Otro obrero en España en los días oscuros antes de la Revolución de 1868 era la Sociedad Bíblica Nacional de Escocia,(The Scottish Bible Society)que imprimió el primer Nuevo Testamento en Málaga en idioma español, junto algunas porciones de las epístolas de San Pablo.
Esta Sociedad tiene en estos años una extensa red de colportores por la Península, y acaba de enviar un gran hombre, clérigo,
el reverendo John Jameson como superintendente de ella.
Esto expone la Sociedad en su último informe:
· “ Todos los esfuerzos fueron realizados para mejorar la providencial apertura en España. Colportores fueron empleados en Madrid, Sevilla, Granada, Málaga, Valladolid y Burgos, La Mancha, Galicia y Valencia. En la feria de octubre que se celebró en el Campo Grande de Valladolid, el colportor Flores, que estuvo en el exilio con el llorado Matamoros, fue uno de los que vendió cerca de 400 Biblias y Testamentos, y 2.700 porciones de la Biblia cerca del lugar, en el que, 309 años antes, dieciséis mártires fueron quemados vivos. Un depósito importante se inauguró en Barcelona. De la corresponsalía de la Sociedad se venden en el mercadillo de Navidad en la ciudad más de 20.000 Evangelios. La extraordinaria excitación se debió a los esfuerzos de los sacerdotes por querer interferir con la venta, pero su oposición sólo ha servido para continuar el trabajo. Este", dice el Sr. Lawrence, "es sólo el principio: vamos a gustar cosas gloriosas en otros lugares de la provincia. Dios sea alabado por toda su bondad! Un coche bíblico se está construyendo en Barcelona gracias a la bondad de algunos amigos, que tienen la intención de presentarlo a la sociedad. Será empleado para visitar las grandes ferias en España. En total, 3666 Biblias y Testamentos, y 59.242 Porciones, se han hecho circular en este país ".(
Daybreak in Spain pág, 135)
· En ningún país de Europa - ni siquiera en Italia – ha sido la "Iglesia" tan poderosa como en España. En esta hora, podemos decir que lo que queda de esa jerarquía, una vez enormemente rica y poderosa son las ruinas, pero incluso estas son gigantescas, con asombro del viajero que visita España. No es de extrañar que todavía alguien se pregunte si realmente ha sido derrocada. La disminución de la "Iglesia" en España es una de las pruebas más llamativas que los modernos tiempos han proporcionado haciendo ver el poder y el auxilio de la Providencia que gobierna sobre los asuntos humanos. El proceso de su agotamiento ha sido gradual desde hace un siglo, sus ingresos se han sido secando, sus tierras y los edificios están desamortizados por la venta al público, el número de sus sacerdotes se ha reducido, sus establecimientos monásticos se han roto, sus catedrales y seminarios ya no están llenos de gente; el comercio de dispensaciones e indultos se estancan, y su poder sobre la conciencia - lo último que se pierde – está en rápida disminución. Ciertamente ha participado en la ruina toda la sociedad. Pág, 138)
Estas palabras proféticas de Jameson no se cumplieron y la iglesia católica en España pronto volvió a tener el mismo y hasta mayor vigor según los vaivenes políticos, pero en cuanto a su espiritualidad, España había dejado de ser católica. Todos los informes de Bohmer, Andreas Graf o Hermann Dalto apuntan a su impiedad y agnosticismo, escondido entre la superstición y otras devociones no menos idolátricas.
La Iglesia de Inglaterra también se presentó en Gibraltar para darse a conocer mejor y restablecer la deformada visión que sobre ella había dado William Cobbet y que la propaganda católica había usado convenientemente en España para desacreditar al protestantismo.
El movimiento de Oxford y las espectaculares conversiones al romanismo parecían haber dado alas a los católicos españoles aunque algunos de ellos se atrevieron a admirar la Inglaterra protestante.
Los años anteriores a 1850 ya se habrían editado varias obras en español.
La supremacía papal examinada por la antigüedad traducida por Mamerto Guerrit y
La joven campesina: narrativa auténtica de L. Richmond que tradujo M. Martínez de Morentín, parecían tener un propósito controversista o evangelizador. Esta Iglesia parecía ser el medio más adecuado para ser exportada a España.
En muchos de los consulados del Reino Unido en España se celebraban cultos todos los domingos y -dice Vilar- que en Vigo todos los domingos y festivos desde 1851 se reunían en ocasiones hasta 150 personas. Sin embargo parece que el anglicanismo por estas fechas, anteriores al 68, no tuvo en España una especial incidencia más allá de las capillas de los consulados y los cementerios para extranjeros.
