Si nos fijamos solo en la prensa catalana de este periodo resulta ínfimo el poder de propaganda protestante, aun cuando casi ningún diario o revista tenga por objetivo el protestantismo. Otra cosa era cuando elApostolado de la Prensa(organización que aglutinaba la llamadabuena prensa)establecía cada seis meses en Barcelona certámenes especiales para luchar contra el protestantismo.
Estos certámenes proponen en su convocatoria temas como "La religión católica, única verdadera", "La Internacional y la Iglesia" o "Los enemigos del alma", que deben permitir a escritores católicos competir con obras "de dudosa moralidad". Estas contraofensivas en materia de publicaciones también incluyen otras formas de propaganda como, por ejemplo, los certámenes antiprotestantes en los que se otorga un premio al "que acreditase haber entregado a su respectiva autoridad eclesiástica mayor número de libros protestantes"
[i] El comportamiento inquisitorial recomendado por el
Apostolado de la Prensa en su Boletín de enero de 1872 a todos los fieles, indicaba se fomentarse la incautación de libros protestantes también entre los niños, ya que "los niños de las escuelas pueden ser excelente medio para ayudar a esta obra". El cometido del Apostolado de la Prensa era mucho más que la simple organización de la prensa católica. Como muchas asociaciones católicas de aquel momento, este apostolado pretende encauzar y controlar a los fieles –dice Solange-.
El protagonismo de la prensa católica catalana en las luchas religiosas y políticas se centraba en determinadas revistas integristas y carlistas:
El Siglo Futuro, Dogma y razón, Diario de Cataluña, La Verdad, Revista popular. Esta última llegó a tener una tirada de 7000 ejemplares. De la misma manera que en Cataluña, el periodismo católico en toda España se extendió como un inexpugnable muro frente a todo elemento liberal.
Era un militarismo cuyo comportamiento ideológico no solo enfrentó al protestantismo sino a toda fuerza novedosa secularizante y contraria al integrismo proclamado. “La modernización de España” se convirtió para este integrismo católico en una obsesión siempre en el punto de mira de sus iras. De esta manera se llegó a la publicación de
“El liberalismo es pecado: cuestiones candentes” (1884) del sacerdote catalán Felix Sardá , agudizando los conflictos de la prensa católica dividida y convertida en un campo de batalla.
· Ya no consistirá el ser católico solamente en profesar el símbolo y practicar los mandamientos, sino además en salir a la defensa de ellos por cuanto medios declare lícitos la ley de Dios y consienta la ley humana; del mismo modo que en caso de guerra exterior y de invasión del territorio nacional por numerosa hueste enemiga, no basta ya para ser buen patricio atenerse a la observancia de la ley común y al pago de los acostumbrados tributos.
(Revista Popular, 1876 b,pág. 352)).
A modo de ejemplo, de ciclópea dice Diego Victoria
[ii] podemos considerar la producción periodística en Orihuela, sede episcopal, capital subregional, durante los siglos XIX y primer tercio del actual, la cual atravesó cinco períodos de evolución intermitente:
PERIODO PRODUCCIÓN
· 1834-1882 . ……………………..14 publicaciones
· 1883-1898. …………………….. 38 »
· 1899-1906. …………………….. 14 »
· 1907-1917 . ……………………..23 »
· 1918-1932. ………………………. 8 »
Algunos títulos nos pueden orientar sobre la abundante prensa y la literatura católica:
“Prensa y propaganda católica: (1832-1965) escrito por José-Leonardo Ruiz Sánchez. “
Necesidad de la prensa periódica católica” Miguel Sánchez. 1865Desvois. J.M.:
La prensa en España (1900-1931). Ed. Siglo XXI Madrid 1977.Hourdln.G.:
La prensa católica. Editorial Casa 1 Valí. Andorra, 1959.
No menos importante que la prensa fue la literatura antiprotestante en España. No había libro de cualquier tema que tratase, donde no apareciese el protestantismo como algo perverso y contrario a la sociedad española. Las descripciones críticas de Lutero y Calvino eran proclamas provocadoras para rechazar todo lo que oliese a protestante.
El mismo
Catecismo acerca del protestantismo de Juan Perrone (1856) y el
“Catecismo para uso del pueblo acerca del protestantismo, compuesto por el cardenal Cuesta, Arzobispo de Santiago (1869) respondían así a la presión e intimidación que había que ejercerse sobre el protestantismo:
· Pregunta: Y si los protestantes fueran amigos, compañeros, comensales o criados nuestros ¿qué deberíamos hacer?
· Respuesta: Cuando se trata de la gloria de Dios y de la salvación del alma, no debe atenderse jamás a amistad o familiaridad. En semejantes casos, es preciso imitar lo que hacían los antiguos cristianos, cuando les obligaba la necesidad a vivir con los infieles paganos e idólatras. Se apartaban de ellos cuanto podían, cerraban el oído a sus palabras tan profanas como seductoras; y sufrían sus burlas y denuestos, y hasta se dejaban matar que ceder a sus insinuaciones y amenazas.
Nosotros nos preguntamos en que libros habría leído Perrone el odiar así al supuesto enemigo. Desde luego el Evangelio dice lo contrario. Sin embargo este jesuita también divulgó en España El protestantismo y la fe (1854) en dos tomos, donde manifestaba:
· La Reforma (protestante) ha concluido su carrera, como suele decirse; ha cumplido su misión, es menester que muera: y los que no ha mucho se preparaban en la embriaguez de su necio orgullo, en su delirio febril para celebrar las exequias de un gran culto, del Catolicismo, ven ahora disolverse su propia secta como un cadáver corrompido , hecha la burla y el desprecio de toda la gente sensata. Procuren en buena hora los protestantes todos sostenerla; redoblen cuanto gusten sus esfuerzos; mas ni el partido mazziniano ni las influencias británicas serán bastantes para impedir su ruina total. Su sentencia está ya fulminada. El Protestantismo perecerá; porque toda planta que Tío plantó mi Padre celestial, arrancada será de raíz, dijo el Señor; y la Iglesia lo llevará como a las demás sectas que le precedieron , atado a su carro triunfal (Tomo II pág, 17).
