El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Es casi pecaminoso transformar el mensaje más increíble del mundo en algo aburrido, soporífero, carente de chispa, fuego, convertir la sencillez del Evangelio en algo intragable, lo profundo del mensaje en confusión y la “locura” del evangelio en algo domesticado.
Los predicadores cristianos se suponen dotados de un poder espiritual sobre el mundo, distinto a los poderes del militar, del político o del financiero. Es el poder del Espíritu Santo.
Previo al encuentro nacional de Taller de Predicación (29 octubre al 1 de noviembre en El Escorial, Madrid) conversamos con Jaume Llenas sobre apologética y predicación.
Conversamos sobre la importancia de la predicación y de qué forma se ha potenciado la preparación específica a través del ministerio de Taller de Predicación, que en octubre celebra su primer encuentro nacional.
Contextualización, fidelidad, preparación, o apologética son algunas de las claves que exploramos con Hélder Favarin, que acaba de publicar un libro dedicado a la predicación en nuestro país.
Conversamos con Hélder Favarin, expositor bíblico en el próximo Fórum de Apologética, sobre los retos de la predicación en España en la actualidad.
Tómate un tiempo con tu Dios y deja que Él conmueva tu corazón de nuevo. Entonces puedes predicar la Navidad.
Los rasgos principales de la predicación de Stott, decían, son: su base bíblica, el equilibrio con el que trata los temas, la forma intelectual en que lo hace y la manera cómo evita toda teatralidad.
Salgamos sin más con el mensaje del Señor traducido a la lengua asequible que cada cual posea.
Nuestra prioridad hoy es llenar el púlpito de un conocimiento edificante de la Palabra de Dios, única fuerza capaz de promover los verdaderos cambios que deben producirse en nuestras vidas.
El impacto que una sola persona puede tener en la historia es inmenso.
“Contagiado por esa mentalidad que poco a poco va invadiendo todo, el mismo predicador se deja llevar por una rutina profesional según las demandas momentáneas de la congregación". Reseña de Juan Antonio Monroy.
La predicación en el siglo XXI supone un gran desafío, pero necesitamos predicadores dispuestos a asumirlo.
Se puede decir que en la Biblia los primeros predicadores, y no sólo maestros de la ley, fueron los profetas en Israel.
La palabra sin el Espíritu conduce a una ortodoxia muerta; el Espíritu sin la palabra llevaba, en frase de los reformadores, al "entusiasmo" desordenado.
El predicador no predica para complacer a los oyentes, para manipular sus emociones ni aún para lograr cambios religiosos y morales en ellos. Su tarea es proclamar la palabra de Dios.
La predicación, en su sentido bíblico y teológico, es mucho más que sólo la entrega semanal de una homilía religiosa.
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