Nuestras raíces en Málaga

En nuestro libro “Evangelización y “propaganda” en la España del siglo XIX” Una visión de la Segunda Reforma protestante.” 2014, ya hemos expuesto lo que significó Manuel Matamoros en Málaga y cómo se desarrolló esta iglesia y la de Granada, desde unas bases de fe y organización bíblicas, expresadas en los Reglamentos. Durante la prisión y el destierro de Matamoros y hermanos de su iglesia en Málaga, estos se reunían en secreto, trabajando en la clandestinidad, pero no estuvieron ociosos. Publicaron el Nuevo Testamento en 1865 que titularon “El Nuevo Testamento de Nuestro Señor Jesu-Cristo: que es los escritos evangélicos y apostólicos. Versión revista y confrontada con el texto griego y con diversas traducciones, por Cipriano de Valera” En la portada venían las siglas de I.R. de M.(Iglesia Reformada de Málaga). Con la misma portada, en 1867 se publicó un “Manual de oraciones para uso de las familias” con oraciones para la mañana y la tarde y “Oraciones para ocasiones especiales”. Algunas de estas oraciones se incluirían en el libro de “Liturgia de la Iglesia Española” en el año 1881. Este manual, de 91 páginas, incluía una Letanía, el Decálogo y un Catecismo de Doctrina Cristiana. En una nota manuscrita, en el único ejemplar que se conserva del Libro de Oraciones, pone una nota Manuel Rodríguez diciendo que este libro “fue impreso en Málaga, en la época de las persecuciones, en la imprenta que había cerca de la calle de Granada, para uso de la iglesia Reformada de Málaga”.

No sabemos con precisión donde y cuando ejerció de pastor Ricardo López, convertido en Sevilla, que dice Vilar había cursado algunos estudios. Tras la prisión de Matamoros y su expatriación, las precauciones para distribuir literatura y tener reuniones eran muchas, por lo que se reunían en casas de creyentes y especialmente en la calle Santa María la Blanca. Para su comunicación con el exterior recurrían a un  creyente marinero en un mercante que hacía la ruta de Marsella-Sevilla, parando en Cartagena, Alicante y Barcelona. De Marsella les llegaban publicaciones evangélicas y a la vez se conectaban con los círculos reformados franceses.

Quizás el primer pastor que pudo reunirse públicamente en Málaga sea Pablo Sánchez Ruiz, antiguo capellán castrense carlista y decano de los pastores españoles. Nacido en Guadalajara en 1809, fue ordenado sacerdote siendo fraile de la Orden francisca, llegando a ser superior del convento de San Juan de los Reyes en Madrid e ingresado en el ejército carlista como capellán en la Guerra de los siete Años (1833-1840). Refugiado en Francia al terminar la contienda, conoce el Evangelio y se realiza una verdadera revolución en su vida, para convertirse en el paladín del protestantismo⁽ⁱ⁾ .

Para prepararse mejor en el servicio al Evangelio se fue a estudiar a Suiza y se casó con una francesa llamada Juana Adelaida Maudin nacida en 1921. Su primer trabajo sería encargado por la Societé Evangèlique de Ginebra y su destino sería Argelia, en concreto Orán conquistada por los españoles en 1509 y en 1831 conquistada por los franceses. Trabajó entre la numerosa colonia española por varios años. En Orán publicó un folleto de controversia de 40 páginas titulado “Carta dirigida al que dice que el Nuevo Testamento vendido en Orán es falso” donde desenmascara la ignorancia del vicario, pues no había obispo católico en Orán. Estando en Gibraltar fallecería su esposa el 2 de julio de 1865 dejándole dos hijas. Con la llegada de la Revolución se traslada a Sevilla y a Málaga. En Málaga se casará por segunda vez con una viuda recién convertida al Evangelio que le fue de gran ayuda en su ministerio.

Relata Serrano (OC. Pág. 164) que en 1868 y primeros de 1869 ministraba en la Iglesia Libre, Julián de Vargas (de oficio “corredor de granos”, uno de los pioneros en esta iglesia de Málaga), sucediéndole Pablo Sánchez que se encontraba bajo el patrocinio de la  Spanish Evangelization Society  de Edimburgo. Refugiado después en Gibraltar, formaría parte del Consistorio creado en abril de 1868 por Cabrera. El número de asistentes a los cultos de Pablo Sánchez era muy grande, de manera que en una de las visitas de Cabrera a Málaga, la asistencia no fue menor de 800 personas, muchas de ellas ya habían conocido el Evangelio antes de la Revolución. No deja de ser sorprendente el comentario de “ Light and Truth ”, pero que se puede confirmar por ser el mismo fenómeno en otras partes de España, que muchos de los que habían sido fieles discípulos durante las horas de persecución, cuando llegó la libertad se avergonzaron de serlo. Las iglesias llenas hasta rebosar y con colas en las calles, se vaciaron sin aparente explicación, como se lamentaba Manuel Carrasco en Valladolid. La iglesia libre malagueña, cuando Pablo Sánchez se fue a Huelva en 1870, cerró y cesaron los cultos. Aunque hubo varios intentos de proseguir, no sería hasta 1885 que el citado Manuel Carrasco abrió otra iglesia.

Nuevo Testamento de Orán

Antes que el primer sermón evangélico en castellano fuese predicado en Chile en 1868, vio la luz el himnario La Doctrina del Evangelio Enseñada en Cánticos e Himnos Sagrados publicado en Valparaíso en 1961 por David Trumbull. Se trataba de una reimpresión de una obra del pastor protestante español Pablo Sánchez Ruiz.

