajo evangelístico de Alhama desde 1868, estableciéndose puntos de misión en Pinos Puente, Alomarte y Santa Fe.

En Pinos Puente los jesuitas se encontraron con una superstición de tantas que había por tierras españolas. Según el jesuita Morote, por 1878, fue “necesario combatir una necia superstición que se había apoderado del pueblo por arte de unos cuantos malvados en connivencia con los protestantes”. Habían hecho creer a la gente que en un cerro cercano estaban los sepulcros de Cristo y de Bernardo el Carpio, que se aparecían la Virgen y San José, y que había un tesoro para los pobres que se lograría base de procesiones nocturnas y subscripciones. Con aquellas patrañas embobaban a los campesinos, les “sacaban los cuartos” y lo que es peor, les iban arrancando la fe, preparando de este modo la penetración del protestantismo y frutos consiguientes”. 

No deja de sorprender la capacidad de tergiversar los hechos y contradecirse por parte de las misiones jesuíticas. Resulta que el protestantismo siempre luchó contra la superstición y ahora es el que la promueve según Morote. De la misma manera en este caso, los protestantes les “sacan los cuartos” a los campesinos y más abajo se nos acusa de ganar adeptos por la ayuda material con la que contribuía el protestantismo. La dialéctica apologética de entonces resulta ofensiva para estos tiempos.

A través de las misiones jesuíticas contra los protestantes sabemos de la importancia de la congregación evangélica en Escoznar⁽ⁱ⁾. 

“También en Escoznar –dice el informe misional- que es un pueblecito infeliz, encontramos triunfante al Protestantismo, teniendo allí sus reales el célebre sombrerero de Granada, llamado Alhama, que en una casita a orillas del pueblo tenía su catedral (pues parece que era ya casi obispo) y su escuela y sus clubs, repartiendo allí pan y vino en sus cenas místicas, que no eran sino muy estomacales para muchos hambrientos; pues confesaban estos sencillamente que no tenían más convicciones que esas para ir a aquella casa. Todo el pueblo se confesó, exceptuando alguno que otro juramentado de Alhama, que recibía sueldo y no quería perder tal canonjía para volver a la azada o cosa por el estilo, pues aquellos pastores no podían prometerse otra cosa. Los principales se ahuyentaron de allí, antes de que llegara la misión, oliendo sin duda la chamusquina; pues el pueblo daba cada “muera” a los herejes sin poderse contener, una vez conocidas las picardías de los predicantes, que no se lo que hubiera sido de estos, si se ponen a tiro.”

Un relato como el anterior, recoge todos los elementos de violencia y desprecio a la vida de las personas, tanto como al sentimiento religioso de cualquier ser humano. El comentario que hace el autor del libro citado, Manuel Revuelta, hace referencia al tono despectivo y desvela la realidad histórica de las pequeñas comunidades evangélicas, formadas por gentes pobres, que encontraban en el nuevo credo ayuda material y espiritual. Este dato de “gentes pobres y marginadas”, que se viene repitiendo sacándolo de su contexto, no es la realidad del protestantismo de aquel entonces ni del actual. Si había gente pobre entre los protestantes,  la iglesia católica también los tenía, pues todos los habitantes del pueblo eran católicos, pobres y analfabetos, especialmente en zonas rurales. Sin embargo, si en algo influyó el protestantismo de aquellos días fue el elevar el nivel cultural en los pueblos donde había protestantes.

Otra idea que admite Manuel Revuelta a este relato es que demuestra la debilidad del protestantismo español, “incapaz de resistir cuando se avivaba el fervor católico de la mayoría”. Llama “fervor católico”, a quienes las misiones jesuitas sabían manipular y estaban dispuestos a matar si fuera necesario o si se ponían a tiro. No dejaba de ser su “guerra santa” que luchaba por mantener su estado. 

En Escoznar (Granada) había nacido don Luis Moreno, maestro evangélico desde septiembre de 1924 y Juez de paz en el Escorial. El 18 de abril de 1939 fue detenido por los falangistas y ejecutado seis meses después. La lucha del protestantismo español a lo largo de los años nunca puede llamarse debilidad y falta de fe, cuando tantos mártires ha tenido a los largo de los siglos.

Una de las iglesias de más arraigo en Granada, es la de San Pablo, hoy en  calle Callejón del Pretorio, 11, creadora de otras iglesias, como Motril o Almuñecar. Perteneciente a la Iglesia Evangélica Española, esta comunidad data de 1875, cuando se ubicaba en la calle Tendillas de Santa Paula nº 7. Durante la Guerra Civil, les fue arrebatada la propiedad del templo y por tanto se clausuró el culto y la escuela. Sería convertido el local en depósito de armas, pero al finalizar la guerra y sin mediar autorización oficial, en 1942, la congregación se hace cargo del templo y rehabilitan parte del local para el culto con la llegada del pastor Juan Eizaguirre.

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⁽ⁱ⁾ La Compañía de Jesús en la España contemporánea, Volumen 3.Manuel Revuelta González. Editorial SAL TERRAE, 2008