Es Menéndez y Pelayo el que nos da algunos datos de Lucena:
“Nacido el 25 de marzo de 1807 en Aguilar de la Frontera (Córdoba) y fallecido el 24 de agosto de 1881 en Oxford, donde, desde 1858, fecha de su creación, desempeñaba la cátedra de Lengua Española del
Taylor Institution de la Universidad. Fue un alumno brillante. Tras sus exámenes de primera enseñanza en Sevilla, estudió Filosofía y Teología en el Colegio de San Pelagio de Córdoba. A los veintidós años fue nombrado Catedrático de Teología ydos años después ordenado presbítero. Ocupó ocho años la cátedra de Teología, siendo además Vice-rector de la Universidad los últimos tres. En 1836 ingresó en la grey protestante episcopal de Gibraltar, donde, tras recibir en Londres la licencia eclesiástica para poder actuar como ministro de la Iglesia Anglicana, sirvió como Pastor de la Iglesia española protestante de Gibraltar y Director de las Escuelas de la Sociedad para la propaganda del saber cristiano durante doce años.
En 1848, de nuevo en Londres, fue nombrado misionero para los habitantes españoles de Liverpool y los marineros españoles que visitaban su puerto. En Inglaterra, además, fue profesor de Lengua y Literatura Española en el
Royal Institution y el
Queens College de Liverpool; antes de pasar a la Universidad de Oxford, que le concedería, en 1877, el grado de M.A. (Magister Artium). De sus trabajos bíblicos podemos citar una edición del
Nuevo Testamento de Amat y otra de toda la traducción de
Reina y Valera. También revisó la traducción española que hizo Blanco White de la
Liturgia de la Iglesia Anglicana. Le debemos también las traducciones, del inglés al castellano, de la
Apología de la Iglesia Anglicana, por el Obispo Jewel, y la
Enseñanza de la Iglesia Anglicana, por el Obispo Cousin; además de otros tratados.
De un sugerente artículo sobre Lucena[i] de Jaime Memory, pastor de la Iglesia Evangélica de Aguilar extraemos algunos datos:
Lorenzo Lucena Pedrosa tuvo un papel muy importante dentro del mundo evangélico hispanohablante en el siglo pasado. Realizó la primera revisión de la época moderna de la Biblia que la mayoría de nosotros usamos, la Reina-Valera, en 1862. Pero además fue el primer profesor de Lengua Española en la Universidad de Oxford, Inglaterra. Este último dato me pareció muy interesante especialmente cuando descubrí que nadie en el pueblo le conocía. Busqué en los archivos municipales y encontré que provenía de una familia de cierto renombre en el pueblo, que vivía en la calle señorial, y de la que habían salido dos alcaldes. Vi una gran oportunidad de recuperarle como un ilustre aguilarense evangélico, destacando no sólo su puesto en la Universidad de Oxford sino también sus logros académicos. La Revista de la Feria, publicada una vez al año y que suele contener artículos de interés histórico y cultural, me dio unaoportunidad perfecta para presentarle en retrato.
El artículo, a modo de ejemplo, aparece al final como un apéndice. Los resultados de esta iniciativa han sido notables. Las autoridades municipales recibieron el artículo con mucho interés y agradecimiento. Se ha hablado de él en reuniones de asociaciones de vecinos. Mucha gente me ha dicho sorprendida: “como puede ser que un forastero nos descubra a este hombre”. Este artículo ha llegado precisamente a la clase de personas que no alcanzamos con otros medios. Todas las reacciones han sido positivas. Los ojos han sido abiertos un poco a la luz, pero hay mucho más que hacer. Todavía es necesario estudiar más a fondo la vida de este hombre y por lo tanto el año que viene voy a visitar la Universidad de Oxford. Pero al nivel evangelístico hay muchas posibilidades: exposiciones sobre él y otros evangélicos locales desconocidos, la presentación de una copia de su revisión de la Biblia al Ayuntamiento, una lectura pública de uno de los evangelios el Día de la Biblia, tratados especiales, pedir que den su nombre a una calle.
No todos los pueblos tendrán un personaje como Lucena Pedrosa, pero creo firmemente que en todos nuestros pueblos hay cosas que podemos hacer para abrir los ojos de nuestros vecinos, acercándonos a la gente y testificando del Señor. Cuando Pablo testificó en Atenas empezó refiriéndose a un altar pagano con la inscripción “AL DIOS NO CONOCIDO”. Abrió sus ojos y luego predicó de Jesús. Cumplió su comisión…
Lorenzo de Santa María Lucena Pedrosa nació el 25 de marzo de 1807 siendo el penúltimo de seis hermanos. Sus padres fueron D. Josef Lucena Raya, escribano, y Dña. Teresa Pedrosa. Según el padrón del vecindario, la familia vivía en una casa en Calle Moralejo primero durante toda su niñez.
Tras sus exámenes de primera enseñanza en Sevilla, estudió Filosofía y Teología en el Seminario de San Pelagio de Córdoba, y
a los veintiún años fue nombrado Catedrático de Teología. Dos años más tarde, el 25 de Septiembre de 1830, fue nombrado para la presidencia del Colegio.
Si hubiera seguido en esta trayectoria habría sido un personaje más conocido hoy en día, pero,
según uno de sus primeros biógrafos, “simpatizando sus sentimientos y convicciones cada día más con las doctrinas protestantes” se hizo cristiano evangélico en 1834. Podemos imaginar el escándalo que su decisión causó en el seminario, cuanto más, siendo el presidente.