En un tour de prospección de William H. Gulick por España, describe la situación de las congregaciones como la de Málaga y Granada desde una primera impresión de recién llegado a este país, España, siempre original, estrafalaria y supersticiosa en materia religiosa, según muchos viajeros. “The Missionary Herald at Home and Abroad, vol. 68” (ii) de 1872, decía que Gulick había sido asesorado por su hermano Thomas Gulick, establecido en Zaragoza, para que comenzase en Barcelona, junto con su esposa, haciendo primero un recorrido por España. En cuanto al viaje al sur por la costa mediterránea dice:

Málaga. "Dejando Alicante, por la tarde seguimos nuestro camino al sur, pasando por Cartagena durante la noche, y a la mañana siguiente por Almería. Navegamos todo el día, gran parte del tiempo cerca de la orilla. Las bahías se sucedían continuamente, señalando hermosas curvas de cabo a cabo. Las montañas vinieron audazmente a la costa, valles rotos aquí y allá en barrancos que se apartaban. Había pocos pueblos y aldeas, y la soledad y la relajación de la escena se agrandó al ver la choza de un pescador solitario ocasional, o la aldea de un minero, mientras todo el día, la gloriosa cumbre nevada formó el fondo del panorama. Como se acercaba la noche, suavizó la escena. Redondeadas colinas, cubiertas de verdor hermoso — las vides de uva con la hoja grande — y salpicado de casas blancas, se extendía por millas a lo largo de la costa; y cuando el sol se puso entramos en el puerto de Málaga, viéndose su gran catedral que se cierne sobre la ciudad como un castillo. Llegamos allí durante las escenas de terminación de la fiesta de Corpus Christi. Las iluminaciones y los fuegos artificiales en la Alameda, las procesiones religiosas y las corridas. Despojada de los oropeles y color que la ocasión había propiciado, Málaga, en su aspecto y su entorno, es una ciudad  caliente y sucia."

Obreros evangélicos. "Málaga ha sido escenario de numerosos incidentes interesantes en la historia de la causa evangélica en España. Fue aquí donde, antes de la revolución, el Dr. Thompson, del tabernáculo Broadway, dio a la imprenta, durante el mismo período de su visita, una edición del Nuevo Testamento que había estado trabajando secretamente, durante meses, en el sótano de su casa. Aquí Julián Vargas, un maestro de escuela fue metido en la cárcel, en el mes de julio de 1868, en el cargo de dar instrucción de la Biblia. La revolución en septiembre de ese año lo liberó y regresando a su vocación, ha continuado en ella desde entonces.

Tuvimos el placer de ver  su trabajo. Tiene una escuela de más de sesenta niños y niñas, que es compatible con él, su padre y su familia. En abril pasado fue ordenado por el Sínodo de la iglesia de España y ahora es el pastor  de una pequeña congregación que han colocado en una habitación de su casa como su capilla. Predica para ellos sin sueldo, y se reúnen, a pesar de su pobreza, sufragando los gastos de la iglesia. Palpamos la sinceridad y la seriedad de este pequeño grupo de hombres simples e ignorantes y mujeres, como adoraban a Dios unos treinta de ellos en su pequeña habitación superior. Hay también, en esta ciudad, otro joven evangélico -maestro de escuela-, que es apoyado de manera humilde, por su escuela. Él es el representante de una obra cristiana que, habiendo pasado por muchas vicisitudes, aún conserva su vida  y tiene esperanzas de resurgir otra vez. Nuestros sentimientos eran de apoyo para estos dos jóvenes y su trabajo, como los únicos representantes del Evangelio en esa ciudad malvada".

A Granada. "Desde Málaga nos fuimos a Granada, pasando, en el ferrocarril, algunos de los más maravillosos paisajes atravesado por cualquier camino en España. Dejando los ricos valles cerca de Málaga, de repente nos sumió en el corazón de una cadena de colinas que cruzaba la carretera. Montañas de roca sólida y quebrada, se mostraban en formas fantásticas y majestuosas, y barrancos y golfos bostezando debajo de nosotros, mientras que, de repente, surgimos del laberinto de túneles hacia un país más allá de la alegría. 

"Granada es el asiento de uno de las primeras y más interesantes cosechas misioneras en España. Estuvo en las cárceles de esta ciudad, Manuel Matamoros, José Alhama y otros, que fueron confinados durante casi tres años, hace diez años, por su fe y firmeza en el Evangelio. La sentencia sobre ellos, en términos de nueve y diez años en las galeras, siendo conmutada por destierro, varios de ellos tomaron camino a Gibraltar, entre los cuales estaba Alhama, oriundo de Granada. Su esposa e hijos compartieron con él su encarcelamiento en su ciudad natal y lo acompañaron en su destierro. Durante casi cinco años se apoyó en su oficio, en Gibraltar, mientras que sus hijos estaban disfrutando de las ventajas de las escuelas protestantes del lugar. La revolución abrió España al Evangelio, él se apresuró en volver a Granada e inmediatamente se comprometió en el trabajo público y exclusivo, siendo maestro de escuela y evangelista, con el apoyo de la Sociedad de Edimburgo para la Evangelización de España. 

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⁽ⁱ⁾ Nuestras Raíces.  Rafael Arencón Aedo. Recirsos ediciones. 2000

⁽ⁱⁱ⁾ The Missionary Herald at Home and Abroad, Volumen 68. 1872. Contribuidores American Board of Commissioners for Foreign Missions, General Council of the Congregational and Christian Churches of the United States. Missions Council, General Council of the Congregational and Christian Churches of the United States. Board of Home Missions