El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Cuando vivimos una ‘religión’ tenemos todas la de perder. Al no existir una verdadera relación, no hay comunicación, no hay bendición, no hay pasión, no hay entrega, no hay visión, no hay compromiso, no hay verdad en lo que hacemos, sino meras tradiciones y formalismos.
“Podía culpar a los demás por los errores pasados, las decisiones que tomé, los amigos que hice, pero al final, todo se trataba de mí. Esto era entre Dios y yo.”
Jaime Fernández nos invita a hacer un recorrido fresco por los evangelios. Cada semana, un nuevo vídeo.
Y aquel Dios hecho hombre transitó por este mundo llenando de luz la vida de los que le rodeaban. Fue amado por muchos, pero él amó a todos, sin excepción.
Recuerdo que una mañana mis padres pensaron que había perdido definitivamente la cabeza. Me dirigí al salón, abrí cajones, y comencé a desempolvar antiguos libros cristianos y a colocarlos todos en mi habitación. Llevaba algunos años sin pisar una iglesia.
Todas aquellas barreras que cortan los sueños detienen la justicia, oprimen a nuestros semejantes, promueven la indiferencia. Son muros que nacen en lo recóndito de nuestros corazones. De allí a cristalizarse en bases de hormigón hay tan solo un paso.
No existe en el mundo un espacio más íntimo, abierto y receptivo que la mesa compartida en familia. Allí todos son iguales, todos participan... El alimento compartido, las voces entremezcladas, las risas, las miradas... Es un pedacito de cielo.
La palabra «esquizofrenia» procede de dos términos griegos que significan escisión (o división) e inteligencia, lo cual da a entender algo así como una inteligencia dividida, dual.
En un sacrílego e irreverente escenario mostrando en pantalla gigante calabazas colgantes alegóricas a la sombra y a la muerte, el cantante Jesús Adrián Romero hace violencia de la habitual iconografía evangélica referida a la luz, la liberación y la vida plena en Jesucristo.
¿Qué conocemos del rostro de la indignación? La indignación, sobre todo por una causa justa, requiere cierto nivel de sacrificio y de entrega.
No hay nada que puedas hacer para que Dios te ame más, así como tampoco nada de lo que hagas hará que deje de amarte.
“En el pueblo protestante se conceptúa el suicidio como si fuera el pecado imperdonable”
“La iglesia está dando pasos de gigante”, dicen muchos, católicos y no católicos, practicantes o no. Nuestra pregunta es: ¿y hacia dónde van esos pasos? ¿Señalan claramente hacia la puerta del cielo o añaden más confusión?
Ya tengo semanas de estar escuchando que algunas personas están hablando de un eminente “rapto” o “arrebatamiento” de la iglesia. Además, se dice que éste ocurrirá en el mes de setiembre del presente año.
Pues sí, quiero que sepas que no estás solo. Yo también me aburro en la iglesia. A mí también se me hace cuesta arriba obligarme a asistir fielmente todos los domingos al culto. Cada semana me digo a mí mismo que esta vez será diferente.
Quizás la mayor tragedia migratoria desde la Segunda Guerra Mundial pueda ser transformada en el mayor avivamiento de la Historia entre los musulmanes.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.