Sobresale dentro de la obra de Jameson en España su vocación por la enseñanza y aunque respondía a los intereses de la colona británica en Huelva, también respondía al deseo de propagación del protestantismo.
La Compañía Rio Tinto había construido un local que era casino, iglesia y escuela denominado todo ello “
Seamen Institute”. Las escuelas arrancan en 1879 con la denominación de Escuelas Evangélicas, con tres secciones: una escuela mixta de párvulos con 120 alumnos matriculados y 100 de asistencia; otra de niñas con una matrículas de 35 y una asistencia de 28. También otra de niños con 75 matriculados y 65 de promedio de asistencia. La de párvulos estaba a cargo de
Doña Lucrecia Gómez Jaime, de 21 años de edad, vecina de Niebla y profesora de enseñanza primaria; y posteriormente, de
Doña Trinidad Blanco Macias, natural de Madrid, de 24 años de edad y con título de Bachiller. El plan de enseñanza se basaba en una
Cartilla Ilustrada, una colección de carteles del maestro onubense Zamora y Santos, unas
tablas de cuentas y un
Catecismo para uso de las Escuelas Evangélicas.
Las niñas estaban a cargo Doña
Sara Márquez Fernández, natural de Linares(Jaén) y residente en Minas de Riotinto, de 28 años de edad y el título de Bachiller. La clase estaba dividida en seis grupos, donde los tres primeros tenían las asignaturas la
Lectura, Gramática, Escritura, Aritmética y Labores y como libros de texto. Las otras tres secciones tenían
Compendio de la Historia de España de Sebastián Cruellas,
La Biblia, Gramática práctica, Aritmética práctica 1ª y 2á parte, la
Geografía de Esteban Paluzie y el
Breve catecismo de Doctrina cristiana. Entre los textos y lectura tenían también Cartilla ilustrada, Aurora de la niñez y El Nuevo testamento.
Los niños estaban a cargo de
Don Elías Eximeno Chaves, natural de San Fernando (Cádiz) aunque llevaba seis años residiendo en Minas de Riotinto. Ejercía de Director, bien debido a su edad, 45 años, o a su condición de varón. Las asignaturas eran no muy diferentes a las niñas y no muy diferente a las Escuelas de Huelva, excepto la orientación religiosa y la asignatura de urbanidad. Las Escuelas serían cerradas 6 de abril de 1909 por orden del Sr. Director de la Compañía Riotinto. En 1890, en el informe general provincial que remite al Rector el inspector D. Adrián Larrea Martínez, señala: "...en las escuelas evangélicas es pequeño el local de la escuela de párvulos y de niñas para las que asisten diariamente”. En 1893 este mismo inspector describía la situación de la siguiente manera:”...en las escuelas evangélicas en un grupo escolar, en una sala a cargo del maestro inglés D. J. Johnatan, había treinta y dos y veintidós niñas de más de siete años de edad, cuarenta y un niños en la elemental a cargo de D. Antonio Portela; en una salita muy estrecha cuarenta y cinco párvulos, algunos de más de siete años a cargo de maestros, y en un patio con las gallinas y otras aves y a cargo de una maestra veintitrés párvulos. Hacia finales del siglo se construye un edificio propio para estas escuelas, en la calle Duque de la Victoria, esquina calle Valencia.
El inmueble constaba de tres salas:
-Una para párvulos de 4.20 metros por 7.25 metros.
-Otra para elemental de niños de 7.25 metros por 7.60 metros.
-Otra para niñas de 7.25 metros por 7.20 metros.
-Y dos patios pequeños.
A principios del siglo XX, la plantilla de maestros estaba compuesta por D.
Elías Eximeno Chaves, Doña Sara Márquez Fernández, Doña Lucrecia Gómez Jaime, que regentaba la sección de párvulos.
