Decisiones

Sé que pasas por ese túnel oscuro en el que la única luz posible es la que emana de dentro de ti, lo demás, permanece oscuro entre una brumosa y espesa incomprensión.

Piensas, al igual que pensamos quienes somos o hemos sido azotados con vehemencia por la vara del dolor, que la vida y su transcurrir no ha sido la travesía que tú habías imaginado. Lo que en su día soñaste que sería una historia perfecta, se ha ido transformando de forma paulatina en una cruenta pesadilla.

Miras hacia atrás con nostalgia, todos lo hacemos cuando vivimos un presente tiznado de sufrimiento, sin embargo, ese mismo pesar te ha de enseñar a ver el futuro con optimismo, a mirar el mañana con una visión entusiasta, a caminar confiadamente sobre un terreno hostil pero inequívoco. Nunca olvides que es Dios quien nos dirige y nos lleva de su mano.

Ayer te miraba a los ojos y oía tu narración. Es la segunda vez que sin tú saberlo me invitas a reflexionar, a escribir sobre lo que te sucede, asuntos que demuestran que el dolor no queda extinto en las vidas de quienes amamos a Dios, contrariamente, es a menudo nuestro corazón la diana perfecta donde con astucia se clavan los dardos de la tristeza.

Confío en que sepas tomar la decisión correcta. No dejes que la melodía de tu corazón eclipse la verdadera y única canción que ha de sonar en tu vida. No seas un ratoncillo embelesado por el flautista, descansa, confía, espera, y Él hará. Decidas lo que decidas yo te seguiré apoyando, queriendo, alentando, pero tengo la obligación como amiga de indicarte el sendero, puede que te parezca inadecuado, abrupto, solitario, pero lo conozco y sé que es el único que te ofrecerá lo que necesitas.

Ahora todo se atavía de cilicio, de colores grises, de entonaciones lastimeras. Mañana Dios te volverá a sorprender como siempre lo ha hecho, trayendo a tu vida un haz de luz que con delicadeza rete a la oscuridad y se posicione en el lugar que merece estar para brillar y llenar tu presente de una luz clara y pura.

“Venid y volvamos al Señor; porque él arrebató y nos curará; hirió y nos vendará… Y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra.” Oseas 6:1-3