Muchos dicen que se ha hecho cristiano, algunos creen incluso que es católico, pero su nuevo lenguaje suena tan evangélico, que parece haber “nacido de nuevo”…Soy un hombre de Dios,
aunque nunca he aprendido a orar.
Seguía los caminos del corazón,
y le he encontrado a Él en el camino.
(Man of God, 2005)Neil Diamond ha sido una estrella del
pop desde los años sesenta. Nacido en Nueva York en 1941, su familia era judía ruso-polaca. Este hijo de comerciantes ha tenido tanto éxito, que ha vendido ya ciento veinte millones de discos en todo el mundo. Sus baladas románticas constituyen la banda sonora de varias generaciones, que han hecho de
Sweet Caroline una de las canciones más conocidas de los Estados Unidos. Se oye en películas, fiestas y todo tipo de acontecimientos deportivos. Tras un cáncer de columna, Neil se quedó en una silla de ruedas en 1979 y su estrella se empezó apagar a medida que avanzaban los ochenta…
HOMBRE DE DIOS
El año 2005 Diamond reaparece con un nuevo sonido, gracias a la producción de ese genio maravilloso que es Rick Rubin. Este extraño hombre con aspecto de duende, comparte el budismo con su amor por una atmosfera con profundas raíces y claros sonidos acústicos.
Su extraordinaria habilidad ha logrado que muchos jóvenes continúen todavía fascinados con las grabaciones de la serie Americana, que hiciera en la casa de Johnny Cash, los últimos años que estaba enfermo, antes de morir. La fe cristiana de Cash parece resonar ahora en estas canciones que nos revelan a un hombre de fe…Y lo soy, sí, lo soy, soy un hombre de fe.
Y la fe es algo que no puedes ver,
pero si queremos llegar al final,
la fe es la manera de hacerlo.
Doy a gracias al Señor por darme esta canción,
por hacerme fuerte,
y tomarme de la mano.
Subiré al Cielo, cuando llegué el final.
Pero hasta entonces,
voy a hacer lo que pueda.
(Man of God, 2005)
¡NO VAYAS POR AHÍ!
A pesar de sus raíces judías, lo último que se podía decir de Neil Diamond en los años sesenta y setenta, es que era un hombre de Dios. Sus canciones al amor
libre, iban acompañadas de un estilo de vida claramente hedonista, marcado por el sexo y las drogas. El año 69 se divorcia de su primera mujer, con la que había tenido dos hijos.
Su disco del año 70 es un cántico al fumador de marihuana (
The Pot Smoker´s Song), que comienza: “¡Marihuana! / ¡Dame marihuana! / ¡Olvida lo que eres! / Puedes ser lo que no eres /
colocado, quiero estar
colocado”. Poco después empieza a fumar también heroína, dice que “mayormente por aburrimiento”, a causa de sus largas giras por carretera en los años setenta…
Diamond está con su segunda esposa Marcia y otro hijo de cinco años, cuando una noche a principios de verano en 1976, la policía irrumpe en su casa a las afueras de Beverly Hills, buscando cocaína. El cantante se estaba preparando para ir a Las Vegas, donde iba a inaugurar con un concierto el nuevo Teatro Aladdin. Los policías recorren las diez habitaciones que tiene en Holmby Hills, mientras un helicóptero sobrevuela el tejado, con focos iluminando la casa. Aunque al final, sólo encuentran marihuana.
Estás buscando amor en la trasera de una limusina.
Estás buscando algo que falta dentro de ti.
Cuando piensas que puedes funcionar por el poder de la nicotina,
descubren una nueva droga para tu estado de ánimo,
que seguro te fascinará.
¡No vayas por ahí!
Esto no es la Biblia, ni un cuento con moraleja.
Si hay una lección, la puedas encontrar en la Biblia.
Si no es demasiado tarde y no puedes esperar.
Aquí está una melodía y escucha claramente:
¡No vayas por ahí!
(Don´t Go There, 2008)
UNA NUEVA CANCIÓN
Cuando Neil Diamond estaba haciendo la música para la historia de Juan Salvador Gaviota, cuenta en sus entrevistas que apareció un Hare Krishna a la puerta de su apartamento, con incienso y literatura. Diamond le invitó a hablar con él, enseñándole lo que hacía. A partir de entonces cada día se reunió con él, durante seis semanas. Le regaló un piso y un coche, hasta que un día le propuso ir a vivir a una cueva en la India. Dijo que le encantaría, pero que tenía que acabar su obra. Así que le pagó el viaje para que se fuera él…
La mística oriental no satisface a Diamond, que intenta por la terapia encontrar paz para su vida. Fue el desgraciado cómico Lenny Bruce, quien le introdujo en el psicoanálisis. Durante cuatro años intentó por ese medio encontrar la salida a una depresión, que le llevó a una profunda soledad. Luego se dedica a causas humanitarias. Mantiene un centro de rehabilitación y una casa de retiro para niños. Se compromete políticamente con la familia Kennedy, que apoya durante años. Pero
nada parece darle el gozo que ahora encuentra, cantando para Dios…Cantar para Él es como tocar el Cielo.
No necesito saber por qué.
Sólo sé que es así.
Cada vez que canto quiero regocijarme,
porque cuando oigo mi voz,
creo que es la suya.
Sí, yo soy, yo soy un hombre de esperanza.
No he dejado de creer todavía.
Y mientras bajamos por esta carretera,
no podemos perder la esperanza.
Oh, sí, yo soy, yo soy un hombre de Dios.
Sé que lo soy, sí, lo sé, soy un hombre de fe.