“En cuanto al cuadro de profesores –dice Pedro Real-, según detalle escrito del Rvd. John Jeffrey, Presidente del Comité de Escuelas de la misma Compañía, referido a 1897, es significativo para concluir que, en la época, el retiro o jubilación de estos era muy prolongada por diferentes causas –muchas de ellas conocidas- principalmente por la percepción de una exigua pensión. De modo que parece válida para determinar que la plantilla citada por J. Jeffrey, precisamente en ese año y seguidamente relacionada, continuaba en vigor o ligeramente modificada cuando Jameson asumió la Jefatura de la enseñanza: EN MINA:- Maestro: José Contreras García; Maestra: Carolina Ortiz Morillas (infantiles); Maestra Auxiliar: María Carpio Vázquez (niños). LA NAYA:- Maestro : Manuel García Carmona. ATALAYA:- Maestro: Francisco Hierro Caro. ALTO MESA:- Maestro: Joaquín Palomo Antúnez. EL VALLE:-Maestra: Guadalupe Jiménez de los Santos.
Desafortunadamente desconocemos los nombres de muchas Auxiliares que se ocupaban de los grupos de niñas en cada barriada pero, al menos una, siempre cubrió un aula a las órdenes del Maestro Principal”.
Al hilo de lo que antecede,
pudo ser motivo gozoso para J. Jameson, como Jefe de Escuelas, el éxito que tuvo la concentración, organizada por él y llevada a cabo el 23 de Abril de 1915 protagonizada por 520 alumnos de las escuelas de las barriadas, con motivo del “Día del árbol” celebrada en la explanada de Alto Mesa (Plaza del Dr. Letamendi) con asistencia de numeroso público donde el Maestro D.
Elías Eximeno Chaves, disertó acerca de la importancia y beneficios que representan para la humanidad los árboles y plantas.
Esta sensibilidad ecológica nacía, sin duda, ante uno de los lugares más desolados por culpa de las minas y la contaminación por ellas producida.
“La Naya
(i) contó con Ermita construida en 1889 con un costo de 336 libras esterlinas. Este pequeño templo constaba de una sola planta de sección rectangular, sin ábside y una pequeña espadaña de la que en el Museo Minero de Riotinto se conserva la campana. La escuela mantenida por la “Compañía” estaba ubicada al final de la calle Ancha y constaba de un edificio dividido en dos estancias, una para niños y otra para niñas. Con un patio trasero que hacía las veces de zona de recreo. Además desde casi el principio de la presencia británica La Naya por lo menos desde 1882, al igual que Nerva contó con una escuela evangélica, popularmente conocida como “escuelas de los protestantes”. Desconocemos si la iglesia era usada por los protestantes ingleses o españoles.
Una de las alumnas sobresaliente de estas Escuelas fue
Regla Franchelli Martín(ii) nacida en Valverde del Camino (Huelva) en 1879. Era hija de un ingeniero italiano que trabajaba en las minas de Riotinto. Tuvo una esmerada educación, primero en las escuelas de la empresa y luego en el Colegio Internacional para Señoritas de San Sebastián, donde estudió francés, inglés, música, Magisterio y los primeros cursos de Bachillerato octubre de 1900, con veintiún años de edad, tras haber cursado ya dos años en el Instituto de Zaragoza como alumna libre, y con el fin de poder obtener el título de Bachillerato, solicitó la dispensa de Gimnástica, asignatura que no pudo cursar «por razón de sus obligaciones».
Según consta en su expediente, obtuvo el grado de Bachiller en julio de 1901. Fue la primera alumna del Instituto de Segunda Enseñanza de Zaragoza en conseguirlo. En 1913 se casó con
Moisés Calvo Redondo, veterinario de origen leonés, profesor de Fragua en la Escuela Veterinaria de Zaragoza y más tarde catedrático de Patología, Terapéutica y Medicina Legal. Ambos pertenecían a la Iglesia Evangélica. El biógrafo de su esposo describe a doña Regla como «una andaluza saladísima y extravertida, recia y de fuerte carácter».
Esta mujer, de amplia formación y de ideas feministas, colaboró con la Institución Libre de Enseñanza (ILE) y estuvo al fren te de las Escuelas Evangélicas de Zaragoza hasta su desaparición en 1936.
Moisés Calvo, republicano y de ideas progresistas en lo profesional y en lo social, fue nombrado en 1931 consejero de Fomento por Félix Gordón Ordás, veterinario y leonés como él, ministro de Industria y más adelante presidente de la República en el exilio. Gracias a una beca de la Dirección General de Ganadería, viajó por varios países europeos para estudiar el cooperativismo agrario.
