Sólo aparecen noticas sueltas y relacionadas con un libro bastante demoledor para la Compañía, con el raro título de
Retrato al daguerreotipo y que algún jesuita buscó todas las razones para hacer desaparecer tanto al libro como al autor.
Según Camilo María Abad(2) la caída del P. Gaspar de Mena fue muy ruidosa en Salamanca, donde era muy conocido, y fácilmente se formó en torno de ella una leyenda. Los escritos jesuíticos son más apologéticos y van desde negar la existencia de Mena, hasta decir que son del protestante Dumoulin. Es interesante el texto más por lo que esconde que por lo que dice, pero es de encendida prosa apologética:
“Por lo que hace a la asquerosa farsa, al repugnante cuento, a las cínicas páginas consagradas a un tal Mena, jesuita, en la obra de nuestra impugnación, solo una cosa podemos decir. Tenemos á la vista diccionarios biográficos do autores así amigos como enemigos do la Compañía: tenemos historias escritas en todos sentidos, y en ninguna de ellas aparece tal nombre. Tenemos más; tenemos la obra de Adolfo Boucher, y aunque á decir verdad no la hemos leído con gran detención, en la rápida ojeada que a este efecto hemos dado á dicha obra, no hemos sabido encontrar la relación de semejante enredo. ¿Cómo pues Adolfo Boucher, el autor que si no ha hecho ha pretendido hacer más daño á los beneméritos hijos del ínclito Loyola, ha dejado escapar tan buena ocasión de insultar á la Compañía en un hombre.
No nos atreveremos á negar la existencia de Mena ; pero la verdad, dudamos de ella ; dudamos porque en el panteón anti-jesuítico que la impiedad ha levantado, no encontramos el cadáver de este jesuita,, envuelto en la repugnante mortaja que sus enemigos le han proporcionado; no dudamos, porque aun sin ser incrédulos, necesitamos para creerlo que la razón rechaza un protesto, un dato, un apoyo; y ni apoyo, ni dato, ni aun pretexto encontramos. La biografía de Mena
¿dónde está, donde consta? El autor del tan desmentido
Retrato al daguerreotipo, cita una obra en que se habla de él(3); concluido el pulverizado
Retrato al dayuerreotipo serán dos los que tal hagan, y esto no obstante nada probará. El testimonio de una sola obra .basta muchas veces para hacer fe en historia, pero la primera regla de crítica es saber apreciar estas obras. ¿Qué nos importa afirmen un hecho, no una sino cien obras, BÍ aquellos que más enterados pudieran estar permanecen mudos?
Historias antiguas, y más acreditadas que nunca será el ridículo
Retrato al daguerreotipo, hablan de la
Cava como de la causa que ocasionó la perdición del reino godo, y no obstante semejante cuento no merece crédito de nuestros más modernos é ilustrados historiadores. Crónicas de mucho respeto hablan del origen del blasón de Cataluña, y un erudito académico de la Real española de la Historia, ha probado todo el absurdo de semejante relación. Tenemos en cien libros la biografía de Hornero, y los más profundos literatos convienen en lo ideal de este ser. Finalmente, fingir un nombre y escribir un cuento, es más fácil que defender una proposición ó renunciar a una idea”.
“Y si reconociéramos la verdad de la relación que hace el autor del tan dignamente condenado
Retrato al daguerreotipo, lo que está muy lejos de nosotros ; si concediéramos la existencia de este Mena, lo cual no es fácil si otras razones no se nos arguyen, ¿qué triunfo creería haber alcanzado el autor de nuestra impugnación sobre la Compañía de Jesús?.
