El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Si de las explosiones menores no se obtiene más que desolación y terror, ¿cómo puede ser que de aquella explosión saliera belleza, orden y vida?
Lo que somos en el presente es el resultado de lo que hemos venido siendo en el pasado.
Me quedo con Jesús y su doctrina, porque si en su método de impartirla tiene en cuenta mi conciencia, también en su contenido no tiene comparación con ninguna otra.
La velocidad de escape de nuestra voluntad no es, ni de lejos, suficiente para vencer esa fuerza que nos succiona hacia la perdición.
Debemos dejar de pensar que el príncipe de este mundo tiene cierto poder sobre nosotros y que hemos de contentarnos con tener algunas migajas de libertad.
Sin importar la pequeñez que pueda tener un niño, lo que cuenta es la trascendencia de la verdad que está proclamando.
Todo esto es el resultado del falseamiento de la noción de derecho, que se ha adulterado de tal modo que no hay cabida para la responsabilidad propia sino sólo para la ajena.
La existencia de los animales es un testimonio de la existencia de su Creador, que, por serlo, les confiere su valor y se regocija en ellos, como en las demás criaturas.
Que está delante de la puerta significa que entiende la causa que tiene entre manos. Entender en el lenguaje jurídico quiere decir que tiene competencia para abordar la causa que va a tratar.
El muerto que cree en él, vivirá. El vivo que cree en él, no morirá eternamente. Ese es el mensaje de Semana Santa.
Que Dios sea algo en algo es el plan del secularismo, así como que sea nada en todo lo es del ateísmo.
Todos nos preguntamos cómo es posible que una persona normal puede llevar a cabo semejante acto.
El empleo de términos casi neutros en lo que concierne al orden moral, solo puede acabar en dos alternativas, que son la parcialidad o el falseamiento.
Los errores escritos son peores que los hablados, porque las palabras tienen un valor temporal, pero lo escrito queda registrado para siempre.
Los avances científicos que permiten manipular la naturaleza y la personalidad humana plantean dilemas morales.
Idealizamos a algo o a alguien en un momento dado, para descubrir, con el paso del tiempo, que el pedestal se resquebraja.
Lo que se puede ver, tocar y tener ahora es lo que cuenta. Ese es el valor supremo de este mundo.
En la declaración de este anciano estaban ya presentes los elementos esenciales que marcarían el curso posterior de este niño.
El mismo Dios que se complace en revelar, también se complace en hacerlo de forma contraria a lo que la razón humana estipula correcto.
La inteligencia humana puede no ser el órgano infalible con el cual llegamos a alcanzar el conocimiento de las cosas.
Lo que parecía un camino cómodo y fácil, está resultando erizado de vergüenza y bochorno.
Es expresión de un egoísmo individual que se ha vuelto colectivo, no teniendo más horizonte que el materialismo consumista.
Mientras que el ateísmo afirma que la causa es el efecto y el efecto la causa, el cristianismo afirma que la materia es el efecto de una causa, que es Dios. Ese Dios invisible es auto-existente, creador de materia y vida.
La Biblia misma responde esta pregunta, aunque tal respuesta no procede de la imposición de nuestras propias fantasías.
El pueblo de Israel era un pueblo mediterráneo, sanguíneo y dado a la espontaneidad, pero tuvo que aprender la importancia del orden.
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