El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Él nos ayuda a ser diferentes, comprometidos, llenos de valor para defender lo que es justo y dependiendo siempre de las fuerzas que él nos da para no abandonar nunca.
En este mundo que vivimos ganan siempre los bribones: los que encuentran triquiñuelas para evadir la justicia.
El valor de todo lo que llegó a ser este genio de la humanidad, creo que lo tiene en un muy alto nivel su propia madre.
El problema comienza cuando pensamos que jamás nos van a defraudar. La verdad es que no podemos estar seguros ni de nosotros mismos.
Tenemos que reconocer que nuestra sociedad vive fijándose sólo en las apariencias y despreciando a los que son diferentes.
En un mundo dónde lo que vale es lo políticamente correcto, algunos de los mayores enemigos de Dios son las personas que dicen y hacen lo correcto.
Son tus palabras envueltas en pausas las que han de barnizar este corazón tan presto a la huida.
Vamos a ser muy golpeados por las mareas, las arenas, el viento y el agua; aún así. Cuando estemos aferrados a nuestra Roca, y muy unidos unos a otros, claro que nada nos ha de mover.
Cuando pienso en la lista de los héroes de la fe de Hebreos 11 se me cae, y bien caído, por los suelos todo lo relacionado con la falsa teología de la prosperidad.
¡Nadie sabe lo bueno que tiene hasta que lo pierde! Mejor dicho: Todos sabían lo que tenían ¡pero no pensaron que podían perderlo!
Cuando has vivido largo tiempo a la sombra del Altísimo es tan absurdo buscar refugio en recodos vacíos.
Quizás, seamos nosotros los que podamos decir al mundo: ¡Andad sobre las aguas! Sí. Porque alguien que es real, poderoso y bueno, nos invita.
Él te quiere así, desprotegido, a la intemperie, con tus cargas sobre la espalda, buscando ardientemente su mano para no hundirte en las aguas profundas y oscuras.
Son tus palabras envueltas en pausas las que han de barnizar este corazón tan presto a la huida.
Dios está al lado de los que muchos consideran derrotados, porque para él no hay perdedores.
Todavía los fuertes se niegan a servirte. Están convencidos de que el poder que sujetan entre sus manos es tan firme como seguro.
El tema es un hermoso canto a la confianza en Dios en medio de las dificultades.
Ya no escribimos cartas y menos a mano. Ya no nos damos el lujo de sentarnos en un banco de un jardín y comenzar una conversación con alguien que está a nuestro lado.
El Padre conoce nuestras necesidades incluso mejor que nosotros mismos.
El común denominador es ese descanso en nuestro Creador, nuestra Roca fuerte.
Como todo lo que nos pasa a nosotros mismos nos parece injusto, y minimizamos lo que le hacemos a lo demás, las respuestas de Jesús nos desconciertan.
Los que todo lo tienen guardado y asegurado, ¿cómo pueden hacer suya esta petición de la oración modelo de Jesús? ¿Cómo pueden pedir a Dios el pan de cada día, cuando lo tienen todo escondido en sus almacenes insolidarios?
Hoy, es primavera y no voy a permitir que el futuro me robe el presente, que lo porvenir haga estragos en el ahora.
Somos capaces de renunciar a lo más trascendental para nosotros en un gesto de heroicidad si sabemos que podemos ayudar a alguien; pero las pequeñas frustraciones nos hunden.
Seremos un cero a la izquierda, si dejamos el propósito del Señor para nuestras vidas a un lado.
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