La Inquisición todavía se dedicaba a la persecución de los que la Iglesia Católica consideraba como herejes (se acabó en 1836), y Lucena Pedrosa tuvo que huir de España. Su nombre fue efectivamente borrado de la memoria.Lucena Pedrosa huyó a Gibraltar e ingresó en la grey protestante episcopal de Gibraltar, donde, tras recibir en Londres la licencia eclesiástica para poder actuar como ministro de la Iglesia Anglicana, sirvió como pastor de la congregación de habla castellana de 1836 a 1848. Allí se casó con Micaela Castilla y Aguilar en la Catedral Anglicana. Ella procedía de Montilla y eran primos terceros.
En 1848 se trasladó a Liverpool, Inglaterra donde fue nombrado misionero para los habitantes españoles y los marineros españoles que visitaban el puerto. En esta misma ciudad trabajó como profesor de Lengua y Literatura Española. Después de diez años en Liverpool se trasladó a la ciudad de Oxford donde, desde 1858 hasta su muerte en 1881, desempeñó el cargo de profesor de Lengua Española en la Universidad de Oxford, que le concedería, en 1877, el grado de M.A. (Magister Artium).
Mientras, en Oxford se dedicaba a tareas literarias. Ya había revisado el
Nuevo Testamento del obispo católico Félix Amat y se le pidió que hiciera una revisión de la antigua traducción castellana de Reina y Valera (la primera traducción de la Biblia completa desde los textos originales al castellano). Esta revisión fue publicada por la Imprenta de la Universidad de Oxford en 1862 y millares de ejemplares fueron vendidos y distribuidos por toda España y Latinoamérica.
Lorenzo Lucena Pedrosa merece el reconocimiento de su pueblo natal. El hecho de ser cristiano evangélico no debe ser motivo para ignorarle más. Al contrario, como escritor, traductor, profesor y clérigo evangélico es digno de elogio y aún más por los aguilarenses. Después de todo, el primer profesor de Lengua Española de la Universidad de Oxford, una de las universidades más prestigiosas de todo el mundo, no vino de Salamanca, ni de Madrid, sino de Aguilar de la Frontera.
Es conocida la traducción de Lucena, Apología de la iglesia anglicana por el obispo Jewel y también el Tratado sobre la disciplina y enseñanza de la iglesia de Inglaterra por el obispo Cousin[ii] Las reimpresiones posteriores de la Biblia al castellano fueron sacadas en 1839 por el S.P.C.K., el cuyo Comité de Traducción Extranjero había completado una revisión en 1838, siendo uno de los que prepararon la nueva versión Reina-Valera. Esta edición entonces fue usada en las congregaciones españolas protestantes establecidas en Gibraltar por el Reverendo Lorenzo Lucena.
[iii]
ALGUNAS PARTICULARIDADES DE ESTA BIBLIA
Nos referimos al Nuevo Testamento de Reina Valera
New Testament Of The Bible 1862 y a la
Biblia completa de ese mismo año que esencialmente es idéntica a la Valera publicada en 1909. Según los expertos esto confirma que la Valera 1909 en realidad provenía de la revisión hecha en 1862 por Lorenzo Lucena, antes de la publicación de Vaticanus o Sinaíticus, y décadas antes de la apostasía Inglesa de Westcott y Hort.
[iv] La edición de la SPCC
(Society for Promoting Christian Knowledge)1862 fue publicada por la SBBE en 1884. Una diferencia que se ve en esta impresión de la 1862, hecha por SBBE en 1884, es que introduce muchas palabras itálicas que no se encuentran ni en la original 1602, ni tampoco en su descendiente, la 1909. O estas itálicas fueron añadidas por la SBBE en su revisión ligera de la revisión de 1862 de SPCC, o la revisión de 1909 quitó del texto la mayoría de las itálicas añadidas innecesariamente. Aparte de esto, muy pocos cambios se evidencian en la revisión de 1909 de este texto.
Como traductores y revisores del Nuevo Testamento destacan Juan Calderón y Lorenzo Lucena. Este último había empezado una fructífera colaboración con las Sociedades Bíblicas en Gibraltar distribuyendo y vendiendo libros evangélicos primeramente para luego, tras ser ordenado por el obispo de Londres, intervenir en la traducción y revisión de la Biblia. Sucedía Lucena a Juan Calderón también como traductor y revisor oficial de obras en español, años más tarde, a quien se deben las reediciones de 1845, 1852, y 1853 cotejadas con los originales hebreos y griegos. Cuando muere Calderón en 1854 estaba enfrascado en una traducción del
Nuevo Testamento que sería publicado póstumamente bajo los auspicios de la
American Biblia Unión de Nueva York en 1858.
[i]Recuperando un Ilustre Aguilarense Olvidado: Don Lorenzo Lucena Pedrosa. Encuentro de Historiadores del protestantismo. Jaime Memory Pastor de la Iglesia Evangélica de Aguilar
[ii]Contra vientos y mareas. Francisco Serrano Álvarez. Pág. 114
[iii]Church reform in Spain and Portugal: a short history of the Reformed Episcopal Churches of Spain and Portugal, from 1868 to the present time.Henry Edward Noyes
[iv]Tomado del libro “
Conspiración Contra las Sagradas Escrituras” Cesar Vidal Manzanares. Hacia la apostasía en siete pasos. Producciones Peniel,
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