Cerradas las Escuelas Evangélicas en 1936 y habiendo sido desposeído su esposo de su cátedra por el nuevo régimen, por sus ideas políticas y sobre todo religiosas, el matrimonio, que no tenía descendencia, se trasladó a Renueva (León), lugar de procedencia de Moisés Calvo, donde sobrevivieron dando clases particulares, ella de gramática, francés e inglés y él de matemáticas y contabilidad, entre otras. Ambos enseñaron gratuitamente a hijos de familias evangélicas.
Cuando ella enfermó y perdió la memoria, se trasladaron a Madrid donde Regla Franchelli falleció; «durmió en el Señor» reza su recordatorio, el 28 de julio de 1953 a los 74 años. Su esposo le sobrevivió solamente un año.
Audelino González, veterinario y evangelista leonés como su marido, la reconoce en su necrológica como una de las autoras castellanas evangélicas injustamente olvidadas. No conocemos su producción literaria; al parecer también compuso canciones religiosas para su comunidad”.
Claudio Gutiérrez Marín es uno de los protestantes nacidos en Rio Tinto (Huelva) en 1902, cuando su padre Higinio Gutiérrez ejercía de maestro en las Escuelas Evangélicas. Claudio ha pasado a la historia del protestantismo como “refugiado español, pastor evangélico, conferenciante, escritor, traductor y poeta”. Estudió Filosofía y Letras en la Universidad Central de Madrid y se licenció en Teología en Lausana (Suiza).
Ministró en once iglesias de Andalucía,todas congregaciones de la IEE (Iglesia Evangélica Española) entre ellas la de Málaga y Granada. Sus hermanos colaboraron con él en varias publicaciones: Carlos como pintor y Manuel como teólogo. Al comenzar la Guerra Civil se trasladó de Málaga a Barcelona y en la ciudad condal Indalecio Prieto como Ministro de la República, le encargaría el Departamento de Publicidad de la República.
Además de su abundante obra poética dispersa en publicaciones, de España y América,
publicó en Madrid varios libros con sus poemas: “
Puede Ser” (1921), “
En el silencio de los crepúsculos” (1923) y “
Luz del camino” (1924). En el último citado, escribe sobre Antonio Machado. “En Madrid –nos recuerda nuestro autor– aparecieron mis primeras composiciones poéticas en la sección titulada “Líricos Modernos”, del diario “La Libertad”, de gran circulación”. En la Revista “Vida Médica”, publicó más de cuarenta entrevistas reportaje con médicos mexicanos más destacados. Fundó “La Nueva Revista”, para la empresa Mueblería Nueva S.A. en la que publicó, afirma él mismo, “muchos artículos en prosa y muchas poesías, y fui en verdad el único redactor de la misma”.
El pastor J. Jézeguel, Secretario Internacional de la “Alliance Universelle pour lámitié internationale par les Églises”, Caballero de la Legión de Honor, etc que visitó España en la Barcelona de 1937, sería el destinatario de una emocionada carta de Claudio: “Salud, gran amigo de España, eterno luchador de la paz. Con vuestros buenos deseos de victoria para la República y su legítimo gobierno, van los nuestros también para todos cuantos prefieren morir antes que perder su libertad. Salud a esa noble nación que os cobija bajo su cielo, no ha mucho teñido, como el nuestro, por la eterna tristeza de la guerra.”
Obligado a expatriarse en 1938 primero a Francia y luego a Méjico, publicó una variada obra:“Historia de la Reforma en España” (México, 1942), “Los místicos españoles” (México, 1946), “Lírica Cristiana” (México, 1961) y “Antología de la Pasión” (México, 1963). “Al servicio de Dios” (autobiografía, Méjico 1983) donde confiesa haber conocido a personajes como Dr. Ramón y Cajal, Alberto Einstein, Benito Pérez Galdós, Jacinto Benavente, Amado Nervo, Rubén Darío, los hermanos Antonio y Manuel Machado, etc. “De todos ellos aprendí algo beneficioso para la conformación de mi personalidad. Así mismo Dios me permitió contemplar los extraordinarios inventos científicos plasmados en la luz eléctrica, el teléfono, el telégrafo, el submarino, la radio, la televisión, los cohetes estratosféricos, el primer viaje a la luna y los primeros modelos de la aviación.
