Iniciamos en los siete artículos anteriores del pasado año 2010 un somero repaso de algunos de estos cenáculos, que continuamos en el presente año y artículo.
CENÁCULO DE ZARAGOZA EN 1549
El 7 de junio de 1549 se celebró un auto de fe en Zaragoza con cuatro casos de luteranismo. Los luteranos solo ocupaban una pequeña parte en los tribunales de la Inquisición, por estos años 40. El cenáculo de Granada por estos años comenzaba a ser vigilado por la Inquisición y en 1550 aparecen algunos luteranos. En Toledo en 1548 y 1549 se condenan cinco protestantes. Uno de ellos era el procesado Juan Miguel y, entre 1545 y 1550 el de Francisco del Rio. El tribunal de Calahorra tendría desde 1538 todos los años procesados por luteranismo.
CENÁCULOS EN UNCASTILLO Y BIEL DE ZARAGOZA POR 1550-57
En la localidad Uncastillo de Zaragoza también existían personas con las mismas opiniones protestantes y entre ellas se había mandado a estudiar a París a un joven llamado Jaime Sánchez de Biel, cuyo proceso se ha conservado y Gordon Kinder lo ha publicado íntegro.
LAS CONGREGACIONES DE SEVILLA ANTES DE 1550
Se destacan estas congregaciones porque en su mayoría estaban formadas por españoles. Solamente aparece un flamenco, fray Francisco de la Puerta, del monasterio de San Isidoro. Lo que predominaban eran los clérigos, pues en Valladolid de los cincuenta y cinco de los autos de fe, veintiuna eran eclesiásticos. En Sevilla de los 180 procesados, 46 eran eclesiásticos.
EL CENÁCULO DE RODRIGO VALER EN 1540
Rodrigo de Valer predicó por toda la meseta andaluza pero mucho de su tiempo lo dedicó a Sevilla. Muchas de sus reuniones eran foros de discusión sobre la necesidad de reformar la iglesia de Cristo, la cual estaba aquejada de muchos males. Dice Cipriano de Valera: “Por medio de este Valer, muchos que le oyeron y trataron tuvieron el conocimiento de la verdadera religión: y principalmente el cándido y buen doctor Egidio… este Valer haber sido el primero que abiertamente y con gran constancia descubrió las tinieblas en nuestros tiempos en Sevilla.”
EL CENÁCULO DEL DOCTOR JUAN GIL (EGIDIO) 1535-1549
Es evidente que el doctor Egidio no estuvo solo en la predicación de la nueva espiritualidad. Otros extranjeros y españoles también abonaban el campo de la espiritualidad evangélica. En 1545 ya se celebró en Sevilla un auto de fe en el que algunos luteranos fueron penitenciados. El mismo inquisidor Fernando Valdés, escribía al papa en septiembre del 1558 sobre los muchos apasionados y aficionados y secuaces del Doctor Egidio, de quien les quedó el lenguaje de sus errores y falsa doctrina. No podemos olvidar que Egidio, como canónigo de Sevilla, influyó decisivamente en los ambientes cultos enseñando doctrinas de la salvación del ser humano justificado por medio de la fe. Dice Cipriano de Valera que en 1555 siete personas entre hombres y mujeres, residiendo en Ginebra, como el doctor Juan Pérez que tradujo el Nuevo Testamento.
CENÁCULO DE LOS MONJES JERÓNIMOS DE S. ISIDORO (SANTIPONCE) Y DEL VALLE DE ÉCIJA
Este monasterio era un centro intelectual que reclutaba a hijos de conversos. Cuando por 1557 la presión inquisitorial se hizo cada día más presente, once de los monjes de este monasterio huyeron a Ginebra. Dice González Montes: “Prácticamente toda la comunidad jerónima, con su prior al frente, se identificó con la Reforma en 1557. En consecuencia, unos huyeron de la Inquisición, entre los que estaban Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera, traductor y revisor de la primera Biblia completa impresa en castellano, y Antonio del Corro. Otros fueron quemados públicamente en Sevilla. Y el resto, a petición de Felipe II y con la aprobación del Papa Pío V, se unieron a los antiguos jerónimos en 1568.”
LA CONGREGACIÓN DE LUIS DE ABREGO.
Juan Ponce de León se había convertido en uno de los destacados partidarios de la Reforma y procuró organizar una de las comunidades reformadas de Sevilla comprando “heredades” para que pudiesen reunirse, celebrar cultos y dar formación religiosa. Ponce de León parecía ser el contacto más visible de Sevilla, pues Julián Hernández se dirigiría a él en primer lugar para dejar los libros solicitados. Ponce buscó a un pastor que encontró en la persona del médico Luis de Abrego, en cuya casa también se reunían clandestinamente los creyentes, aunque otras fuentes dicen que era un clérigo(1).
EL CENÁCULO DE ISABEL BAENA
Otro conventículo o congregación aparecen en casa de Isabel Baena, donde se reunían un buen número de reformados sevillanos y según Montano era “
escuela de constante piedad y sagrado auxilio donde tenían lugar santas reuniones”. En 1559 fue relajada “
por fautora y receptadora y encubridora de herejes, en cuya casa se hicieron conventículos en aprobación y enseñanza de la secta luterana, la cual casa se mandó derrocar y sembrar de sal con un padrón (sic) de letras que diga la causa por la que se derribó”.
1) A.H.N. Inquisición Legajo 2075 exp.1
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