Soy un hombre, sí, lo soy, soy un hombre de paz.
(Man of God, 2005)
FINALMENTE, EN CASA
Tras divorciarse de su segunda esposa,
Diamond tiene relación con una nativa australiana desde 1996. Luego estuvo varios años con una ejecutiva en la treintena. Tras dos matrimonios, cuatro hijos y varios nietos, no parece pensar en casarse de nuevo.
Su principal interés ahora, dicen que es “predicar el Evangelio”, pero ¿en que consiste su fe? “Yo siempre he aceptado algún tipo de divinidad”, dice Diamond, aunque como judío, sólo ha ido a la sinagoga “en las fiestas importantes”.
Conoce la Biblia, pero no está claro que se haya hecho cristiano, aunque algunos piensan que se ha convertido al catolicismo más conservador. Lo cierto es que se siente por fin, en casa…
En casa, antes de la oscuridad,
antes que el día me abandone.
He buscado mi verdad,
sabiendo que la verdad podría dolerme.
He sido una luz viajera,
justo antes de la noche,
para llegar a casa justo antes
de la oscuridad.
He estado buscando.
No puedo explicarlo.
He buscado las razones,
pero lo que he encontrado en mí,
lo sé con seguridad.
Las cosas están cambiando;
yo he estado cambiando.
Ahora necesito estar
en casa, donde pueda ver.
En casa, antes de la oscuridad,
antes de que la luz se escape.
Estar a tu lado,
allí es donde me lleva el viaje.
Y yo he tenido miedo.
Si pierdo el camino,
entonces no seré salvo,
antes de la oscuridad.
(Home before Dark, 2008)
SUBLIME GRACIA
Cuando interpretó por primera vez en televisión su canción
Hermosa sublime gracia, todo el público americano pensó en el himno más famoso de la tradición evangélica, escrito hace doscientos años por un antiguo tratante de esclavos, convertido al cristianismo, John Newton. Desde que lo compuso en el ático de una vicaría inglesa,
Sublime Gracia ha pasado ser la canción favorita de músicos de
rock, como Bono de
U2. Este himno ha sido cantado por Bob Dylan, los Eagles, Deep Purple o U2.
Ya que las grabaciones de este himno no se limitan a artistas de
gospel. Lo han hecho todo los clásicos del
folk y del
rock. Sonó en el funeral de Nixon y Kennedy, pero también en el del escritor Alex Haley, el astronauta Pete Conrad o el jugador de béisbol Joe Di Maggio. Su texto ha sido ha traducido a casi todos los idiomas conocidos. Se usa en la banda sonora de muchas películas, e innumerables canciones hacen referencia a ella. También la última de Neil Diamond…
Hermosa sublime gracia, es la que tú me mostraste.
Hermosa sublime gracia es lo que eres.
Yo era un vaso vacío.
Me llenaste por dentro.
Y con sublime gracia,
me restauraste de mi orgullo.
Hermosa sublime gracia, es cómo me salvaste.
Y con sublime gracia reclamaste mi corazón.
Amor en medio del caos,
Calma en plena guerra.
Me mostraste con sublime gracia.
lo que era el amor.
Perdonaste mi insensibilidad,
y mi intento de engañarte entonces.
Estuviste junto a un miserable como yo.
Y esa hermosa sublime gracia es todo lo que necesitaba.
(Pretty Amazing Grace, 2008)
¿POR QUÉ LA GRACIA ES TAN MARAVILLOSA?
Cuando los cristianos hablan de la gracia, piensan en la salvación. Somos salvos por gracia de nuestra bancarrota espiritual. Ya que “todos nos desviamos, a una nos hacemos inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno” (Romanos 3:12). La salvación es por lo tanto un regalo de Dios, por la fe y no por obras, para que nadie se gloríe (Efesios 2:8-9). Algo que produce asombro y maravilla. Es lo que menos podemos dar por obvio…
Entre tambaleándome por la puerta de tu capilla,
humillado y asombrado por todo lo que encontré.
La belleza y el amor me rodeaban.
Libre de lo que temía.
Pedí sublime gracia,
y Tú apareciste.
Venciste mi pérdida de esperanza y fe.
Me diste una verdad que podía creer.
Me llevaste a un lugar más alto.
Me mostraste tu sublime gracia,
cuando gracia era lo que necesitaba.
Miro a un espejo y veo tu reflejo.
Abro un libro, y vives en cada página.
Caigo, y estás ahí, para levantarme.
Me acompañas cada carretera que subo.
Y con sublime gracia,
alivias mi mente.
(Pretty Amazing Grace, 2008)
VIVIR POR GRACIA
El secreto mejor guardado entre los cristianos hoy, es que no sólo somos salvos por gracia, sino que vivimos por gracia, cada día de nuestra existencia. Muchos creyentes basan su relación con Dios en sus obras, antes que en la gracia. Queremos hacer las cosas bien, para que Dios nos bendiga. Vivimos por obras, en vez de por gracia. Nos desafiamos una y otra vez a hacerlo mejor, cuando dependemos totalmente de los meritos de Cristo. Jesús lo ha hecho todo en la cruz por nosotros. ¡Él es todo lo que necesitamos!
Vine a Ti con los bolsillos vacíos, primero.
Cuando volví como un hombre rico.
No podía creer que el amor pudiera saciar mi sed.
Pero con sublime gracia me mostraste que era posible.
En tu sublime gracia tuve una visión
de ese lugar maravilloso, al que he llegado.
He vagado en la noche, sin dirección,
Y he encontrado en tu sublime gracia mi consuelo.
(Pretty Amazing Grace, 2008)
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