El mundo necesita a los mansos, porque una persona mansa piensa siempre en plural y pocas veces en singular. 

Incluso cuando acertamos acercándonos a la fuente correcta y procurando imitarle, desacertamos en la manera de hacerlo y reproducirlo.

Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.

Un nuevo cuento de Antonio Cárdenas.

 El secreto de la mansedumbre es la relación diaria con el Señor a través de la oración franca.

Roger Federer dice: «Voy a cada partido pensando que puedo perder. La mayor parte de los días pienso que me pueden derrotar si no lo doy todo». Esa es una buena actitud.

Hoy hay cierta inclinación a entender la mansedumbre en sentido psicológico. Creemos que la mansedumbre define a un cierto tipo de persona, a un individuo con un determinado temperamento y carácter . No, Jesús no llamó mansos a las personas de natural apacible. Una entrevista a Félix González Moreno de Shai Shemer.