El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Los injustos resucitarán para condenación. Ese será su juicio y su pago.
Si Jesús no hubiera resucitado, vana sería nuestra fe y también estaríamos irremisiblemente perdidos en nuestros pecados.
El acontecimiento de la resurrección de Jesús sitúa todo su itinerario bajo una nueva luz.
¿Por qué no se reveló la resurrección como una apoteosis apabullante de autoridad?
Sobre el gesto de los hombres que matan a Jesús se eleva la acción final y decisiva de un Dios que resucita.
Las principales evidencias bíblicas de la resurrección de Jesús demuestran la falsedad de todas las teorías naturalistas inventadas por los escépticos a lo largo de la historia.
La ahora también fallecida Paloma Chamorro le definió una vez como “un artista del sur dado al orientalismo, inmerso en una especie de sincretismo religioso, al que le gusta proceder por símbolos y alegorías”.
El anuncio del acontecimiento más relevante e importante de la historia de la humanidad, se relaciona con los débiles y humildes de la tierra, dejando a un lado a los poderosos. ¡Hay esperanza para los pobres de la tierra! ¡Ha resucitado!
Cuando vivimos estresados no nos damos cuenta de que Jesús está a nuestro lado y lo más importante para Él no es lo que hacemos ¡Nos quiere a nosotros!
Fue allí, en el monte Calvario, donde la misma muerte del crucificado venció a la muerte, algo que se haría realidad profunda en la Resurrección.
En medio de las tormentas de esta vida la bendita esperanza de la resurrección se vive con una intensidad particular.
La resurrección de nuestro Señor Jesucristo enseña la legitimidad de la fe cristiana para llamar a todos al arrepentimiento y la fe en Jesús como el único camino de salvación.
"La fe viene por la resurrección y no a la inversa". Toda la Biblia apunta a un inmenso e incomprensible acto premeditado de poder y amor del Padre, en favor de los seres humanos, aún siendo sus enemigos.
¡Hay quien habla de una segunda venida de aquel rey resucitado del primer siglo! ¿Cómo va a descansar tranquilo el poder? ¡Es que es imposible!
La resurrección de Jesucristo es el hecho más portentoso de toda la historia humana.
La evidencia histórica y la pura lógica indican que el rabino galileo fue quien dijo ser, que murió en la cruz, fue sepultado y la tumba quedó vacía.
Si la resurrección de Jesús hubiese sido una alucinación, el cristianismo se habría extinguido en sus mismos orígenes.
Esta idea choca frontalmente contra el comportamiento de los discípulos de Jesús, ya que ninguno de ellos tenía la esperanza de que resucitaría al tercer día.
Existen numerosas hipótesis y legendas contrarias a la resurrección o que pretenden negar la realidad histórica de la misma.
El Dios de la Biblia no puede reducirse a la propia naturaleza creada por él mismo, como creyeron tantos filósofos materialistas a lo largo de la historia.
Poco a poco ha ido creciendo el interés por la relación entre la teología y la literatura en América Latina.
Basta el reino esencial de la Resurrección del Jesús que recibió escarnio y crucifixión.
¡Hay justicia para los débiles y oprimidos de la tierra! ¡Escuchad! Jesús se identificó con vosotros, débiles de la tierra.
Nos hizo sus amigos. Para que tuviéramos su identidad, para ser como Él.
Solo Jesús pudo ser el Mesías. Su muerte y resurrección cumple la multitud de profecías mesiánicas, y es uno de los hechos más fiables de su tiempo más allá de la fe. Entrevista a César Vidal.
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