Presentamos la pasada semana a Agustín Cabeza De Vaca, Tomás De Padilla, el dominico Juan De Espinosa, Vicente De Córcega, y a Diego De Astudillo (Diego De Burgos). Esta semana hablaremos de dos frailes: Fray Cristóbal de Santotis Y Fray Julián de Tudela.
FRAY CRISTÓBAL DE SANTOTIS
Fraile agustino, estudiante en París y Lovaina, Santotis llegaría a ser un buen biblista, según Tellechea. Julio Caro Baroja cita a Santotis, no solo como judeoconverso sino indicándonos que muchos libros de autores católicos del XVI y XVII exponen que la mayoría de las herejías provenían del judaísmo y que hombres como Lutero, Calvino y otros semejantes eran gestores y protectores de los judíos.
Esa misma impresión hemos sacado respecto a los judeoconversos que se inclinaban por el protestantismo como lo hizo Santotis. En “
Disidencias y exilios en la España moderna”(2) se sostiene que si bien Santotis se escandalizó al principio, acabó aceptando aquellas ideas como normales en aquellas reuniones que también leían además de la Biblia, otros libros protestantes. Las declaraciones de fray Baltasar Pérez a este respecto son claras: “Pero después al cabo le volvieron a llevar a este fray Cristóbal a las conclusiones...”
La Bibliothèque de la Revue d´histoire ecclésiastique de Lovaina (1835-1969)(3) afirma que Santotis o Christophoro de Sancto, quien había profesado en el convento de Ursicampi como fraile, por tres meses apostató (quie per spatium trium mensium apostatavit). Resulta extraña esta apostasía para luego volver al redil católico y más parece una de tantas abjuraciones en falso para no perder la vida.
FRAY JULIÁN DE TUDELA
Este ex fraile, Julián de Tudela, habitante de la casa y del grupo de Pedro Jiménez, que había salido del monasterio de San Isidoro del Campo en Sevilla, era un gran colaborador del protestante Dr. Morillo por lo que se había ganado el título de su “canciller”. Tudela era conocido del Tribunal inquisitorial y había servido en el ejército de Flandes en los hospitales militares. Sería expulsado de Flandes por Carranza y estando enfermo en Aix-la-Chapelle, escaparía de las manos de Carranza que lo quería llevar a España. El trabajo posterior de Tudela se llevaría a cabo al lado de Diego de la Cruz, quienes se ocupaban de llevar cartas entre los exiliados españoles de Amberes, Colonia, Lovaina y otros lugares.(Gordon Kinder, pág. 134)
Sin duda que el trabajo de comunicaciones entre los españoles reformados y la obra social realizada fue altamente estimada, especialmente por la discreción que exigían los tiempos, pues muchos compañeros, como Felipe de la Torre y otros del grupo de Lovaina, comenzaban a hacerse sospechosos de simpatizar con los protestantes de los Países Bajos.
El caso de Julián de Tudela había llegado a Triana el 4 de octubre de 1560, porque este había salido en el proceso de Carranza, donde varios testigos afirmaban que Tudela había comentado del doctor Morillo haber sido convertido a las opiniones luteranas en Trento, por las enseñanzas de Pole y Carranza. Además se decía de fray Julián “frayle de Santo Domingo que es de Aragón o de Navarra, quien tiene dicho y cree que también maestre Fellipe de la Torre capellán del rei don Fhilipe que cree que es natural de Aragón o de Tarazona, sabían que estos ayuntamientos se hazian y se comunicavan muy familiarmente personas que con ellos se ayuntavan singularmente el dicho fray Julian, porque el dcho Felipe de la Torre no lo declaraba de su parte tan claramente como el dicho fray Julian...”(Bataillon, 1995, pág. 630)
La vigilancia o persecución a españoles en el extranjero, fue parte de la política de Felipe II que nominaban de protección, pero que no era otra cosa que una persecución preventiva. El Londres el embajador Quadra, en 1560, informaba que algunos protestantes españoles se estaban congregando en esa ciudad. “Vienen cada dia con sus mugeres y hijos y dicen que esperan muchos mas”. Ya Carlos V por los años cuarenta había autorizado la captura de protestantes para traerlos a España, no para eliminarlos como decía otro embajador, sino para vigilarlos y enmendarlos al buen camino. Los agentes que mas hicieron estos secuestros selectivos fueron el fraile Lorenzo de Villavicencio, el contador del ejército en Flandes, Alonso del Canto, que tenían el patrocinio y la autoridad de Francisco Easo, secretario real. Con la ayuda de fondos especiales, organizaron una red de espionaje sobre los españoles sospechosos de herejía que vivían en Inglaterra, Países Bajos y Alemania. Se éxito mas famoso, fue la de llevar a España a Fadrique Furió Ceriol, a través del cual descubrieron un buen número de protestantes según el informe detallado de Alonso del Canto en 1563 con un buen cuadro de los herejes españoles en Europa.(Kamen, La política religiosa de Felipe II, 1998, pág. 31)
1) Pedro Jiménez y el círculo de Lovaina
2) Disidencias y exilios en la España moderna: Actas de la IV reunión científica de la Asociación Española de Historia Moderna, Alicante, 27-30 de mayo de 1996
3) Bibliothèque de la Revue d´histoire ecclésiastique Escrito por Université catholique de Louvain (1835-1969) Publicado por Bureaux de la Revue, 1927
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