De Diego de Enzinas en Amberes: ortografía castellana de un libro prohibido´, se habla en Erasme et l´Espagne. El tío de Diego Juan, Francisco y Jaime Enzinas, Diego Ortega, ya había traducido al castellano culto y en elegante gramática, las
Excitaciones animi en Deum “Comentarios para despertamiento del ánimo para orar (1537) de Vives y las había publicado en Amberes. En la Universidad de Valencia hay copia manuscrita del XVIII de la traducción de Ortega,
Diego Ortega era burgalés de familia ilustre y parece que clérigo secular. Un mercader rico, que había abrazado la Reforma y afrontaba las consecuencias y el peligro de ser creyente con la proclamación de las nuevas ideas reformadoras. En el mundo convulso inquisitorial, donde se prohibían los libros de teología de Alemania, los himnos en lengua vulgar, las reuniones religiosas y el trato con los herejes, las predicaciones y enseñanzas de los laicos y las disputas sobre las Escrituras, Diego Ortega es uno de los activos protestantes en los Países Bajos y en Roma.
Más conocido es Diego de Enzinas, colaborando con su hermano Francisco de Enzinas quien había traducido el
Nuevo Testamento del griego a un elegante castellano que muchos de los helenistas españoles celebraron y aplaudieron su intento.
Diego Enzinas aparece en los diccionarios como erudito español ejecutado por la Inquisición romana. Había ido a los Países Bajos para entrenamiento comercial, pero además se había matriculado en el Colegio Trilingüe de Lovaina en 1538 y había cursado también en París. En 1542, en Amberes, estaba supervisando un pequeño libro “
Breve y compendiosa institución de la religión cristiana” que había traducido su hermano Francisco del Catecismo en latín de Juan Calvino y de la Libertad del hombre cristiano de Martín Lutero. Es en el prólogo donde Diego Enzinas más se aproxima a la doctrina de la justificación por la fe de alumbrados españoles que se adelantan a Lutero en varios años y no tanto a los humanistas católicos. Bataillón dirá que esto es “un pedazo excepcional de escritura espiritual protestante”.
Diego planeó pasar este compendio de doctrinas calvinistas y luteranas a España pero la Inquisición descubrió el plan y tuvo que escapar a Roma, donde formó una congragación evangélica. Cuando la Inquisición romana fue reinstalada en 1542, Diego cayó en sus manos delatado por una carta de Lutero que le interceptaron. Bajo tortura parece ser que delató a algunos miembros de la congregación y condenado se le quemó en 1547.
Estos hombres, grandes por su erudición, espiritualidad y sacrificio, que embellecieron el idioma castellano y articularon la teología reformada, también nos dejaron escrito el espíritu de porqué lo hacían. Así en el Prólogo al Nuevo Testamento Enzinas dice: “Ningún poder humano está en condiciones de ir en contra de la publicación de las Sagradas Escrituras; todos los demás pueblos de Europa gozan ya del privilegio de poseer la Biblia en su propia lengua y llaman a los españoles supersticiosos porque todavía no han llegado a esto; ninguna ley real o papal prohíbe la edición. Y aunque algunos califican de peligroso tales traducciones en tiempos heréticos, téngase en cuenta que las herejías no se originan de la lectura de la Biblia, sino de las perversas explicaciones de hombres malos que tuercen las Sagradas Escrituras para su propia perdición.´(2)
Las traducciones de la Biblia y la literatura religiosa protestante del siglo de Oro, supusieron una fijación y enriquecimiento del idioma, además de los cuidados estéticos y el análisis filológico del idioma que como en el caso de Diego Encinas su aportación es la fijación de la
ortografía castellana.
1) Pegado de www.cervantesvirtual.com
2) Aporte de Jaaziel - Fuente: Proel
Si quieres comentar o