· “La difusión de toda propaganda anglicana en territorio español había de afrontar un obstáculo importante: la condición del anglicanismo como iglesia oficial de un estado que por mantener cordiales relaciones con Madrid carecía de títulos jurídicos para respaldar “una agresión religiosa”. Quizá por ello, y no por falta de empuje proselitista, nunca cuajó una sociedad propiamente anglicana para la evangelización de España, a la manera de las que surgieron en Escocia y Estados Unidos.” (J.B.Vilar,
Intolerancia… pág. 51)
Sería a través de las Sociedades Bíblicas la táctica seguida en España, donde muchos anglicanos colaboraron y dirigieron las actividades de producción de Biblias y Tratados, que abrirían paso a los evangelistas y futuras congregaciones formadas en España.
Uno de los representantes de esta Iglesia de Inglaterra sería el español
Lorenzo Lucena. Ya hemos comentado que en 1836 ingresó en la grey protestante episcopal de Gibraltar, donde, tras recibir en Londres la licencia eclesiástica para poder actuar como ministro de la Iglesia Anglicana, sirvió como Pastor de la Iglesia española protestante de Gibraltar, siendo también Director de las Escuelas de la Sociedad para la propaganda del saber cristiano durante doce años. En 1848, de nuevo en Londres, fue nombrado misionero para los habitantes españoles de Liverpool y los marineros españoles que visitaban su puerto. En Inglaterra, además, fue profesor de Lengua y Literatura Española en el Royal Institution y el Queens College de Liverpool, antes de pasar a la Universidad de Oxford, que le concedería, en 1877, el grado de M.A. (Magister Artium). De sus trabajos bíblicos podemos citar una edición del
Nuevo Testamento de Amat y otra de toda la traducción de Reina y Valera. También revisó la traducción española que hizo Blanco White de la
Liturgia de la Iglesia Anglicana. Le debemos también las traducciones, del inglés al castellano, de la
Apología de la Iglesia Anglicana, por el Obispo Jewel, y la
Enseñanza de la Iglesia Anglicana, por el Obispo Cousin; además de otros tratados.
Uno de los anglicanos que se estableció en Málaga por causas de salud, especialmente en los duros inviernos ingleses fie el reverendoFrederick Meyrick del Trinity College de Oxford que escribió el libro
The practical working of the church of Spain donde aparecen unas cartas que habían sido publicadas con el título “
Cartas desde Andalucía: estancia en Málaga y viajes por Andalucía del reverendo James F. Meyrick (1849-1851) Pretende con este libro “ que en la "católica España " la mayoría de las cosas que aquí(Inglaterra) parecen correctas, a sabiendas de que muchas cosas están mal, pues la verdad revelada de Dios, resulta más irregular, menos conciliable con la gloria de Dios y la salvación del hombre, que cualquier cosa que se puede encontrar en la Iglesia de Inglaterra”.
Para los datos históricos y geográficos toma los de Richard. Ford en su libro “Manual de España”o Cosas de España” y describe con suma imparcialidad o al menos no procurando herir a nadie, todas las ceremonias y supersticiones del catolicismo romano que se practican en España.
Describe con sumo respeto la situación de los curas y frailes pobres, exclaustrados o pasados al estado laico: “Hay un gran número de sacerdotes en la calle, en su mayoría son muy pobres, y la gente no les tiene ningún respeto. El obispo es muy respetado, porque es accesible a todos, y todos le dan besos en su mano. Un sacerdote a quien vi en la Iglesia de ayer tuvo una expresión de una intensa devoción, y se parecía mucho a la imagen de un santo, pero la mayoría de ellos están muy gordos.... Han perdido su influencia sobre la gente, sobre todo creo que por su inmoralidad pasada. El experimento de un clero célibe aquí ha sido atendido con el peor resultado. Se sabe que hay familias en Málaga que son hijos de los monjes y sacerdotes. Este sistema religioso parece haberse roto. La Confesión, es importante en la vida religiosa de la Iglesia romana, pero se ha olvidado. La gente de aquí todos me dicen, "Sí, es la regla de la Iglesia, pero no se observa”. Hace algunos años era necesario tener un certificado de confesión antes de que se ocupara un cargo gubernamental, y ahora los certificados se compran y se venden por una peseta (diez peniques ")”.
La Spanish Evangelization Society estubo dedicada por entero a la obra en España, sin embargo la visión que tenía de España esta Sociedad aún en 1861 era lamentable desde el punto de vista moral y espiritual. El título era Las tinieblas y el amanecer:
· “¿Cuantos observadores miran con esperanza a España? se preguntaba. ¿Que margen de indulgencia para la ilusión se puede dar ante la situación política y social del país? ¿Es posible que los tribunales dejen de ser corruptos, o el gobierno no sea más arbitrario o la Iglesia más intolerante y una población más degradada y sujeta a los sacerdotes? Tal vez no. Y sin embargo parece como si lo profundo estuviese aún más profundo y que España está destinada a sumergirse en él. Todo intento de romper el yugo de hierro bajo el cual gime y toda lucha, hasta ahora, ha sido fallida...”
