El sábado 7 de mayo
murió en Suiza el empresario, fotógrafo y playboy internacional Gunter Sachs, nacido en Alemania en 1932.
Se pegó un tiro en la cabeza, a la altura de la sien derecha.
Durante los años 60 del siglo pasado
Gunter Sachs estuvo considerado como el playboy más famoso de la posguerra. Tuvo relaciones con numerosas famosas del momento, entre ellas la que fuera emperatriz de Irán, la bella Soraya, de fascinantes ojos verdes. Enamorado de Brigitte Bardot, la “sex symbol” del momento, arrojó desde un helicóptero una tonelada de rosas rojas sobre el jardín de la gran estrella francesa, cuerpo de muñeca. La Bardot cedió y la pareja estuvo casada tres años.
Aunque nacido en Alemania, en 1976 adquirió la nacionalidad suiza para evitar el fisco de su país.
Compró una gran casa en Gstaad, estación turística en el alto del Valle del Sarine, cantón de Berna. Allí se quitó la vida. El diario suizo Neue Zürcher Zeitung escribió esta afirmación: “No es que decidiese morir, es que decidió no envejecer más”.
Gunter Sachs era muy aficionado a la astrología y a los horóscopos.Pertenecía al signo escorpio. Cuatro años antes de morir había escrito: “Los complicados escorpio no tenemos tendencias suicidas, en contra de lo que cabría esperar”.
Pues le falló la profecía. Escorpio traicionó sus pronósticos.
En EL GRAN LIBRO DE LAS CIENCIAS OCULTAS Laura Tuan afirma que el horóscopo “es el instrumento más seguro y más poderoso de que disponemos para estar al corriente de los altibajos de nuestra existencia”.
¡Mentira!Nunca he hallado dos horóscopos de un mismo día que coincidan en sus predicciones. El miércoles 4 de mayo, cuando escribía este artículo, quise llevar a cabo una nueva prueba para confirmar la falsedad del horóscopo. Antes he de decir que casi todos los periódicos que he leído y leo en español, francés e inglés, incluyendo los muchos que se publican en países de la América hispana y de Estados Unidos de Norteamérica cuando ando por esas tierras, mantienen secciones fijas sobre el horóscopo del día. No están escritos por astrólogos, ni por profesionales del periodismo. Los encargados de esta sección son redactores que cubren las páginas de sociedad. Valiéndose de cuatro libros sobre el tema salen del paso repitiendo lo que leen o lo que se les ocurre. Y aquí pasa lo mismo que con la llamada televisión basura. Si periódicos considerados serios publican a diario comentarios sobre el horóscopo del día, es porque hay clientela, gente que se desvive por estos augurios.
Tal día, el ya citado miércoles 4 de mayo, me dirigí a mi quiosco habitual de prensa, donde la señora Rufina. Compré cinco periódicos y cuatro revistas, todos ellos de alcance nacional. Quise saber qué decían los horóscopos ese día sobre mí. Yo pertenezco al signo Géminis. Nací un 13 de junio del año quinto de Matusalén. En los diarios EL PAÍS, LA GACETA y PÚBLICO no había horóscopos. EL MUNDO decía que dispongo de una posición muy poderosa. Sin duda se refería a Bill Gates, no a mí. LA RAZÓN afirmaba que el dinero me trae de cabeza. ¿Qué dinero? Vivo al día, ni debo ni me deben. El dinero nunca me ha quitado el sueño. A.B.C., más amable, señalaba que un genial humor embellecía la jornada. No sé. Desde las nueve de la mañana hasta las once de la noche, hora en la que escribo, no he hablado con un alma, nadie ha tenido oportunidad de comprobar mi estado de humor. Tampoco me he visto dando saltos de alegría por la casa solitaria.
La revista LECTURAS contradecía a A.B.C. Lo que para este era un humor genial, quien escribió el horóscopo en LECTURAS pronosticaba que “Geminis tiende ahora a un tono general bastante bajo”. ¿A quién inspiran los supuestos astros y a quien no? SEMANA me aconsejaba descanso si no quería sufrir una crisis o sufrir por el estrés. Esta revista se equivocaba de personaje. El estrés y la crisis la padecen toda esa fauna política que dicen gobernarnos, los que andan ahora metidos en campañas electorales, yo, no.
PRONTO, la revista más amarilla de cuantas se publican en España y, paradójicamente, la más vendida, me aconsejaba esperar a la semana siguiente para mis citas amorosas. ¿Qué citas? ¿Qué amores? El amor escapó de mi por ese túnel amargo del tiempo. En fin, INTERVIU, en su línea medianamente erótica, me aconsejaba captar “los mensajes sexuales rápidamente”. Ni de una mujer ciega espero yo mensajes sexuales. El sexo, como el amor, han creado grandes zonas de silencio a mi alrededor.
El horóscopo no sólo falló a Gunter Sachs. Falla a todos.Esta manifestación menor del ocultismo está tan lejos de adivinar los altibajos de nuestra existencia como lejos estamos de interpretar el pálido titilar de las estrellas lejanas.
Parece mentira que estas pretensiones adivinatorias tengan tanta clientela y tanto éxitoen tiempos como estos, de espectaculares avances científicos, con medios de información que globalizan los cuatro puntos cardinales, con un sistema de comunicación de masas considerado como el mejor de la historia. Pero así es.
Decía el NEW YORK TIMES que de cada libro comentando un signo del zodíaco se venden en Estados Unidos más de cinco millones de ejemplares. Ya lo anunció el profeta Jeremías hace unos 2.700 años: “Me dejaron a mí –dice el Señor- fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua” (Jeremías 2:13).
Toda vez que el horóscopo es un componente de la adivinación y metido ya en candela, con mi próximo artículo iniciaré una serie sobre adivinos y adivinación. Trataré de fundamentar el tema desde sus orígenes.
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