La clasificación realizada hasta ahora da una idea del arraigo de las prácticas adivinatorias en el antiguo pueblo hebreo. Pero no son todas. Existen otras de las que tenemos menos información, pero que no están exentas de interés.
La cubomanciaes una forma de adivinar por medio de los dados. Las buenas jugadas anuncian felicidad; las malas jugadas, una decepción.
Este sistema, que se utilizaba mucho en la Grecia antigua como oráculo de amor, está representado en la Biblia por dos palabras hebreas de significado misterioso.
Urim y Tumim (
Éxodo 28:30). El religioso Buenaventura Ubach, miembro de la pontificia Comisión Bíblica y Colaborador de la Biblia de Montserrat, dice que “el laconismo del autor sagrado sobre estos dos vocablos, cuando en otros es tan minucioso, nos da derecho a creer que se trata de un objeto perfectamente conocido de sus contemporáneos; en cambio, para nosotros, aún hoy están envueltos en el misterio”.
Pese a ello, el especialista catalán en literatura bíblica agrega que “eran, según se puede conjeturar, una especie de dados o bastoncitos conocidos desde muy antiguo como instrumentos para el sorteo”
[1].
El funcionamiento de estos dados sólo se infiere en un episodio de la vida del rey Saúl, cuando demanda a DIos que decida entre él y su hijo Jonatán, por un lado, y el pueblo, por otro: “Saúl dijo: Yavé, Dios de Israel, ¿cómo es que no respondes hoy a tu siervo? Si en mí o en Jonatán, mi hijo, está este pecado, Yavé, Dios de Israel, da urim; y si está la iniquidad en el pueblo, da tumim. Y fueron señalados por la suerte Jonatán y Saúl y librado el pueblo”
[2].
Está también el Efod.Esta palabra tiene tres acepciones en la Biblia: una prenda especial del sumo sacerdote, un vestido de los sacerdotes en general y un instrumento de adivinación idolátrica. Para Maximiliano García Cordero, profesor de Exegética del Antiguo Testamento y de Teología Bíblica en la Pontificia Universidad de Salamanca, algunos intérpretes de la Biblia creen que se trata de “un instrumento de adivinación al estilo de los Urim y Tumim que el sumo sacerdote llevaba en el Efod para consultar la voluntad de Dios”
[3].
Los terafines bíblicosencajan en el método de adivinación que los ocultistas llaman amalgatomancia, y que consiste en adivinar mediante el uso de estatuillas o pequeños ídolos. Estos terafines se mencionan por vez primera en
Génesis 31:30. Labán reprocha a su hija que le robara sus dioses. Eran tan pequeños que Raquel los ocultó “en una albarda de un camello, y se sentó sobre ellos. Y buscó Labán en toda la tienda, y no los halló”(
Génesis 31:34).
Estas estatuillas, generalmente de uso doméstico, se utilizaban como oráculos y amuletos para alejar los malos espíritus. Los hebraístas afirman que la palabra “terafin” “pertenece al vocabulario adivinatorio de los antiguos israelitas”
[4].
Un breve texto en Ezequiel 21:21-22 parece contener cuatro formas de adivinación utilizadas por el ocultismo. En un estilo bellísimo, entrecortado por la emoción, el profeta denuncia el terrible drama doloroso que Nabucodonosor ha causado al pueblo hebreo. Dice que “el rey de Babilonia se ha detenido en una encrucijada, al principio de los dos caminos, para usar de la adivinación”. Y señala los métodos empleados por el rey sanguinario.
“Ha sacudido las saetas”.Esto es Belomancia, o adivinación por las flechas. En la antigua Babilonia era un sistema común de adivinación. Se disparaban flechas con el arco y luego se interpretaba la distancia que habían alcanzado, la posición de unas respecto a otras y la manera como quedaban en el suelo.
“Consultó a sus ídolos”.En ocultismo llaman a esto amalgatomancia. En realidad no es más que una superchería surgida en diversas épocas y con finalidades distintas. La religión cristiana, en su expresión mayoritaria, practica hoy día este pecado fuertemente condenado en la Biblia.
“Miró el hígado”.El hígado desempeñaba un gran papel en Babilonia para conocer la voluntad de los dioses. En ocultismo se le llama Hepatoscopia. En Caldea era un arte adivinatorio mayor. Los textos más antiguos que se conocen sobre Hepatoscopia datan de dos mil años antes de Cristo. El adivino babilónico observaba las diversas partes del hígado de los animales sacrificados y mediante estos ritos predecía el futuro. A lo que se deduce del texto bíblico, fue esto lo que ordenó Nabucodonosor a sus adivinos.
¿Está la quiromancia implícita en el texto de Ezequiel 21:22, donde se lee que “la adivinación señaló a su mano derecha?”.En ocultismo, la mano derecha es símbolo de autoridad, de poder, de victoria. En este mismo sentido se la menciona en el versículo citado, donde los adivinos de Babilonia ordenan un ataque contra Jerusalén.
[1] ENCICLOPEDIA DE LA BIBLIA, obra citada, tomo VI.
[3] ENCICLOPEDIA DE LA BIBLIA, obra citada, tomo II.
[4] Jacobo Meyring, profesor de Teología en Jerusalén, en ENCICLOPEDIA DE LA BIBLIA, tomo VI.
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