Las famosas vacas de Basán, son comparadas por el profeta Amós con las mujeres ricas de Samaria que “oprimían a los pobres y quebrantaban a los menesterosos”.

Nos toca perder. A todos. La situación económica es tan grave como nos temíamos y, por si pensábamos que era algo coyuntural, el presidente del gobierno acaba de anunciarnos medidas drásticas que a todos nos afectan; ¿a todos? Bueno, veremos.

Una de las ideas más brillantes desarrolladas en las últimas décadas en el campo de la economía y que le han valido a su autor nada menos que el Premio Nobel de la Paz es la de los microcréditos. Muhammad Yunus fue testigo de las devastadoras hambrunas que asolaron su patria, Bangladesh, en los primeros años de la década de los setenta. Los que en aquel momento teníamos alrededor de veinte años todavía recordamos el macro-concierto que en 1971 organizó el ex-Beatle George Harrison en Nueva York,

Un análisis de la crisis financiera mundial, de la pluma del economista y tesorero de Misión Evangélica Urbana de Madrid, David Casado.

Cuando José fue llevado ante Faraón esbozó las líneas maestras de lo que hoy denominaríamos un plan macro-económico de largo alcance. Ese plan no fue un parche ideado sobre la marcha para capear el temporal, cuando ya los acontecimientos se hubieran desbordado, sino uno diseñado antes incluso de que el primer ciclo, el de prosperidad, hubiera comenzado.

El mundo se enfrenta a una escasez de comida. Según un nuevo informe de un experto, el mundo come más de lo que produce, y los precios de los alimentos podrían dispararse durante años por la expansión de la agricultura para combustible y por el cambio climático, lo que podría generar disturbios sociales.