Todo eso me obligó a aceptar el grandioso poder de la inteligencia humana puesta al servicio de la humanidad, cuando ésta, a su vez supedita sus valores a la buena voluntad divina. Así como también cuando el hombre ofrece sus servicios al enemigo común del género humano, Satanás o el Diablo, la guerra, el odio, la mentira, el egoísmo y el libertinaje lo invaden todo sembrando la muerte, la desolación y la miseria por todas partes. Yo he sido testigo de las dos grandes hecatombes humanas originadas por los terribles conflictos bélicos mundiales en los años de 1914 y 1940, y por añadidura, entre los dos, me he visto involucrado en nuestra espantosa Guerra Civil Española”.
“He sido siempre un peregrino, de complexión física débil y enfermiza, pero que he podido caminar a lo largo de mi prolongada ruta “de rodillas ante Dios” y “de pie frente a la humanidad”. Me han servido de base para luchar sin tregua ni desaliento estos tres elementos: mi fe religiosa, mi amplia cultura y ética personal indestructible. Estos tres elementos básicos han conformado mi carácter y han sido los propulsores de mi constante actividad, desplegada”
Otro de los hermanos,
Carlos Gutiérrez Marín, es más conocido por los dibujos a pluma y del que tenemos poca información. Si la tenemos de
Manuel Gutiérrez Marín (1906-1988) nacido en el Madroño (Sevilla), cuatro años después que Claudio. Destacó como teólogo, escritor y pastor evangélico, Tras su licenciatura de Filosofía y Letras en la Universidad Central de Madrid estudió Teología en las Universidades alemanas de Greifswald, Berlín y Halle. También realizó estudios universitarios de Arte y Pedagogía. Y el doctorado en Teología lo recibió en la Universidad de Saint Paul, de USA. El conocimiento hablado y escrito de varios idiomas como el alemán, francés inglés, italiano y portugués le llevó a enseñar no solo en España, donde ejerció de director del Seminario Evangélico de Teología de 1956 a1965, sino también en Argentina, Portugal, México, Puerto Rico, Dinamarca, Holanda e Italia.
En 1934 fue ordenado como Pastor de la Iglesia Evangélica Española en Málaga. Desde 1940 ministra como Pastor de la Iglesia Reformada Suiza en Barcelona además de realizar su obra teológica e histórica en alemán, francés y castellano, superando los 25 títulos de temas bíblicos. No faltan sin embargo otras obras como
Paisaje a la acuarela de Alberto Durero, Los Paisajes de G. David Friedrich, Las Madonnas de la Pintura Alemana (monografías de arte publicadas por Editorial Urbis, Barcelona, 1943-1944) y El Pabellón de Porcelana (selección y traducción de poesías chinas, 1945).
Falleció a los 82 años en Castelldefels (Barcelona ) en 1988, habiendo dejado publicados sus últimos trabajos sobre textos antológicos de la Reforma de autores como
Martín Lutero (1968),
Calvino (1971),
Zwinglio (1973) y
Enrique Bullinger (1978), traduciendo desde sus respectivos originales alemán, francés o latín. La historia de la Reforma en España (1975) es obra de consulta para personajes como Juan Pérez de Pineda, Casiodoro de Reina o Cipriano de Valera.
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(i) Poblados mineros desaparecidos. Cuenca minera de Riotinto (Huelva) Aquilino Delgado Domínguez, Mª de la Cinta Regalado Ortega1 y Alfredo Moreno Bolaños. Museo Minero, Fundación Río Tinto, Plaza del Museo s/n, 21660 Minas de Riotinto (Huelva
(ii) Pioneras en la educación secundaria en Aragón Piluca Fernández Llamas, Cristina Baselga Mantecón, Inocencia Torres Martínez, Concha Gaudó Gaudó. 2009
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