¿Es Jesús el arcángel Miguel? En ningún lugar de la Escritura se ofrecen indicios que nos inviten a adoptar esta extraña conclusión asumida por los Testigos de Jehová, quienes, para fundamentar esta asociación, usan el siguiente argumento:
"En 1ª Tesalonicenses 4, 16 se declara que el mandato de Jesucristo para que comience la resurrección se da 'con voz de arcángel' […]. ¿Sería apropiado comparar la voz de mando de Jesús a la de alguien que tuviera menos autoridad que él? Es razonable, por lo tanto, concluir que el arcángel Miguel es Jesucristo (1)”.
Llama la atención la utilización de un silogismo tan superficial que se desmorona nada más echar un ojo a otras partes de la Escritura, donde, por ejemplo, podemos leer que el Señor habla con
voz de trueno (Salmos 77, 18; Apocalipsis 6, 1), y obviamente, aunque quisiéramos aplicar la misma exégesis que la Watchtower atribuye al texto de Tesalonicenses, ni el Padre ni el Hijo de Dios son truenos.
Lo más llamativo de esta identificación de Jesús como el arcángel Miguel no es la ausencia de indicios reales para tal dislate, sino que lo poco que la Escritura revela acerca de dicho arcángel son, precisamente, algunas características que no permiten asociar a Miguel con Jesucristo, quien, por ejemplo, posee la autoridad de reprender a Satanás: "
Entonces Jesús le dijo: '¡vete, Satanás! Porque está escrito: Es a Jehová tu Dios a quien tienes que adorar, y es solo a él a quien tienes que rendir servicio sagrado'" (Mateo, 4, 10-11 TNM).
En cambio, el arcángel Miguel no se considera digno de una autoridad que sí posee Jesús: "
Pero cuando Miguel el Arcángel tuvo una diferencia con el Diablo y disputaba acerca del cuerpo de Moisés, no se atrevió a llevar un juicio contra él en términos injuriosos, sino que dijo: 'que Jehová te reprenda'" (Judas 9 TNM).
¿JESÚS NO ES DIOS?
Otro texto favorito que los Testigos de Jehová suelen citar (al menos lo hacen en las conversaciones que he tenido con ellos) es el recogido en 1ª Corintios 8, 6: "
Realmente para nosotros hay un solo Dios el Padre, procedente de quien son todas las cosas, y nosotros para él; y hay un sólo Señor, Jesucristo, mediante quien son todas las cosas, y nosotros mediante él" (TNM). La falta de globalidad de la apologética de los Testigos se vuelve a evidenciar cuando, basándose en este texto, afirman que "
hay un sólo Dios, y según este texto, ¿quién es? Es el Padre; pues entonces, Jesús no es Dios". Sin embargo, si aplicamos esta misma lógica al resto del versículo, deberíamos continuar afirmando que también hay un solo Señor: Jesucristo…, llegando a la conclusión de que el Padre no es nuestro único Señor. Obviamente, esta continuación del silogismo se da de bruces con significativos textos inspirados como, por ejemplo, cuando Jesús afirma:
“Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra…” (Mateo 11, 25).
Otro párrafo muy recurrido por los fieles de esta organización es aquel en el que Jesús establece una conversación con un joven rico: “
Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? Él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos” (Mateo 19, 16-17). Los Testigos usan esta cita para tratar de mostrar que Jesús no se reconoció a sí mismo como Dios, aunque aquí Cristo no asevera en ningún momento que Dios sea bueno y él malo, sino que le da una respuesta a un joven rico que le llamaba
Maestro bueno porque tenía una buena impresión de Cristo, aunque aún no lo conocía como Dios. Pero,
¿se puede afirmar que Cristo, el Santo y el Justo (Hechos 3, 14) no es bueno? ¿Cómo asumir que aquel que no cometió pecado alguno es malo (Juan 8, 46)? Si aceptamos esta peculiar argumentación, nos encontraríamos ante un problema con repercusión eterna, pues quien ha muerto por nuestros pecados no es más que un arcángel creado que, además, ni siquiera es bueno. Desde luego, no son pocos los textos usados los Testigos de Jehová que se vuelven contra sus enseñanzas a modo de boomerang argumentativo a favor de la divinidad de Cristo que la Biblia expone.
CONCLUSIÓN
De forma somera, hemos dedicado una serie de artículos exponiendo algunos fundamentos bíblicos acerca de la divinidad de Cristo y, por tanto, también acerca la inconsistencia teológica de la Sociedad Watchtower, que afirma que Jesús no es el único Dios verdadero del que habla la Biblia, sino un ser creado por Jehová que se presenta como el arcángel Miguel.
Comenzamos la serie con un asunto tan determinante como es el hecho de que los Testigos de Jehová consideran la literatura que ellos editan como un tipo de escritura inspirada por el Espíritu Santo de Jehová.
Por este motivo, hemos expuesto como su propia literatura muestra, aunque sea en pocos ejemplos, la incongruencia y contradicciones doctrinales de este grupo religioso.
De forma directa, apenas hemos tratado el asunto del barrido de alusiones a la divinidad de Cristo que la Biblia editada por la Watchtower ha realizado y que ha provocado contundentes críticas entre la generalidad de eruditos en traducción bíblica. No obstante, de forma somera, hemos comprobado que, con la TNM en la mano, sus silogismos y explicaciones también resultan insostenibles. Y aunque existen algunos textos más complicados de interpretar que otros, la Biblia, y no el paganismo al que alude la Watchtower, es la única base que sostiene el tradicional dogma cristiano que afirma que Jesús es completamente Dios y completamente hombre, aquel Verbo que en el principio estaba con Dios, que era Dios (Juan 1, 1) y que nunca dejará de serlo.
(1) Razonamiento a partir de las Escrituras. Watchtower, 1989, p. 215.
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