La “Historia de las variaciones de las iglesias protestantes y exposición de la doctrina de la iglesia católica sobre los puntos de controversia” de Jacques Benigne Bossuet , 1732, y en 1772, es uno de los libros que se fue editando también por 1852 en varios tomos. Es una especie de historia del protestantismo y su tesis fundamental la expresa en sus párrafos finales:
· Estas máximas de división han sido el fundamento de la Reforma, pues se estableció por medio de rompimiento universal; en ella jamás se ha conocido la unidad de la Iglesia: por esta razón sus Variaciones, cuya historia hemos por fin concluido, nos han hecho ver lo que era, esto es, un reino desunido, dividido contra sí mismo, y que debe caer tarde ó temprano: mientras que la Iglesia católica inmutablemente adherida a los decretos dados una vez, sin que en ellos se pueda mostrar la menor variación desde el origen del cristianismo, se presenta como una Iglesia edificada sobre piedra, siempre segura de sí misma, o mas bien de las promesas que ha recibido, firme en sus principios, y guiada por un espíritu que no se desmiente jamás.
Antídoto contra el contagio protestante: escrito por el señor D. N. con aprobación del ordinario. Barcelona, 1858 , imp.ylib. de P. Riera. Madrid, lib. deOlamendi. En16.°, 64 págs. 6 ctos. En Barcelona se publicó en 1862 como autor el arzobispo Antonio María Claret, quien, en 1859 el día 23 de septiembre, a las 7 1/2 de la mañana, le había dicho el Señor: “Volarás por medio de la tierra o andarás con grande velocidad y predicarás los grandes castigos que se acercan. El Señor me dio a conocer grandes cosas sobre aquellas palabras del Apocalipsis] 8,13: Eí vidi et andivi vocem unins aquilae, que volaba por medio del cielo, que decía con grande y esforzada voz: ¡ay!, ¡ay!, ¡ay! de los habitantes de la tierra a causa de los tres castigos que van a venir; estos castigos son: 1.° El protestantismo, comunismo... En el día 27 de agosto de 1861, en la misma Iglesia, durante la bendición del Santísimo Sacramento que di después de la Misa, el Señor me hizo conocer los tres grandes males que amenazan la España, y son: el Protestantismo, mejor dicho, la descatolización; la república y el Comunismo”
[iii]
Dice la publicidad del libro:
· Este opúsculo,enforma de diálogo, trata con la mayor brevedadyclaridad los puntos mas interesantes de nuestra sacrosanta Religión,ypulveriza los errores que losprotestantesse han atrevido a oponerle. Por lo tanto, no lidiemos menos que recomendarlo, mayormente a la gente del pueblo, que no tiene tiempo para leer obras difusas.
Dos figuras del catolicismo español, entre otras muchas, sobresalen en la lucha contra el protestantismo y la libertad religiosa discutida en las Cortes:
Antolín Monescillo y
Vicente Manterola Pérez. El cardenal Monescillo
[iv] en el
“Discurso en defensa de la unidad católica” en las sesiones de las Cortes de 13 y 14 de abril e 1869 decía
[v]:
· Yo no quisiera que se regocijara en este sentido nuestra patria, que hartos conflictos y hartos quebrantos tiene que deplorar. Pero se dice que algo hemos llegado a establecer en el proyecto. Verdad es que en el proyecto se consigna un hecho, a saber: que la nación española, o el Estado, se obliga a mantener el culto y los ministros de la religión católica. Es decir que se supone existente la religión católica; que hay una religión que es la católica; cuyo culto y ministros se obliga a mantener la nación. Pero, señores, ¿no está ya obligada la nación a este sostenimiento? Pues si lo está, no tiene para qué obligarse. Pero ya que se dice que la nación se obliga a mantener el culto y los ministros de la religión católica, ¿por qué no añadir la frase que profesan los españoles? No creo que pudiera calificarse esto de prodigalidad de palabras. Y además, que esto es una verdad: que los españoles profesan la religión católica. Yo no veo que haya ninguno que no sea católico, por la misericordia de Dios; y si lo hubiera, yo le llamaría para atraerle, que tengo corazón y voluntad bastante para darle vida de mi vida, sangre de mi sangre, y daría cuanto soy para atraer al buen camino al extraviado. (Bien, bien.)
· Pero aun suponiendo que haya alguno, ¿son tantos que sea necesario garantirles el culto de otra religión distinta? Yo, tal vez por ser eclesiástico, no veo realmente la necesidad de establecer esa libertad religiosa.
[i]O.C.
La prensa católica catalana… pág A.L.E.U.A. / 7
[ii]Un siglo de prensa contemporánea en Orihuela (1834-1931)Diego Victoria Moreno. Universidad de Murcia
[iii]San Antonio María Claret: autobiografía y escritos complementarios/ José María Viñas y Jesús Bermejo. – 1a ed., Ia reimp. - Buenos Aires: Claretiana, 2008.
[iv]Medio siglo de relaciones Iglesia-Estado: el cardenal Antolín Monescillo y ...Escrito por Rafael Sanz de Diego.
[v]Los diputados pintados por sus hechos. R. Labajos y Compañía, Madrid 1869 tomo primero páginas 370-376
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