Después de describir las bellezas de España desde los Pirineos hasta Castilla compara la esterilidad de esta zona donde no hay ni un árbol con la España cristiana:
· “¿No tienen espléndidas catedrales, una jerarquía magnífica, un ritual suntuoso, un sacerdocio apostólico, y las instituciones de la cristiandad? Lo tienen todo. Pero con todo se puede dudar si la moral o los sentimientos religiosos y las costumbres de la gente es un ápice más refinada o elevada que cuando estaban bajo el dominio de los moros. En algunas cosas, de hecho, sería un desprecio inmerecido a los mahometanos para compararlos con los católicos romanos de España”.
Después de una misa solemne en la mañana, con la iglesia llena de gente, el autor de este artículo se desconcierta porque en la tarde la corrida de toros fuese dedicada al Espíritu Santo.
· “¿Puede llegar una disipada nación a la más profunda degradación moral? ¿Puede haber en la mente de un pueblo un olvido más total respecto a todas las concepciones y sentimientos religiosos? ¿Acaso no hay un lado positivo en este sombrío panorama? No hay. Sin embargo, la luz no se extendió por toda la piel antes, ni tampoco debemos ser demasiado optimistas de que esté a punto de hacerlo. España tiene nuevamente oscurecidos los dorados rayos del Evangelio que vuelven. Se suprimieron en el siglo XVI en la incipiente Reforma, y se encerró en la oscuridad medieval. Y lo hará de nuevo si puede, pues tiene su propia manera hacerlo. Nosotros, sin embargo, reconoceremos con gratitud los rayos dispersos aquí y allá que iluminan lo que sería la penumbra sin paliativos”.
El artículo recoge la actividad de difusión de las Sagradas Escrituras:
· "Decenas de miles de Biblias, Testamentos y porciones de cientos de miles de publicaciones evangélicas se han introducido en el país. Miles de estas últimas, incluso una parte de las Sagradas Escrituras, se han impreso en sus principales ciudades, y por sus propios hijos. Cientos de españoles han sido los distribuidores voluntarios de esas publicaciones, y la verdad del Evangelio se ha extendido rápidamente allí donde la circulación se llevó a cabo".
En estos informes también aparecen otras notas positivas, como que a pesar de la vigilancia de algunos cristianos evangélicos por parte de las autoridades, había oyentes ansiosos y algunos disfrutaban de cierta libertad práctica de manera que en algunos lugares se reunían hasta cuarenta personas y se atrevían a cantar himnos sin ser interferidos. Algún sacerdote español de los muchos que acudían a las iglesias protestantes también esperaba el día en que hubiese libertad religiosa en el país.
Esta Sociedad para la evangelización de España solo en el año de 1855 distribuyó en todo el país 100.000 biblias, Nuevos Testamentos y porciones de la Biblia. También ejercía su influencia entre los españoles que llegaban a Londres en los barcos y casas de huéspedes habiendo contratado un colportor español para tal fin.(Intolerencia...Vilar pág.53) El número de colportores contratados por esta sociedad no parece haber sobrepasado la media docena, además de José Vázquez, el profesor de lengua. Sin embargo la evangelización en España resultaba excesivamente dura y problemática ante la extrema intolerancia religiosa. Pone Peddie el ejemplo de Aimé Bost:
· “En marzo de 1856, el
Rev. Aimé Bost, de Ginebra, visitó Edimburgo, se reunió con el Comité, y se ofreció para ir como misionero a España. Tras la debida consideración, la oferta fue aceptada, y M. Bost fue contratado por un período no superior a doce meses. Al pasar por Inglaterra, en su camino a Madrid, su ámbito de trabajo propuesto, el peligro para los obreros protestantes en España pareció a sus amigos tan grande, que por su consejo renunció a su compromiso, y por lo tanto no se procedió a la misión propuesta.
En el año de 1856
Joseph Nogaret, funda una especie de sociedad misionera que actuaba en territorio español y que será llamada
Comité de Evangelisation de l'Espagne.
En cuanto a este Comité, interesa destacar que desde mediados de 1860, es decir, desde aproximadamente un año antes de la conversión de Vallespinosa, asumieron en ausencia de Francisco de Paula Ruet, entonces desterrado a Gibraltar, las tareas de coordinación del grupúsculo de evangélicos residentes en Barcelona, y encargaron a Manuel Matamoros, evangelista andaluz destinado a la ciudad, la dirección de la congregación clandestina.
El
Rev. M. Nogaret, de Bayona, dio a entender su disposición a la Comisión a dedicar unos quince días de una gira por España en nombre de la Sociedad. Durante este y muchos años después, M. Nogaret demostró ser un ayudador de gran valor para el Comité, y llevó a cabo la carga de la impresión en Bayona para la Sociedad. El
Rev. Patrick Lumsdaine, de Killearn, estaba en este momento en Andalucía, a causa de su salud, hizo muchos servicios a la Comisión, al dar la información, y el cuidado de la obra en general. Durante este mes, un pedido de cien Testamentos fue recibido por el Comité de Alicante. Fueron comprados a precio de coste a la Sociedad Bíblica de Edimburgo, y fueron enviados inmediatamente después a su destino”.
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