Ninguno: lo alcanzara sobre uno de sus miembros, que malamente introducido en el lugar que no le correspondía, zángano entre abejas, traidor entre leales, tuvo que retirarse avergonzado é ir y esconder su ignominia donde no le alcanzara el sello de infamia con que la Compañía marcó su frente. Esto es lo que se desprende del relato hecho en el reprobado
Retrato al daguerreotipo; y a fe que aun de este modo pudiera empezar: "Erase un hombre malo en una ciudad de hombres buenos." Porque en un regimiento de valientes haya tenido entrada un cobarde ¿se llamará cobarde el regimiento´? ¿En qué ejército de héroes ha no habido su escaso número de traidores y medrosos? No, si la existencia de Mena fuera real, si su apostasía fuera cierta, nunca por el crimen de uno se condenaría á todos. Santos son los once apóstoles que se mantuvieron fieles á Jesús, y no obstante con ellos vivió y sus pasos siguió y sentóse en una misma mesa y durmió bajo un mismo techo Judas, el mal discípulo. La maldición lanzada contra Judas
¿alcanza á sus once compañeros? Y porque uno de ellos vendió á su Divino Maestro ¿habría razón para condenar al apostolado en masa? Pero, nuevamente lo decimos: dudamos de la existencia de Mena: hubiéramos tenido una satisfacción particular en que se nos hubiera identificado su persona, porque probablemente nos sucediera con Mena lo que nos sucedió con Ribera. De todos modos, visto queda: el autor de tan desmentido
Retrato al daguerrotipo retrata á los personajes con la fisonomía que á él le interesa, y cuando no hay originales que copiar, fiel o infielmente, hace dibujos ideales. Verdad es que en lo de ideales así salen de su pluma los últimos como los primeros. O su máquina al daguerreotipo está muy estropeada, ó no asesta el foco a las personas que quiere retratar, sino á algunas copias muy malas con que el anti-jesuitismo ha embadurnado el lienzo de su odio”.
Nosotros desconocemos esa obra de Mena pero debía decir algunas verdades inconvenientes que escocían al jesuitismo.
1) La cita es también de Menéndez y Pelayo Aparato del papel de Avilés antes de entrar en la causa. (Papel impreso de 50 folios, sin señas de impresión. Bibliteca Corsiniana, de Roma, ms.24.)
2) Vida y escritos del V.P. Luis de la Puente de la Compañía de Jesús (1554-1624) Volumen 8 de Publicaciones anejas a "Miscelánea Comillas." Camilo María Abad Editor Universidad Pontificia, 1957; Verdadero retrato al daguerreotipo de la Compañía de Jesús por Melchor Bonfill, Reforma, 1858
3) Es también su cita: “Esta obra es el Teatro jesuítico, informe recopilación de mentiras y necedades de que hemos tenido ocasión de ocuparnos en la página 284. (Verdadero retrato al daguerreotipo de la Compañía de Jesús por Melchor Bonfill) Si todas las autoridades que alega en su favor el ridículo Retrato al daguerrotipo son como esta, mal ha hecho en deshacerse de Bouoher, porque es escapar da Scila pira dar en Caribdis… En la publicación de este y otros libelos infamatorios, sus autores no estaban animados de un verdadero celo por la sana doctrina, sino de un deseo anticipado de infamar y perder un. instituto, cuya adhesión a la religión y sumisión á las decisiones de la Iglesia irritaba á los eneraigos solapados de esta. Al efecto no reparaban en los medios, y publicaban unos mismos libelos bajo diferentes títulos. En 1632 el protestante Dumoulin compuso un libelo contra la Iglesia que hizo imprimir en Ginebra, al cual intituló: Catálogo de las tradiciones romanas; en 1642 se volvió a publicar bajo el título de Teología moral da los Jesuitas; en 1656 volvió á reproducirse con el título de Nueva Teología moral de los Jesuitas y de los nuevos casuistas; en 1667 apareció de nuevo con el título de: La moral de los Jesuitas; en fin este mismo libelo fue reproducido cuando la persecución de los Jesuitas y de la religión por los impíos del siglo. ´XVIII, añadiendo algunos nombres y dándolo por título: Estrado de las aserciones etc., libelo infamatorio contra la Compañía, de 542 pág., y en el cual se notaron 758 falsificaciones sin contar citas falsas, pasajes truncados, objeciones tomadas por respuestas, etc.
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