Pueden llegar las `vacas flacas’: comemos más de lo que producimos

Solamente la expansión en el campo de los biocombustibles podría alzar los precios más de dos tercios para 2020, y aumentar los costes de las semillas para aceite en casi la mitad, con los subsidios a esta industria actuando como un impuesto para los pobres.

Las reservas mundiales de cereales, necesarias para combatir las hambrunas en el mundo, están en su nivel más bajo desde los años 80 debido a la reducción de los cultivos y al mal tiempo. El agotamiento de las reservas se alcanzará pronto.

Países como México ya han experimentado revueltas provocadas por el alza de los precios de la comida. Parece que ya han terminado los días en los que la comida descendía de precio.

El creciente interés en inversiones financieras en los mercados de bienes, ahora que suben los precios, está impulsando la irregularidad de los precios, y los de los cereales y la energía están cada vez más relacionados.

Con los precios del petróleo rondando los 90 dólares el barril, significan malas noticias para los más pobres, que ya han sufrido los efectos de la triplicación en los precios del trigo, y la casi duplicación del precio del arroz desde 2000.

Algunas de las soluciones para mejorar las garantías de alimentación serían más inversión en tecnología agrícola, una red de bienestar social más robusta con apoyo específico para los niños, terminar con las barreras comerciales, y mejoras en la infraestructura y las oportunidades financieras de los países menos desarrollados.